Archivos de Autor: Ana Lacasa

Cuando la prensa se convierte en protagonista: Películas inolvidables sobre periodismo

La labor del periodista, que consiste en investigar un caso, sacar a la luz la verdad sobre algunas cosas, contar historias, ha sido uno de los temas que ha cubierto perfectamente el cine. Las películas, dirigidas por maestros del séptimo arte y protagonizadas por actores muy talentosos, han dejado una huella indeleble en la cultura cinematográfica y han ofrecido una visión poderosa del mundo del periodismo. Algunas incluso han servido de inspiración para muchos que han visto fomentada su vocación de ser periodista y otras también han servido para que todo el mundo conozca la ética del periodismo, por lo que tiene que luchar, lo que tiene que transmitir. 

Todos los hombres del presidente (1976) 

Esta película dirigida por Alan J. Pakula es la estrella del cine periodístico. Basada en hechos reales, la película narra la investigación periodística que llevó a la revelación del escándalo Watergate que culminó con la renuncia del presidente Richard Nixon en 1974. Los actores Robert Redford y Dustin Hoffman interpretan a los reporteros del Washington Post, Bob Woodward y Carl Bernstein, respectivamente, quienes desentrañan el caso a través de un periodismo minucioso y comprometido. Con su ritmo trepidante en el que se narra una historia de dedicación, vocación e investigación para sacar a la luz la verdad, esta película destaca por su meticulosa atención a los detalles, representando el periodismo de investigación como una herramienta esencial para mantener la transparencia y la rendición de cuentas en el poder político.

Ciudadano Kane (1941) 

Esta es la película más importante de Orson Welles y un ejemplo de cómo se hace cine, no solo por un argumento intrigante y original, sino también por la calidad de los planos que significa mucho más de lo que se piensa. Esta película aborda la vida ficticia del magnate de la prensa Charles Foster Kane, interpretado por el propio Orson Welles. La película se inspira en la figura del magnate de medios William Randolph Hearst, y sigue la investigación de un periodista en busca del significado detrás de la última palabra pronunciada por Kane: «Rosebud». A través de una narrativa no lineal, la película reflexiona sobre el poder de los medios de comunicación y cómo pueden influir y manipular la opinión pública. Resalta así la importancia del periodismo en la construcción de la verdad y cómo puede moldear la percepción de la realidad.

Spotlight (2015) 

Una película más reciente y que ha dado mucho que hablar pero que refleja la labor del periodismo es Spotlight, dirigida por Tom McCarthy e interpretada por Mark Ruffalo, Michael Keaton y Rachel McAdams. Relata la investigación real llevada a cabo por el equipo de reporteros de The Boston Globe en 2001, que destapó los escandalosos casos de abuso sexual en la Iglesia Católica. La película muestra el arduo trabajo de los periodistas mientras enfrentan la presión de poderosas instituciones y desentrañan una red de encubrimiento que duró décadas. Destaca por su enfoque valiente en el periodismo de investigación y su capacidad para destapar verdades incómodas, así como por su mensaje sobre la importancia de la prensa libre y su papel en desafiar el abuso de poder.

Un mundo implacable (1976) 

Esta sátira del periodismo televisivo sigue a Howard Beale, un veterano presentador de noticias, que después de anunciar su despido en directo, se convierte en una figura mediática excéntrica y profética. La película, dirigida por Sidney Lumet y protagonizada por Peter Finch, Faye Dunaway y William Holden aborda temas como la manipulación de los medios, la obsesión por el rating y la ética periodística en un mundo cada vez más sensacionalista. Es relevante en la actualidad, ya que plantea cuestiones sobre la integridad del periodismo y cómo la búsqueda del entretenimiento puede eclipsar la verdad y la responsabilidad informativa.

Good Night, and Good Luck (2005)

Esta película dirigida por George Clooney y protagonizada por el mismo actor, David Strathaim y Patricia Clarkson devuelve la mirada a los años de la “caza de brujas”. Volviendo al blanco y negro, que le da ese poder de sugestión tan importante, siguiendo así la estela de Ciudadano Kane, esta película narra la lucha del periodista Edward R. Murrow y su equipo de producción para exponer las tácticas de intimidación del senador Joseph McCarthy durante la «Caza de Brujas» en los años 50. Con un estilo blanco y negro evocador de la época, «Good Night, and Good Luck» enfatiza el papel crítico que desempeñan los periodistas en la protección de la libertad de expresión y la denuncia de la injusticia.

The Post (2017) 

Steven Spielberg dirige con esta película una obra magistral de cómo se hace buen periodismo. De la mano de Meryl Streep y Tom Hanks, narra la historia de la editora del Washington Post, Katharine Graham, y al editor Ben Bradlee mientras luchan por publicar los Documentos del Pentágono, que revelan secretos gubernamentales sobre la Guerra de Vietnam. «The Post» destaca el coraje periodístico y la importancia de mantenerse firmes ante la presión política.

Zodiac (2007) 

Esta película, dirigida por David Fincher y protagonizada por Jake Gyllenhaal, Mark Ruffalo y Robert Downey Jr, está basada en una historia real, la del asesino en serie conocido como Zodiac y un grupo de periodistas y detectives que intentan resolver los crímenes y capturar al asesino. Explora la obsesión de los periodistas por la verdad y cómo el caso afecta sus vidas y carreras.

Primera plana (1974) 

Esta es una de las películas más importantes del director Billy Wilder y que reúne a la pareja cómica por excelencia de Hollywood: Jack Lemmon y Walter Matthau. Esta comedia sigue las peripecias de un reportero y su editor mientras cubren la noticia de un hombre que se escapa de la cárcel antes de su ejecución. Destaca por su dinamismo y la competitividad en el mundo del periodismo, así como la moralidad y la ética en la búsqueda de primicias informativas.

Al filo de la noticia (1987) 

Dirigida por James L. Brooks y protagonizada por William Hurt, Holly Hunter y Albert Brooks, esta película aborda el frenético mundo de las noticias de televisión y sigue a un trío de personajes: una productora brillante, un reportero encantador, pero poco ético y una talentosa pero ansiosa reportera. Esta película muestra la presión de mantener altos estándares periodísticos en un medio donde la audiencia busca entretenimiento antes que información veraz.

El dilema (1999) 

Basada en hechos reales, la película, dirigida por Michael Mann, cuenta la historia de un denunciante de la industria del tabaco que revela prácticas poco éticas y peligrosas. Un productor de noticias de la televisión lucha por transmitir la historia mientras enfrenta la presión de intereses comerciales. Russel Crowe y Al Pacino protagonizan esta película que destaca la importancia de la integridad periodística y el valor de exponer la verdad, incluso cuando hay fuerzas poderosas en contra.

Luna nueva (1940) 

Volviendo otra vez al cine clásico no hay que olvidar esta película dirigida por Howard Hawks y protagonizada por Cary Grant y Rosalind Russel. En tono de comedia, la película sigue a una periodista talentosa y decidida que deja su carrera para casarse, pero se ve arrastrada nuevamente al mundo del periodismo cuando su exmarido y editor la persuade para cubrir una última historia.Se retrata así la dinámica de género en el periodismo y cómo el amor por la profesión puede competir con los asuntos del corazón.

El precio de la verdad (2003) 

Esta película, dirigida por Billy Ray, aborda el tema de la verdad y de la credibilidad de los periodistas, que deben ser los encargados de transmitir información fiable. Está basada en la verdadera historia del periodista Stephen Glass, que cayó en desgracia cuando se descubrió que sus artículos eran fraudulentos. Esta película destaca la importancia de la ética periodística y cómo la confianza puede romperse cuando se traiciona la verdad.

Ausencia de malicia (1981) 

La película protagonizada por Paul Newman y Sally Field, que actúan a las órdenes de Sydney Pollack, explora cómo la prensa puede dañar la vida de una persona inocente al publicar información sin verificar. Un reportero imprudente involucra a un empresario en un caso de asesinato, afectando su vida y la de su familia. Esta película esalta la responsabilidad de los periodistas al manejar la información y los posibles efectos devastadores de las noticias sensacionalistas.

La sombra del poder (2009) Director: Kevin Macdonald Protagonistas: Russell Crowe, Ben Affleck, Rachel McAdams
Magnífica película dirigida por Kevin Macdonald que seguro inspira a muchos para adentrarse en el mundo del periodismo. Está basada en una miniserie británica y cuenta la historia de un equipo de reporteros mientras investigan la muerte de una asistente parlamentaria y descubren una trama de corrupción y conspiración política. Esta película ilustra la importancia de la colaboración y el esfuerzo colectivo en el periodismo de investigación y cómo la verdad puede ser el objetivo final, incluso en medio de adversidades.

El gran carnaval (1951)

Esta película, dirigida por Billy Wilder, cuenta la historia de un periodista que se aprovecha de un accidente de tráfico para obtener una exclusiva. La película está protagonizada por Kirk Douglas y Burt Lancaster, y es una sátira del periodismo sensacionalista.

Se nota por tanto que el periodismo cautiva e inspira a los estudios de Hollywood que muestran todos los entresijos de esta labor que es tan vocacional y que se enfrenta a poderes públicos al intentar contar la verdad por encima de todo. 

Lecciones de periodismo para la vida diaria: cómo identificar si una fuente es de fiar

Todos los días se consume información. Ya sea a través de medios de comunicación fiables como a través de las redes sociales, donde algunas veces se distribuye contenido de dudosa fiabilidad. Nuestra labor como ciudadanos o como lectores de información sería la de poder diferenciar entre una noticia falsa o verdadera, así como saber el sesgo que tiene una noticia dependiendo de la publicación donde se realice. Y ahí es donde está la dificultad, ya que en un momento en el que la información vuela, en donde el mejor periodista es el que más rápido informa de una noticia, y en donde el contenido se difunde por doquier, hay que tener claro dónde se encuentran las fuentes de información más fiables. Para poder identificarlas, sólo hay que seguir una serie de consejos, como los siguientes.

Revisar la fuente

Los lectores, a la hora de consumir una información, deben de ser conscientes de dónde están leyéndola. Si lo hacen en las redes sociales, donde ahora los medios de comunicación también tienen sus perfiles para poder informar de las últimas novedades sobre todo tipo de cosas, se debe saber quién está detrás de esa información. Pero, además, hay que saber si la información que se transmite procede de una fuente fiable también, siendo conscientes de si se trata de una organización conocida y respetada o si tiene un historial de precisión y fiabilidad. No es lo mismo darle voz a, por ejemplo, una ONG como Greenpeace, que tiene mucha credibilidad y reputación, que de otra de la que no se ha oido hablar nunca y que además, comprobar quiénes la componen es bastante difícil. 

Mirar el contenido

Cuando se lee el contenido en cuestión, hay que estar atento a la manera en la que está escrito. Si está bien organizado o si está libre de errores gramaticales u ortográficas. En el caso de que se encuentren este tipo de errores habría que dudar de su fiabilidad. Asimismo, hay que saber si una fuente en la que se basa ese contenido está citada adecuadamente.

Evaluar la presentación de la información

El lector también debe de ser consciente de cómo se presenta la información, si está escrito o contado de una manera objetiva o si, por el contrario, se trata de un contenido sesgado. Asimismo, es importante saber diferenciar si se trata de un contenido que tiene algo de propaganda o de publicidad. Hay que recordar que, en el caso de la publicidad, existen muchos contenidos en medios de comunicación fiables que están dentro de lo que se llama marketing de afiliados y cuyo único objetivo es conseguir una comisión por parte de un ecommerce que ha conseguido una venta al redirigir a los lectores a esa página web.

Usar el sentido común y el espíritu crítico

Los lectores también tienen un sexto sentido. En el caso de que haya algo dudoso o que, al menos se siente como dudoso, es que hay que desconfiar. Pero para eso también sirve la labor de un lector informado, ya que puede contrastar la información consultando a otras fuentes.

Integridad editorial

Las fuentes fiables tienen normas estrictas en cuanto a la verificación de hechos y la precisión de sus contenidos. Es importante buscar sitios web o medios con prácticas de redacción transparentes y declaraciones sobre sus políticas editoriales.

Sesgo y objetividad

Ninguna fuente de información es completamente objetiva, pero es importante identificar sesgos excesivos. Fuentes confiables presentan datos y argumentos respaldados por evidencias en lugar de apelar puramente a emociones o opiniones.

Actualización y vigencia

La actualidad de la información es crucial, especialmente en temas que evolucionan rápidamente. Fuentes fiables se actualizan regularmente y proporcionan fechas claras para sus contenidos.

Pluralidad de opiniones

Fuentes creíbles tienden a presentar diversas perspectivas sobre un tema, incluso si no están de acuerdo con ellas. La exposición a diferentes puntos de vista fomenta un entendimiento más amplio y una evaluación crítica de la información.

Reputación y reconocimiento externo

Investigar la reputación general de una fuente y si ha sido reconocida por organizaciones independientes o premios puede brindar una indicación de su credibilidad.

En la actualidad, los lectores pueden saber de antemano cuándo una fuente de información no es fiable. Por ejemplo, los blogs personales pueden ser una buena fuente de información, pero es importante saber que el autor puede tener sesgos u opiniones personales que puede influir en la información que comparte. También hay que saber quién es el autor del blog. Así, hay muchos blogs que contienen información médica de interés pero cuyo autor no es médico o enfermero, sino simplemente un amante de la medicina. En este caso, sería más importante consultar y creerse un blog realizado por un médico para así saber que las opiniones y consejos que allí aparecen están respaldados por evidencia científica.

También hay que desconfiar de las páginas de redes sociales. En la actualidad, muchos usuarios utilizan estas plataformas sociales para mantenerse informados, pero hay que saber quién comparte qué y fiarse solo de las fuentes oficiales. 

Los ciudadanos deben ser críticos con la información que se consume. No hay que fiarse ciegamente de una información, sino que hay que aprender a consultar varias fuentes para así tener una visión mucho más objetiva de lo que se quiere contar. Está en la mano de cada uno informarse de la mejor manera posible. 

Claves para una exitosa comunicación interna en una empresa

Cuando se habla de comunicación empresarial, muchos piensan en la comunicación de los logros de la compañía al exterior, pero la comunicación interna también es clave para el buen funcionamiento de la empresa. Y es que establecer una adecuada política de comunicación interna es esencial para garantizar la fluidez de la información, fomentar la colaboración entre los empleados y promover un ambiente de trabajo cohesionado.

Parece que es una tarea fácil de llevar a cabo, pero esta organización y gestión de la comunicación interna requiere de una serie de conocimientos, y en este artículo se exploran algunas claves para que ese plan se lleve a cabo con éxito. Y también precisa de profesionales en la materia. Y es ahí donde juegan un papel relevante los periodistas, pues también esa es parte de su misión como comunicadores.

En primer lugar, es crucial definir los canales de comunicación interna que se utilizarán en la empresa. Estos canales pueden incluir correos electrónicos, intranets, boletines informativos, reuniones periódicas o grupos de discusión online, entre otros. Lo más importante es seleccionar aquellos canales que mejor se ajusten a las necesidades de la empresa y también es recomendable no centrarse solo en un canal, sino combinarlos de manera efectiva para así estar seguro de que todos los empleados pueden tener acceso a la información procedente de la compañía.

Un aspecto clave en la política de comunicación interna es la transparencia. Los empleados deben recibir información clara y oportuna sobre los asuntos que afectan a la empresa. Esto implica compartir información relevante sobre la estrategia y objetivos de la organización, los cambios organizacionales, los logros alcanzados, los desafíos enfrentados y cualquier otra información que sea pertinente. La transparencia genera confianza y compromiso por parte de los empleados, ya que se sienten parte del proceso y comprenden cómo su trabajo contribuye al éxito de la empresa.

Otro elemento importante en una política de comunicación interna es la retroalimentación. Los empleados deben tener la oportunidad de expresar sus opiniones, hacer preguntas y brindar sugerencias. La empresa debe fomentar un ambiente en el que los empleados se sientan seguros para expresar sus ideas y preocupaciones. De esta manera, la compañía debe tener preparadas encuestas periódicas, sesiones de preguntas y respuestas, buzones de sugerencias o cualquier otro mecanismo que facilite la retroalimentación. Es fundamental que la empresa escuche activamente a sus empleados y tome medidas en base a sus comentarios.

La consistencia en la comunicación es otro aspecto clave. Es interesante establecer una estructura y un calendario de comunicación que sea predecible para los empleados. Esto implica definir cuándo y cómo se compartirá la información, establecer fechas límite claras para la entrega de mensajes y garantizar que la comunicación se realice de manera regular. De esta manera, se evitará la confusión y ayudará a los empleados a estar al tanto de las novedades y cambios en la empresa.

Además de los canales formales de comunicación, es fundamental fomentar la comunicación informal entre los empleados. Por tanto, es importante ayudar a que los empleados puedan compartir experiencias y puntos de vista en encuentros informales, como pueden ser los descansos para el café o incluso llevar a cabo actividades de team building. Estas actividades son oportunidades para fortalecer los lazos entre los miembros del equipo y fomentar la colaboración. La empresa puede promover estas interacciones informales proporcionando espacios comunes donde los empleados puedan interactuar y compartir ideas de manera casual.

La tecnología también juega un papel importante en la comunicación interna. Las herramientas digitales, como las aplicaciones de mensajería instantánea o las plataformas de colaboración online, pueden facilitar la comunicación rápida y efectiva entre los empleados, especialmente en organizaciones con equipos distribuidos geográficamente. Sin embargo, es importante utilizar la tecnología de manera adecuada y consciente. No todas las herramientas digitales son apropiadas para todas las situaciones. Es fundamental evaluar las necesidades de comunicación de la empresa y seleccionar las herramientas que mejor se ajusten a esas necesidades. Además, es esencial establecer pautas claras sobre el uso de estas herramientas para evitar la sobrecarga de información y promover un uso efectivo y eficiente.

La formación y capacitación también son elementos importantes en una política de comunicación interna exitosa. Los empleados deben recibir la formación necesaria para utilizar los canales de comunicación de manera efectiva y comprender el propósito de la política de comunicación interna. Esto incluye enseñar a los trabajadores a redactar mensajes claros y concisos, a utilizar el tono adecuado y a respetar las normas de comunicación establecidas.

Por último, la evaluación y mejora continua son esenciales para una política de comunicación interna exitosa. La empresa debe medir regularmente la efectividad de sus canales de comunicación, recopilar comentarios de los empleados y realizar ajustes cuando sea necesario. Por tanto, la compañía debe estar abierta a la retroalimentación y también debe estar dispuesta a adaptarse a medida que evolucionan las necesidades de comunicación de la organización.

Y es que la comunicación interna de una empresa es clave para el desarrollo de la misma. Los trabajadores deben estar informados de los progresos de la empresa, de los cambios que se van produciendo y de las medidas que se van a ir tomando conforme pasan los meses. Así, sienten formar parte de algo más que un puesto de trabajo, pueden sentir que cuentan y que no son solo unos meros trabajadores.

Tras la verdad y el engaño: desentrañando las sutiles diferencias entre periodismo y propaganda

A lo largo de este año, en el que las elecciones se han ido sucediendo, primero en las autonómicas y municipales y poco después unas elecciones generales como las que tuvieron lugar el 23J, los medios de comunicación se han convertido en uno de los puntos clave para las campañas de todos los partidos políticos. En ellos, se ha informado de manera periodística sobre los asuntos que discutían y debatían los candidatos que utilizaban la propaganda, esa forma de comunicación tan característica de las campañas electorales.

Ahora bien, el periodismo y la propaganda comparten algunas similitudes, como puede ser la de comunicar un mensaje determinado, pero también muchas diferencias, como que uno se basa en la objetividad y en los hechos, mientras que la propaganda es más subjetiva y tiene como principal finalidad la de influir en las opiniones de los lectores. 

Los ciudadanos deben de estar informados pero también deben saber distinguir entre periodismo y propaganda, saber cuándo un político les está informando de unos hechos de manera verídica o cuando tiene una intención más propagandística para así tener espíritu crítico a la hora de tomar decisiones cuando tenga que tomarlas. 

Pues bien, ante todo, es importante destacar que el periodismo se basa en los principios de la verdad, la objetividad y la neutralidad. Los periodistas intentan presentar los hechos de forma imparcial y objetiva, y evitan expresar sus opiniones personales o sesgos. Para ello, se basan en la investigación y el análisis de los hechos, para así poder dar una visión más o menos objetiva. Ahora bien, siempre hay que tener en cuenta dónde se consume esa información, ya que los medios de comunicación pueden estar sesgados por una u otra ideología política, así que la recomendación siempre será la de leer varios medios para así tener una información más objetiva de los acontecimientos. 

La propaganda, por otro lado, está diseñada para manipular las emociones y las creencias de las personas. Los propagandistas utilizan técnicas como la exageración, la distorsión y el miedo para crear un sentido de urgencia o para influir en las decisiones de las personas. Se basa en el uso de técnicas persuasivas para manipular las emociones, es subjetiva y está diseñada para promover una agenda particular. Asimismo, tiene como objetivo influir en las opiniones de los lectores para que apoyen una causa particular.

Otra diferencia importante entre el periodismo y la propaganda es su propósito. El periodismo tiene como objetivo informar a la gente sobre los acontecimientos actuales, para que puedan tomar decisiones informadas sobre su vida. La propaganda, por otro lado, tiene como objetivo influir en las opiniones y las creencias de las personas, para que apoyen una determinada causa o punto de vista.

Del mismo modo, el periodismo es un servicio público que es esencial para la democracia, mientras que la propaganda es una herramienta que puede ser utilizada para manipular y que incluso se ha utilizado, en la historia, para socavar precisamente la democracia. 

Pero vamos a destacar cuáles son las características más importantes de una y otra manera de comunicación. En el caso del periodismo, su principal característica es la objetividad, que se basa en la presentación de los hechos de una manera objetiva, sin sesgos, tal y como han sucedido los hechos, basado en la investigación de los datos o de los acontecimientos, sin opiniones por parte de los periodistas y, en el caso de que las hubiera, siempre estarían identificadas por la persona que las ha hecho y estarían entrecomilladas.

También se caracteriza por la independencia, tanto de las influencias políticas, como de las económicas y sociales, para que así se pueda informar de manera veraz y objetiva. Esto es algo que se ha discutido mucho en la actualidad, ya que los medios de comunicación tienen una ideología determinada y, por tanto, están influidos por dichas ideologías, sin hablar del poder de las marcas que tienen ahora mismo en los medios que, a través de la publicidad, pueden también influir en la manera en que se presentan unos actos o que no se presenten.

El periodismo también se caracteriza por la transparencia. Los periodistas deben ser transparentes en sus fuentes y en sus métodos, dejando claro de dónde procede la información para que así los lectores o espectadores puedan evaluar la calidad de la información que se les presenta. 

Y por último, el periodismo se caracteriza por la responsabilidad. Hay que ser responsable de sus errores y debe de corregirlos de manera oportuna.

En cuanto a la propaganda, se puede decir que su principal característica es la subjetividad. Está diseñada para promover unos objetivos particulares y, por lo tanto, está sujeta a sesgos e intereses particulares. 

Asimismo, la propaganda es influencia, utiliza técnicas persuasivas para manipular las emociones de los lectores y, por lo tanto, puede ser fácilmente manipulada para promover una causa particular.

Otra de las características de la propaganda es la desinformación. Y eso se ha visto claramente en las últimas campañas electorales. Los candidatos pueden utilizar información falsa o engañosa que se utiliza para manipular las opiniones de los lectores para así conseguir un voto o una movilización determinada.

Y por último, la propaganda se caracteriza por la ofuscación. A menudo, se utiliza para ocultar información importante o para desviar la atención de los temas importantes. Por eso es tan importante saber distinguirla y así ser consciente de lo que está pasando en el ámbito político. 

El periodismo y la propaganda pueden tener un impacto significativo en la sociedad. El periodismo puede ayudar a los ciudadanos a tomar decisiones informadas sobre sus vidas, mientras que la propaganda puede ser utilizada no solo para ganar unas elecciones, sino que, como ya se ha visto en el transcurso de la historia, puede ser utilizada para socavar la democracia o incluso para promover una guerra, fomentar el odio y la intolerancia y controlar la opinión pública. 

Por todo ello, es importante saber distinguir entre periodismo y propaganda. Ser conscientes de la información que se consume, independientemente del canal en el que la consumamos, ya sean medios de comunicación o las redes sociales, que se han convertido, en los últimos años, en una de las maneras que tienen los ciudadanos de informarse.

Distinguir una cosa de otra se estudia en el Grado en Periodismo que oferta la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA.