Archivos de Autor: María Lara Martínez

Sobre María Lara Martínez

María Lara Martínez

Doctora Europea en Filosofía. Profesora de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA. Escritora, Premio Algaba Ver Perfil

María Lara Martínez

Exposición aeronáutica en Boadilla del Monte

Uno de los monumentos más emblemáticos de Boadilla del Monte es el palacio del infante don Luis, construido en 1765 por Ventura Rodríguez. El conjunto neoclásico fue levantado prácticamente en 2 años por iniciativa del menor de los hijos varones de Felipe V, nacido de sus segundas nupcias con Isabel de Farnesio.

Don Luis fue arzobispo de Toledo, cardenal y primado de España, pero después presentó la renuncia y, en 1776, se casó en matrimonio morganático con María Teresa de Vallabriga y Rozas, condesa de Chinchón. María Teresa sería suegra de Manuel Godoy, el valido de Carlos IV, por la boda del Guardia de Corps extremeño con su hija del mismo nombre, la cual sería I marquesa de Boadilla del Monte.

Don Luis fue mecenas de los pintores Goya y Paret y del músico Boccherini. En aquella época comenzarían en España sus aventuras de los globos aerostáticos.

Hay varias hipótesis sobre cuándo se produjo el inicio de los viajes en globo en España. Una de las versiones afirma que la primera vez en que se registró una ascensión no tripulada en globo fue el 28 de noviembre de 1783, en la casa de campo del infante don Gabriel, hijo de Carlos III.

La experiencia habría tenido lugar en Aranjuez y estaría protagonizada por el ingeniero civil y militar tinerfeño Agustín de Betancourt, fundador del Real Gabinete de Máquinas y de la Escuela de Caminos y Canales, que trabajó tanto para la corona española como para el imperio ruso.

En el Museo del Prado se conserva un lienzo del salmantino Antonio Carnicero, datado hacia 1784, en el que se plasma el experimento del francés Bouclé en los jardines del Real Sitio de Aranjuez, en la etapa final de Carlos III, exactamente la hazaña tendría lugar el 5 de junio de 1784. El periplo acabó de manera accidentada pues el aeronauta no pudo controlar el artilugio en el descenso. No obstante, también se ha indicado que la obra de Carnicero refleja el ensayo que hicieron el 23 de noviembre de 1783 el marqués d’Aile y el profesor Pilâtre de Rozier, que quisieron ascender en globo ante la familia real en El Escorial.

Durante la Guerra Civil Boadilla del Monte fue escenario de combate, especialmente en diciembre de 1936, en la segunda batalla de la carretera de La Coruña.

Tras el fracaso en la primera batalla de la carretera de La Coruña, los nacionales planificaron una operación de mayor alcance, que consistía en romper el frente en Villanueva de la Cañada y Boadilla, ocupando Villanueva del Pardillo, Majadahonda, El Plantío, Aravaca y la cuesta de las Perdices, hasta llegar al río Manzanares.

Los nacionales, con 5 columnas, estaban bajo las órdenes del general Varela. El Ejército republicano, integrado por la 35ª Brigada Mixta, era dirigido por Luis Barceló Jover, militar de carrera que fue uno de los encargados del reclutamiento de batallones al estallar el conflicto. El bando nacional estaba empeñado en tomar Boadilla, pero la niebla impidió el uso de su potencia aérea y artillera. Las tropas de Barceló resistieron en Boadilla.

Desde el 17 de septiembre de 2021 Boadilla del Monte tiene un nuevo “vecino”: un Mirage F1 instalado en la glorieta de la Constitución, en la zona de Valenoso. Este caza de tercera generación fue fabricado por la francesa Dassault Aviation en los años 60. El Ejército del Aire lo donó a Boadilla por el reconocimiento de la localidad a las Fuerzas Armadas, ya que en la glorieta Virgen del Carmen, desde 2019, tiene un ancla, procedente del buque Hernán Cortés, pieza cedida por la Armada.

Este 10 de marzo tuvo lugar la inauguración de la Exposición «Volar, Historia de una aventura», que, junto a mi hermana Laura, ambas profesoras de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, guionizamos en calidad de Historiadoras del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire y del Espacio. La muestra estará abierta al público hasta el domingo 26 de marzo en el Palacio del Infante Don Luis. En ella puede seguirse gráficamente con maquetas la evolución del Ejército del Aire desde su origen en los globos aerostáticos hasta el presente.

Asistieron a la inauguración de esta muestra por parte del Ayuntamiento el alcalde, Javier Úbeda Liébana, y varios concejales, entre ellos, Alfonso Vázquez Machero, antiguo oficial del Ejército del Aire. Por el Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire (SHYCEA), su jefe, el general José Luis Figuero Aguilar; el director el Museo del Aire y del Espacio y el coronel Juan Toledano Mancheño. Por la Asociación de Amigos del Museo del Aire (AAMA), su presidente, el general Santos Senra Pérez y el vocal del grupo de Guías de la AAMA, coronel Miguel Ángel de las Heras Gozalo.

‘Historia de las guerras de religión’

Con la expresión de “guerras de religión” se hace referencia a los conflictos de fe desde la revuelta de los campesinos alemanes en 1524 hasta la Guerra de los Nueve Años (también llamada guerra de la Liga de Augsburgo, o guerra del Palatinado) que se libró en Europa, con impacto en las colonias americanas, desde 1688.

Fue un conflicto peculiar pues, frente a la Francia católica de Luis XIV, luchaba la Gran Alianza (integrada por Gran Bretaña, España, el Sacro Imperio Romano Germánico y las Provincias Unidas, es decir, una amalgama de confesiones cristianas).

La Guerra de los Nueve Años finalizaría con el Tratado de Rijswijk (1697), por el que en los últimos momentos de reinado de Carlos II “El Hechizado” la monarquía hispánica recuperó Cataluña, que había quedado en manos de Luis XIV de Francia, aunque se estableció oficialmente la división de la isla de La Española (Santo Domingo) entre franceses y españoles.

Tras la ruptura de la Cristiandad con la Reforma de Lutero, en 1555 la Paz de Augsburgo dejó estipulado que la religión de los súbditos sería la que tuviera el príncipe. En Francia, por el Edicto de Nantes, en 1598, cristianos reformados y católicos obtuvieron los mismos derechos ciudadanos, aunque la religión católica seguía siendo la única de culto público.

Pero, en la centuria barroca, la libertad de pensamiento era una entelequia, por más que la Paz de Westfalia marcara en 1648 un paradigma. Dios tenía nacionalidad en la Edad Moderna. Lo vemos en el milagro de Empel cuando, a través de la tabla con la estampa de la Inmaculada, descubierta en los Países Bajos en la madrugada del 8 de diciembre de 1585, los Tercios de Flandes se encontraron con “Dios español” como Amigo en el país del hielo.

De todo ello hablo en mi libro ‘Historia de las guerras de religión’, que, junto a mi hermana, Laura, presenté el pasado 21 de diciembre en la Universidad de Alcalá, institución académica donde ambas nos formamos en esta disciplina que es la Historia. La lección académica tuvo lugar en el Campus de Guadalajara, en el salón de actos del Edificio Multidepartamental.

Introdujeron el acto el doctor Carmelo García, vicerrector del Campus de Guadalajara, y el doctor Juan Ignacio Pulido, catedrático de Historia Moderna y director del Instituto Universitario de Investigación en Estudios Medievales y Siglo de Oro ‘Miguel de Cervantes’.

En su intervención, mi hermana Laura se centró en la máscara mental que, a causa de la censura, debían utilizar los libertinos del Antiguo Régimen; no en vano es la autora del prólogo de la obra, bajo el título de ‘Historia de un antifaz’.

Durante 45 minutos, con soporte audiovisual a partir de mi investigación en bibliotecas europeas y americanas, yo misma diserté sobre los judíos sin sinagoga, los cristianos sin Iglesia y los librepensadores que, en el siglo XVII, apostaban por la autonomía de la moral con respecto de la religión y la libertad de creencias. Asimismo, examiné retratos de Rembrandt y de Rubens con mensajes crípticos para Ámsterdam, la Jerusalén del Norte en la Edad Moderna.

En la Edad Moderna fueron muchos los seres incomprendidos que pagaron con su propia existencia el defender la paz. Inmigrantes en busca de asilo como los Peregrinos del Mayflower, puritanos que hubieron de abandonar su hogar por las discrepancias con la Iglesia anglicana, o viajeros que, como el judío Uriel da Costa, tuvieron que fugarse de su propio cuerpo, en su búsqueda de la libertad auténtica del Pueblo de Israel.

Sin estos seres extraños del siglo XVII no habría existido la Ilustración. Ellos, lo que en definitiva propugnaban era que cada uno creyera en lo que realmente pensara, o no creyera, pero que importara menos el “qué dirán” y, dentro de un marco de conveniencia, se dejara vivir a cada uno como quisiera.

Por cierto, la Universidad de Alcalá forma parte también del libro que acabamos de presentar, pues en sus páginas desvelamos, a partir de mi investigación como Fellow en Harvard, los nombres del grupo de estudiantes de la Universidad de Alcalá del siglo XVII que se marcharon a Ámsterdam como sefardíes exiliados y cambiaron el rumbo de la filosofía.

Uno de ellos fue Juan de Prado, médico de Lopera (Jaén) y futuro instructor del pensador Baruch de Spinoza, hijo de rabino, pero libertino, que además soñaba con viajar a España. Así lo expliqué, analizando los retratos robot que la Inquisición trazó de los alumnos alcalaínos desplazados al Norte de Europa.

Investigación que inicié en Harvard, como Fellow del Real Colegio Complutense. En sus libros tanto mi hermana, Laura, como profesora de Historia Contemporánea, como personalmente yo, en calidad de profesora de Historia Moderna, prestamos especial atención a la Historia de las Mentalidades y para la reconstrucción de las formas de vida y de pensamiento en el tiempo viajamos como profesoras Erasmus Plus a contextos internacionales, como Suecia y Cerdeña, en 2022, desarrollando estancias docentes en las universidades de Gotemburgo y Cagliari.

De los chalecos amarillos franceses a los camioneros antivacunas canadienses

Ambas protestas tienen puntos en común, son movimientos contestatarios ante el orden establecido, emplean la agitación social o el bloqueo para forzar cambios en las leyes y se extienden en efecto dominó por otras naciones mediante la llave de la distribución de suministros. Las redes sociales son fundamentales en la convocatoria y en la difusión de las proclamas de los participantes.

El movimiento de los chalecos amarillos surgió en Francia en noviembre de 2018 como reacción frente a la subida del precio del combustible. La queja surgió a partir de este tema puntual, pero incorporó pronto otras reclamaciones, como la mejora del poder adquisitivo de las clases medias, la petición de la renuncia del presidente Emmanuel Macron o la organización de un Referendo de Iniciativa Ciudadana (RIC).

Los chalecos amarillos son un movimiento transversal y sin portavoz oficial, que surgió de manera espontánea y que encontró adhesión en prácticamente todas las regiones del país, con bloqueos de carreteras y difusión en las redes sociales. La oleada se extendió por los Países Bajos, Bélgica, Alemania, Italia y España.

En Ottawa, el Convoy por la libertad en este mes de febrero de 2022 ha logrado bloquear el aeropuerto y un cruce clave en el tránsito comercial entre Estados Unidos y Canadá, el Ambassador Bridge, por el que cada jornada circulan mercancías valoradas en 400 millones de dólares. ¿Cómo surgió? El 15 de enero el Gobierno canadiense estableció como obligatoria la vacunación contra el coronavirus, prohibiendo la entrada a los camioneros extranjeros que no tuvieran el certificado y obligando a pasar cuarentena de 14 días si eran nacionales.

Desde el 29 de enero, en que se trasladaron desde multitud de puntos del país a Ottawa, los camioneros exigen el fin de la vacunación obligatoria para viajes transfronterizos. Sus protestas han sido secundadas por camioneros en París, Bruselas y Viena. El rechazo a las restricciones obligatorias ante la Covid-19 también ha desencadenado manifestaciones en Nueva Zelanda, donde los manifestantes llegados de diferentes puntos se han concentrado ante el Parlamento, en Wellington. Las autocaravanas y los camiones ocuparon las calles próximas. La primera ministra Jacinda Ardern, aplaudida internacionalmente al inicio de la pandemia en 2020 por su gestión de la crisis, afirmó que se trataba de un movimiento minoritario. En Nueva Zelanda se ha puesto en marcha una fórmula insólita de disuasión: el presidente del Parlamento, Trevor Mallard, empezó el sábado 12 de febrero a reproducir por megafonía canciones, como La Macarena de Los del Río, como banda sonora entre los mensajes sobre la vacunación.

La siguiente pregunta que nos hacemos es cuál es su poder desestabilizador a pocas semanas de las elecciones en Francia. En Canadá, el primer ministro Justin Trudeau se ha negado a reunirse con los organizadores de las protestas y ha invocado la Ley de Emergencias. Con 4 de cada 5 canadienses vacunados y un 90% de camioneros que también se ha puesto la pauta, Trudeau no piensa dar su brazo a torcer. En Francia se han adherido a los camioneros que protestan los llamados “chalecos amarillos”, descontentos con las políticas de su actual presidente.

En diciembre de 2018 los chalecos amarillos consiguieron que Macron renunciara al incremento del precio del combustible y anticipara medidas sociales. En marzo de 2019, el presidente de la República admitía la incapacidad para contener los disturbios. En los Campos Elíseos de París la policía dispersó el 12 de febrero de 2022 a los manifestantes que participaban en los convoyes de la libertad. La diferencia es que, mientras que en Canadá abundan los camiones en las protestas, en Francia hay más coches y motos pues los camiones suelen pertenecer no al conductor sino a la empresa. A esto se suma la próxima celebración, en unas semanas, de elecciones presidenciales en Francia, por lo que las decisiones políticas están más medidas.

El primer ministro, Jean Castex, ha dicho que existe libertad a manifestarse pero no a bloquear. En estas semanas de preparación de la primera vuelta de los comicios, Macron sigue de cerca este movimiento de protesta. Aunque no se ha declarado candidato oficial, encabeza las encuestas. Y ha mostrado en una entrevista un talante más conciliador, señalando que entiende la fatiga de los ciudadanos ante las restricciones provocadas por la pandemia. 

Una última cuestión es conocer si existe relación entre grupos de extrema derecha con estas movilizaciones ciudadanas. Los truckers canadienses afirman tener un comportamiento pacífico. En Canadá existen reglamentos y leyes sobre el bloqueo del tráfico y contra el ruido excesivo, saben a lo que se arriesgan con las bocinas y concentraciones. Sin embargo, el movimiento que se originó como protesta ante la decisión individual de vacunarse o no, ha degenerado en una corriente más amplia en la que se mezclan el populismo y la desinformación. Se han visto esvásticas y banderas confederadas y en las pancartas se pueden leer consignas de grupos ultraconservadores, misóginos y conspiranoicos que nada tienen que ver ni con el Derecho Laboral ni con la Sanidad.

Las Damas. La mujer en la Prehistoria y en la Protohistoria

Las Doctoras Laura Lara y María Lara analizan el papel de la mujer en la Prehistoria de la Península, a la vez que realizan un recorrido por el arte rupestre pasando por Altamira, Maltravieso (Cáceres), La Pasiega (Cantabria), Ardales (Málaga)…

Las profesoras de la UDIMA explican el misterioso dolmen de Montelirio (Castilleja de Guzmán, Sevilla), con el grupo de sacerdotisas de hace más de 4.500 años. Y abordan el rol que jugaron las damas en la Protohistoria hispánica, ejerciendo el liderazgo en las comunidades iberas, como atestigua la estatuaria de Elche, Baza o el Cerro de los Santos.

La vida antes del confinamiento

Contemplamos estas fotografías sobre la celebración del Día de la Mujer en la Villa de Loeches como si fueran de una vida anterior a la que ahora desarrollamos en el confinamiento.

El 8 de marzo estaba prevista en Loeches la presentación del nuevo libro de Laura Lara y mío «Princesas en Jeans». Y allí acudimos. Nos recibió el alcalde, Fernando Díaz Sánchez, y la concejala de Cultura, Turismo, Igualdad y Diversidad, Emilia de la Torre.

Laura Lara impartió la conferencia sobre «La Casa de Alba y la aristocracia en España», reivindicando la igualdad de derechos para hombres y mujeres en la actualidad, a la luz de los acontecimientos históricos. La conciliación, la brecha salarial, los micromachismos y las injusticias históricas que las mujeres han sufrido (en numerosas ocasiones causadas por la connivencia de otras mujeres) fueron también temas de interés del auditorio madrileño.

La conferencia de María había estuvo centrada en «El Conde-Duque de Olivares, Felipe IV y la Villa de Loeches»; este cenobio, Panteón de la Casa de Alba desde el siglo XVII, fue fundado por D. Gaspar de Guzmán y Pimentel Ribera y Velasco de Tovar, valido del rey mecenas de Velázquez, a la sazón inmortalizado en corbeta regia como se puede contemplar en el lienzo del Museo del Prado. Personaje sobre el que la Profesora de la UDIMA anima a los estudiantes de Antropología a reflexionar en el aula acerca de la colaboración de los métodos del historiador y del antropólogo, poniendo como actividad el cuadro de Velázquez.

El acto institucional del Día de la Mujer en Loeches se clausuró con la imposición de sendas placas de pizarra, de una serie numerada, con el convento de la Inmaculada Concepción como telón de fondo. El Alcalde y la concejala entregaron a las Historiadoras Lara, como si de una feliz página del surrealismo mágico se tratara, estas placas.

Nadie intuía que el 14 de marzo llegaría el estado de alarma. Y, ahora, desde el teletrabajo en el domicilio, nos percatamos de que, en aquella tarde de domingo, Laura y yo ya hablamos de confinamiento, por el arresto que experimentó el Conde-Duque cuando perdió el favor de Felipe IV y lo desterraron en Loeches y, más adelante, en Toro. No en vano, el panteón de la casa de Alba fue realizado sobre la tumba de María, la hija de don Gaspar, y las placas que nos regalaron el 8 de marzo inmortalizan la arquitectura monástica del siglo XVII mediante el edificio en el que está inscrito el mausoleo.

También en esa velada en el salón de plenos consistorial disertamos sobre hospitales de campaña, por la batalla del Jarama y la clínica improvisada al otro lado de la frontera con Cuenca, en Villa Paz, la antigua finca de la hija de Isabel II en Saelices.

Son esas percepciones históricas que se reciben desde el retrovisor, porque la máquina del tiempo, aunque no permite el retroceso, sí que tiene espejos.