1. LAS APTITUDES
Las pruebas psicotécnicas son cada día más frecuentes en los procesos de selección de personal, tanto de las Administraciones Públicas como de las empresas privadas.
Ello es así porque las pruebas psicotécnicas (también denominadas tests o cuestionarios psicotécnicos) son un valioso instrumento de diagnóstico que permite apreciar las aptitudes de una persona para el desempeño de determinadas tareas.
Ahora bien, las capacidades se pueden (y se deben) desarrollar. ¿Cómo? Como el atleta desarrolla las suyas: con el ejercicio, con la práctica. Con toda razón escribió Ramón y Cajal: «Todo hombre, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro».
Éste es el objetivo de la presente obra: desarrollar las capacidades de quien busca empleo, mejorando su puntuación en las pruebas psicotécnicas.
En consonancia con dicho objetivo, hemos elaborado una obra útil para cualquier persona que participe en un proceso de selección que incluya pruebas psicotécnicas.
Por tanto, hemos huido deliberadamente de las teorías y conocimientos que fundamentan a la psicotecnia. Quien se enfrenta a una prueba psicotécnica como paso necesario para conseguir un puesto de trabajo, no es teoría lo que precisa, sino práctica.
Por eso, esta obra ofrece diez ejercicios (incluida la inteligencia) de cada una de las aptitudes que suelen evaluarse en las oposiciones y en los procesos de selección. En total, el lector dispone de 170 pruebas, con 3.400 preguntas.
Por tanto, aquí hay material suficiente para preparar con garantías cualquier oposición y proceso de selección.
2. LOS DESTINATARIOS
Tres grupos de personas son los destinatarios de esta obra: los opositores, los buscadores de empleo y los seleccionadores de personal.
Quisiera dedicar unas líneas a cada uno de ellos.
2.1. A LOS OPOSITORES
Esta obra ofrece al opositor un material tan abundante como útil y variado.
Aquí hay ejercicios de las pruebas psicotécnicas que habitualmente «caen» en las oposiciones. Para elaborarlos, hemos seleccionado los tipos de preguntas que son habituales en cualquier tipo de oposición.
Las pruebas de que se compone este libro han sido elaboradas de modo que la mayoría de los opositores responda correctamente más de la mitad de las preguntas. Sin embargo, un opositor no puede conformarse con superar media: ello no suele bastar para aprobar.
Al contrario, el opositor debe intentar (y conseguir) obtener las mejores puntuaciones; ésa es la mejor garantía para aprobar: superar a los demás opositores.
Por eso, el opositor debe prepararse lo mejor posible, poniendo en juego todas sus capacidades. El ideal de un opositor sería acertar todas las preguntas, sólo así estará seguro de aprobar. De no ser así, estará a expensas de la puntuación que alcancen los demás opositores.
Ahora bien, esa puntuación no se logra sin entrenamiento. Éste depende de cada uno. Por tanto, aconsejamos que practique estas pruebas cuantas veces le sea posible. Pronto verá los resultados.
2.2. A LOS BUSCADORES DE EMPLEO
Quienes aspiran a ser los elegidos en un proceso de selección tienen que superar una (o varias) pruebas psicotécnicas en la inmensa mayoría de las ocasiones.
A ellos les será muy útil esta obra, en la que encontrarán una gran variedad y abundancia de pruebas, semejantes a las que suelen aplicarse en cualquier organización, empresa o consultora de selección de personal.
Si bien es cierto que la ratio número de plazas/número de aspirantes suele ser mucho más favorable que en el caso de las oposiciones, no lo es menos que también es preciso preparar la prueba psicotécnica, si no quiere verse superado por los demás aspirantes al puesto.
Para ellos, nuestro consejo es que realicen el mayor número posible de pruebas de este libro. De esta forma, no sólo aprenderán a responder correctamente, sino a hacerlo con soltura, consiguiendo así mayor puntuación.
2.3. A LOS SELECCIONADORES DE PERSONAL
Ellos pueden encontrar en esta obra una abundante batería de pruebas que les permitan conocer las aptitudes de los candidatos para así determinar su valía para desempeñar el puesto a cubrir.
Además, en estas páginas hallarán una rica fuente de inspiración para elaborar sus propias pruebas, si así lo desean.
Con toda probabilidad, encontrarán aquí muchas de las pruebas que precisan para los procesos de selección que desarrollan.
3. CONSEJOS PARA SUPERAR UNA PRUEBA PSICOTÉCNICA
- Confíe en sí mismo. Elimine la actitud de fracaso. Si ahora obtiene pobres resultados, pronto los mejorará. Si los obtiene buenos, los conseguirá óptimos. La práctica potenciará sus resultados. Varios miles de opositores han alcanzado su objetivo. Vd. también puede. Depende, esencialmente, de Vd.
- Recuerde que opositar es competir. Para aprobar una oposición (o superar un proceso de selección) no le basta con hacer bien su examen, sino que debe, además, superar al resto de opositores. Por tanto, sea ambicioso: no se conforme nunca con sus resultados. Mejórelos. Intente conseguir el máximo. No se dé por satisfecho con una buena puntuación. Busque la mejor.
- Deseche el temor a lo desconocido. Esta obra ha sido elaborada tras haber estudiado a conciencia las pruebas psicotécnicas que han sido propuestas en cualquier oposición en los últimos quince años. Por ello, estamos seguros de que (sea cual sea el proceso de selección al que Vd. se presente) aquí encontrará lo que en el examen le van a proponer. Así se familiarizará con el tipo de preguntas del examen.
- Lea con la mayor atención las instrucciones específicas de cada test. Antes de comenzar a responder debe tener meridianamente claro qué se le pide. Sin ello, no comience la prueba, y una vez comprendidas, siga esas instrucciones con fidelidad.
- Antes de comenzar, eche un vistazo general a toda la prueba. De esta manera, se formará una idea aproximada de su extensión, contenido, dificultad, etc. Ello le ayudará a distribuir correctamente su tiempo.
- Cronométrese. Desde la primera vuelta le conviene saber si el tiempo dado para cada prueba le es suficiente o escaso. El tiempo que le ofrecemos al comienzo de cada prueba es exigente, pero alcanzable. No todos pueden resolverla en ese lapso. Sin embargo, con la práctica, Vd. conseguirá mucha mayor rapidez y, por tanto, logrará resolver toda la prueba en el tiempo marcado. Probablemente, al menos en la primera ronda, no le dará tiempo a responder a todas las preguntas; no se preocupe: es lo normal. Sin embargo, para que Vd. mismo vaya comprobando sus progresos, le proponemos que anote el número de aciertos logrados dentro del tiempo marcado; y así en cada repaso. Pronto notará su progreso.
- Trabaje sin interrupción ni distracción. Aproveche su tiempo. Trabaje deprisa, pero también con seguridad. Si termina antes de tiempo, repase sus respuestas y, si puede, responda a las que dejó en blanco. Para facilitar su preparación, procure trabajar en un lugar tranquilo.
- Sólo una de las respuestas es correcta. Por tanto, si duda entre dos posibles, elija la mejor, la más perfecta. Una vez emitida su respuesta, no la cambie, salvo que esté seguro de que es otra la correcta. Por regla general le conviene dejarse llevar por el sentido común: no trate de descubrir aviesas intenciones en las preguntas (no las tienen).
- Si una respuesta se le resiste, déjela. Continúe con la siguiente. Al final, si le sobra tiempo, vuelva sobre ella. Pero no debe dedicar mucho tiempo a ninguna pregunta, ya que todas las respuestas tienen el mismo valor; si se demora demasiado en una respuesta, no podrá responder a otras varias preguntas: por intentar conseguir un punto puede perder varios.
- Ejercítese en «la mecánica» de las pruebas psicotécnicas. No responda sobre el propio cuestionario, sino sobre una hoja de respuestas (al final de esta obra le ofrecemos varios modelos). De esta manera, en los sucesivos repasos no tendrá ningún rastro de su respuesta en las rondas anteriores y, además, se habituará a la situación del examen real.
- Cuide de no equivocarse en sus respuestas, ya que los errores descuentan puntuación en las pruebas psicotécnicas. Generalmente, cada acierto suma un punto, y cada error resta una parte de un punto. Concretamente, la fórmula que suele emplearse para obtener la puntuación alcanzada por un candidato es ésta:
E
|
|
PD = A –
|
|
n-1
|
donde:
PD = Puntuación directa, es decir, el número de puntos conseguidos.
A = Aciertos, donde cada uno suma un punto.
E = ‑Errores, es decir, respuestas incorrectas; por tanto, no se cuentan las respuestas dejadas en blanco (omisiones) que ni suman ni restan.
n = Número de posibles respuestas (a, b, c, d) de cada pregunta.
Obsérvese que los E (errores) se dividen entre las posibilidades de respuesta menos uno, ya que una es la correcta, siendo las demás erróneas.
Del mismo modo, la fórmula nos indica que el sustraendo de la resta es el coeficiente entre E y n – 1. Teniendo en cuenta que la mayor parte de las pruebas psicotécnicas consta de cuatro (a, b, c, d) posibles respuestas, esa fórmula generalmente se traduce en ésta:
E PD = A –
3
Ello significa que cada error descuenta 0,33 puntos; o, lo que es lo mismo: cada tres errores descuentan un punto.