Cada vez más se están planteando las empresas el hecho de ligar parte del salario a la productividad o a los beneficios empresariales. Con respecto a lo primero,  para poder realizarlo habrá que definir cómo se mide la productividad en la empresa. Esta es una labor difícil y requiere que el empleado esté bien informado de la manera de realizarla. Seguidamente se deberá analizar el límite que va a establecer la empresa a partir del cuál un empleado es productivo, o es una «carga».

Si se habla de los beneficios empresariales, algunas empresas ya han opinado que sería interesante crear unas expectativas de beneficios empresariales para el año, y en función de su cumplimiento asignar parte del salario. Pero, ¿quién va a determinar esas expectativas?, ¿cómo de realistas serán?.

Todavía queda mucho por avanzar en estos temas, pero seguro que en los próximos meses se verán nuevas aproximaciones de diversa índole.