El derecho a la libertad de expresión es un derecho fundamental que se encuentra consagrado en la mayoría de las constituciones democráticas del mundo. Este derecho garantiza a todas las personas la libertad de expresar sus ideas y opiniones sin temor a represalias por parte de las autoridades o de terceros. Pero, ¿para qué sirve realmente este derecho y qué implicaciones tiene entre los ciudadanos?

En primer lugar, el derecho a la libertad de expresión es esencial para la existencia misma de una sociedad democrática. Sin este derecho, los ciudadanos no tendrían la libertad de cuestionar las decisiones de las autoridades o de expresar sus opiniones sobre temas políticos, sociales o culturales. Por lo tanto, la libertad de expresión es fundamental para la participación ciudadana y para el ejercicio de la democracia.

Además, el derecho a la libertad de expresión es también un derecho humano básico que permite la realización de otros derechos fundamentales, como la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. De esta manera, la libertad de expresión garantiza que todas las personas puedan expresar su identidad, su cultura y sus creencias de manera libre y sin restricciones. De hecho, en el título II, Libertades, y en artículo 11 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea así aparece,  y se define como “toda persona tiene derecho a la libertad de expresión.

Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber injerencia de autoridades públicas y sin consideración de fronteras”, añadiendo en un segundo punto que “se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo”.

Sin embargo, la libertad de expresión también tiene implicaciones importantes entre los ciudadanos. Por un lado, esta libertad implica la responsabilidad de respetar los derechos de los demás y de no causar daño a terceros. Por ejemplo, la incitación al odio o a la violencia no está protegida por el derecho a la libertad de expresión, ya que estas acciones pueden poner en peligro la seguridad y los derechos de otras personas.

Por otro lado, la libertad de expresión también puede generar conflictos entre los ciudadanos y grupos con diferentes opiniones o ideologías. En estos casos, es importante que se respete la diversidad de opiniones y que se fomente el diálogo y la discusión respetuosa, sin caer en la violencia o la intolerancia.

Es importante que se promueva una cultura de respeto a la diversidad de opiniones y de derechos humanos para garantizar que la libertad de expresión se ejerza de manera responsable y sin poner en peligro la convivencia pacífica entre los ciudadanos.

Sobre este derecho circula la profesión del periodismo, una de las disciplinas que se imparten en la Universidad UDIMA.