Archivos de Autor: Ana Lacasa

La evolución de las teorías de la comunicación a lo largo de la historia

La comunicación, esa herramienta fundamental para los humanos, capaz de establecer relaciones entre nosotros, es vital para la humanidad. Gracias a ella se pueden llegar a acuerdos empresariales y personales, establecer relaciones, enamorarse, tener amistades, conocer a gente, encontrar la paz pero también es causante de guerras. Es una parte de nuestra vida que siempre ha estado en la mente de filósofos y filólogos, de los expertos en la comunicación humana, y por eso, existen múltiples teorías que han estado presentes a lo largo de la historia, cada una con enfoques distintos, moldeando la comprensión de este proceso comunicativo.

Entre las teorías más influyentes se destacan la Teoría de la Comunicación de Masas de Harold Lasswell, la Teoría de la Información de Claude Shannon y Warren Weaver, y la Teoría de la Comunicación Simétrica y Asimétrica de Frank Dance. Estas teorías han estado presentes cuando se estudia esta parte del comportamiento humano tan importante para todos, así que, para los expertos en comunicación, es clave conocerlas con detalle.

Teoría de la comunicación de masas de Harold Lasswell (1948):

Harold Lasswell, pionero en el estudio de la comunicación, propuso una teoría centrada en el «quién dice qué, a través de qué canal, a quién y con qué efecto». Esta perspectiva, enfocada en los roles de emisor, mensaje, canal, receptor y efecto, sentó las bases para el análisis crítico de los medios de comunicación en la sociedad. Su enfoque estructural influyó en la comprensión de cómo los mensajes mediáticos pueden tener impactos significativos en la opinión pública y la formación de actitudes.

Teoría de la información de Claude Shannon y Warren Weaver (1949):

En contraste, la Teoría de la información de Shannon y Weaver se centró en la transmisión eficiente de información. Desarrollada en el contexto de la ingeniería de las telecomunicaciones, esta teoría introdujo conceptos como la entropía y el ruido, destacando la importancia de la precisión y la reducción de la ambigüedad en la comunicación. Aunque nació en un contexto técnico, su influencia se ha extendido a campos como la cibernética y la teoría de la comunicación contemporánea.

Teoría de la comunicación simétrica y asimétrica de Frank Dance (1967):

Frank Dance contribuyó con la distinción entre comunicación simétrica y asimétrica, abordando las dinámicas de poder en las interacciones humanas. La comunicación simétrica se caracteriza por la igualdad en la relación, mientras que la asimétrica implica desequilibrios. Esta teoría proporciona una lente analítica para entender las complejidades de las relaciones interpersonales y organizacionales, explorando cómo la comunicación moldea las estructuras de poder.

Teoría de los efectos limitados

La teoría de los efectos limitados fue desarrollada en la década de 1940 por los investigadores Paul Lazarsfeld, Bernard Berelson y Hazel Gaudet. Esta teoría sostiene que los medios de comunicación tienen un efecto limitado sobre las personas, y que su influencia está mediada por factores como las características personales de las personas, sus creencias y actitudes previas, y su contexto social.

La teoría de los efectos limitados se basa en el modelo de flujo de comunicación de dos pasos, que sugiere que los medios de comunicación no influyen directamente sobre las personas, sino que lo hacen a través de los líderes de opinión. Los líderes de opinión son personas que tienen una influencia significativa sobre las creencias y actitudes de otros.

La teoría de los efectos limitados fue una respuesta a la teoría de la aguja hipodérmica, y supuso un cambio importante en la forma de entender la comunicación. Esta teoría reconoció que las personas no son receptores pasivos de los mensajes de los medios de comunicación, sino que son capaces de interpretarlos y procesarlos de forma crítica.

Teoría de la agenda setting

La teoría de la agenda setting fue desarrollada por Maxwell McCombs y Donald Shaw en la década de 1970. Esta teoría sostiene que los medios de comunicación no determinan lo que la gente piensa, pero sí lo que la gente piensa sobre.

La teoría de la agenda setting se basa en el hecho de que los medios de comunicación seleccionan y priorizan la información que transmiten. Esta selección y priorización de la información influye sobre la atención que las personas le prestan a los temas.

La teoría de la agenda setting ha sido muy influyente en el estudio de la comunicación, y ha ayudado a comprender cómo los medios de comunicación influyen sobre la agenda pública.

Estas teorías, aunque formuladas en distintos contextos históricos, siguen influyendo en el estudio de la comunicación contemporánea. La teoría de la comunicación de masas de Lasswell se refleja en el análisis crítico de los medios en la era digital, donde la información fluye a través de múltiples canales. La teoría de la información de Shannon y Weaver ha evolucionado hacia el estudio de la comunicación digital y la era de la información, donde la atención se centra en la calidad de la transmisión y la gestión de la sobrecarga informativa. La teoría de la comunicación simétrica y asimétrica de Dance sigue siendo relevante en la comprensión de las dinámicas de poder en las relaciones interpersonales, organizacionales y sociales.

De la investigación a la publicación: guía para redactar noticias de calidad

Un buen periodista se caracteriza porque cuenta la verdad, y lo hace de una manera objetiva, clara y precisa para los lectores. Independientemente del medio en el que trabaje, la redacción de la noticia puede ser similar, aunque las características que tenga serán diferentes. Los periodistas saben hacerlo a la perfección. Redactar noticias efectivas es un arte que requiere habilidades específicas y un enfoque meticuloso para presentar información precisa y relevante al público. Es parte talento, capacidad de escribir bien, pero también se pueden basar en una serie de estrategias y consideraciones que si se aplican correctamente, pueden tener el mismo efecto. 

El primer paso para escribir una noticia efectiva es identificar una historia relevante e interesante para el público. La elección del tema debe basarse en su importancia, actualidad y relevancia para la audiencia a la que se dirige. Así que el periodista es un experto en observar, en relacionar y en identificar cada oportunidad que tiene una historia, sabiendo cómo contarla para así mostrar esa realidad que tanto le ha sorprendido.

Ahora bien, es indispensable recopilar información de fuentes fiables y verificables. Los periodistas deben realizar investigaciones exhaustivas, entrevistar a testigos y expertos, y consultar documentos oficiales para garantizar la precisión de los hechos presentados en la noticia. Siempre se ha dicho, como una regla de estilo en muchos periódicos importantes, que una información debe tener al menos tres fuentes diferentes para poder ser confirmada como válida. Y eso hay que llevarlo a rajatabla.

Una noticia efectiva debe seguir una estructura clara y concisa, organizada en los párrafos de manera jerárquica, siguiendo el formato conocido como pirámide invertida. La información más importante debe estar en los primeros párrafos, seguida de detalles adicionales en orden decreciente de importancia.

Cada medio de comunicación tiene sus propias características y requisitos. Es esencial adaptar el estilo y el tono de la redacción según el medio en el que se publicará la noticia. Por ejemplo, las noticias para televisión y radio deben ser más concisas y directas, mientras que la prensa escrita permite un mayor desarrollo del contenido. Y es que los lectores o receptores son también diferentes, y de ahí estriba la importancia de adaptarse a lo que ellos quieren.

Es imprescindible citar las fuentes de información y atribuir adecuadamente las citas y los datos. Esto no solo añade credibilidad a la noticia, sino que también cumple con los estándares éticos del periodismo.

Antes de publicar cualquier noticia, los periodistas deben verificar cuidadosamente los hechos y evitar la difusión de rumores o información no confirmada. La credibilidad del medio de comunicación está en juego, por lo que la precisión es primordial.

Cuando ya está redactada la noticia, toca el turno de la edición. Lo puede hacer el mismo periodista, debe de hacerlo, al menos para comprobar que todo está correctamente escrito, sin faltas de ortografía o gramaticales. Pero siempre viene bien un par de ojos nuevos que se acercan a la noticia por primera vez, ya que así se pueden captar las lagunas que puede tener esa información en concreto. 

El respeto por la privacidad, la imparcialidad y la objetividad son principios éticos fundamentales en el periodismo. Los periodistas deben evitar sesgos y presentar los hechos de manera imparcial, permitiendo que los lectores o audiencia formen sus propias opiniones.

En el entorno digital actual, la interacción con la audiencia es esencial. Los periodistas deben estar preparados para recibir comentarios y preguntas del público, fomentando el diálogo y la participación activa.

Cuando todo esto se pone en marcha, lo demás es coser y cantar. Los estudiantes que están haciendo la carrera de Periodismo pueden ver esto como algo difícil, pero la práctica es la que otorga toda la profesionalidad y la manera de trabajar. Así que hay que empezar a escribir desde el minuto uno para así estar preparado.

Guardianes de la Verdad: el poder y los desafíos de los periodistas en la era digital

Todo el mundo tiene claro que hay un derecho a la información y a la libertad de expresión. Y los que mueven el hilo de estos derechos son aquellos que manejan habitualmente la información, es decir, los periodistas, que desempeñan un papel fundamental en la protección de esta libertad de expresión que es un derecho humano básico consagrado en numerosas constituciones y tratados internacionales. Su función principal es informar de manera objetiva y veraz, proporcionando a la sociedad información crucial para el funcionamiento democrático. Los periodistas actúan como guardianes de la verdad y la transparencia, destapando hechos, exponiendo la corrupción y dando voz a los marginados.

Sin embargo, este rol vital no está exento de desafíos significativos. Uno de los desafíos más prominentes es la censura gubernamental. En muchos países, los periodistas enfrentan amenazas, intimidación y represalias por parte de las autoridades, lo que limita su capacidad para informar con libertad. Además, la violencia y la persecución física contra periodistas son una preocupación constante en diversas partes del mundo, lo que socava la libertad de prensa y, por ende, la libertad de expresión. 

En este sentido hay que recordar lo que está pasando en países como México, donde todos los años asesinan a muchos profesionales por motivos de trabajo, por hacer su labor como informante, como emisor de hechos noticiables que todo el mundo debe conocer. 

Otro desafío importante es la propagación de la desinformación y las noticias falsas en plataformas digitales. La era de internet ha democratizado la información, pero también ha facilitado la difusión masiva de contenido engañoso. Los periodistas se enfrentan a la tarea de verificar la veracidad de las noticias en un mar de información, lo que pone a prueba su credibilidad y la confianza del público en los medios de comunicación. A esto hay que añadir aquellos hackers y grupos delictivos que se encargan de propagar información falsa en páginas web que parecen oficiales o que se parecen a otros medios de comunicación fiables. La labor del periodista es también la de denunciar este tipo de situaciones.

Para superar estos desafíos, es esencial fortalecer las instituciones democráticas y el estado de derecho. Las administraciones públicas tienen la responsabilidad de proteger y promover la libertad de prensa, garantizando un entorno seguro y propicio para que los periodistas realicen su trabajo. La creación y aplicación efectiva de leyes que salvaguarden la libertad de expresión son fundamentales. Además, la educación pública sobre alfabetización mediática puede ayudar a la audiencia a discernir entre noticias creíbles y desinformación, fortaleciendo así la democracia.

Los medios de comunicación también tienen un papel crucial en la autorregulación. Los códigos éticos y las normas profesionales pueden ayudar a mantener altos estándares en el periodismo, promoviendo la precisión y la imparcialidad. Además, las organizaciones periodísticas y los periodistas individuales pueden colaborar para resistir las presiones externas y defender su independencia, contribuyendo así a la protección de la libertad de expresión.

Los periodistas desempeñan un papel fundamental en la protección de la libertad de expresión. Su trabajo es esencial para el funcionamiento de una democracia, y las administraciones públicas deben adoptar medidas para garantizar su seguridad y su labor.

Información auténtica en un mundo de desinformación: estrategias inteligentes para evaluar la credibilidad de las fuentes

Todos recibimos información. Lo queramos o no. Estamos en un momento de la historia en el que las noticias vuelan. En solo unos minutos, un acontecimiento o suceso puede dar la vuelta al mundo. Y no lo hace solo a través de los medios de comunicación, sino que las redes sociales ayudan a transmitir esa información prácticamente al instante. Pero no todo lo que se encuentra en Internet es fiable, y mucho menos si estamos hablando de las redes sociales. Los ciudadanos, hoy en día, deben tener espíritu crítico para poder discernir, dudar y preguntarse sobre cómo acceden a la información, ya que hay información auténtica y desinformación engañosa que tiene un objetivo de manipulación del pensamiento social colectivo. La diferencia entre información y desinformación fundamental radica en la precisión y la intención. La información es un conjunto de datos o hechos verificables que se presentan de manera objetiva y equitativa, mientras que la desinformación es información falsa o engañosa creada y difundida con la intención de engañar, confundir o manipular a las personas.

La clave está en saber identificar las noticias falsas que, muy a nuestro pesar, aparecen en nuestros tablones de las redes sociales. Por eso, hay que verificar siempre la fuente de la que procede. Se sabe que es una fuente fiable si es una web con renombre, periódicos, revistas y organizaciones de noticias establecidas. Hay que desconfiar, por tanto, de las fuentes desconocidas o sospechosas.

Aún así, hay veces que, en las redes sociales, se puede encontrar información que, aparentemente, procede de un medio de comunicación oficial, pero en realidad se trata de algo diseñado para que parezca como tal. En esos casos, el lector o consumidor de noticias ha de tener el espíritu crítico como para desconfiar de algo que no le cuadra y comprobar, a través de otras fuentes fiables, que es verdad lo que se está diciendo. La repetición de la historia por fuentes diferentes aumenta la credibilidad. 

Los titulares sensacionalistas y exagerados son señales de advertencia. La desinformación a menudo utiliza titulares llamativos para atraer la atención sin respaldar sus afirmaciones con hechos.

La pregunta está en cómo saber si una fuente es fiable o no. Para eso, hay que examinar el historial de la fuente. Las organizaciones de noticias respetadas tienen una larga trayectoria de informar sobre noticias veraces y precisas.

También es importante conocer al autor y verificar su experiencia sobre el tema. Los artículos escritos por expertos en el campo suelen ser más fiables que aquellos escritos por personas sin credenciales. Asimismo, hay que ver cómo son las webs que visitamos. Las webs profesionales y fiables están bien organizadas y libres de anuncios y ventanas emergentes excesivos.

Del mismo modo, es importante analizar el tono en el que se presenta la noticia. Los mensajes excesivamente emotivos, agresivos o provocativos pueden indicar una intención oculta. La desinformación a menudo apela a las emociones extremas para manipular las opiniones. La desinformación puede carecer de pruebas o contexto adecuado para respaldar sus afirmaciones. Las fotos o videos fuera de contexto también son señales de alerta.

Los ciudadanos también tienen en su mano estrategias para poder diferenciar entre información y desinformación. Es importante que se cuestionen siempre la información que se encuentra en la Red. Hay que analizar los argumentos, buscar pruebas y considerar múltiples perspectivas antes de aceptar una afirmación como verdadera.

En temas de salud, política y ciencia, las fuentes gubernamentales, académicas y científicas suelen proporcionar información precisa y actualizada. Hay que recordar todo lo que pasó con el coronavirus, cuando hubo mucha información en Internet que no se sostenía por ningún lado y que incluso causaba un poco de pánico entre la población, al ser muy exagerada y manipulada. 

En última instancia, la capacidad de distinguir entre información y desinformación es esencial para tomar decisiones informadas y mantener una sociedad informada y democrática. Al desarrollar habilidades para evaluar críticamente la información que encontramos en línea, podemos contribuir a un entorno digital más seguro y confiable para todos.

La desinformación es un problema serio que puede tener un impacto negativo en la sociedad. Al ser críticos con la información que consumimos, podemos ayudar a combatir la desinformación y protegernos de sus efectos.