Hoy Google dedica su célebre logo interactivo a Ángela Ruiz Robles. Con toda probabilidad, muchos internautas, aunque suelan disfrutar la lectura en su ebook de última generación, ya sea viajando en metro o descansando en sus sofás, serán ajenos a quién fue esta mujer que hoy recibe un homenaje del gigante de las telecomunicaciones a través de un simpático doodle. Así, posarán la vista un momento en la imagen y seguirán navegando por Internet sin prestarle mayor atención.

Ángela Ruiz, leonesa nacida tal día como hoy del año 1895, fue una mujer de genio e ingenio. Consagrada a sus labores docentes (fue profesora en diversos centros de León y Galicia, llegando incluso a ejercer como directora en alguno de ellos, además de preparar a opositores y dar conferencias), se dedicó al mismo tiempo a cultivar dos grandes pasiones que supo conectar con maestría: la creación y la divulgación.

De entre sus diversos proyectos, como el atlas científico-gramatical o la máquina taquimecanográfica, destaca por su importancia la «Enciclopedia Mecánica», creada y patentada por Ángela en 1949, construida bajo su propia dirección en el Parque de Artillería de Ferrol y patentada nuevamente con mejoras en 1962. A este invento rinde Google tributo, pues esta suerte de enciclopedia interactiva, construida con un procedimiento mecánico, eléctrico y mediante aire a presión, constituye un precursor rudimentario del actual libro electrónico. Este nuevo dispositivo, que ahora puede contemplarse en el Museo de Ciencia y Tecnología (MUNCYT) de La Coruña, estaba ideado para que los niños pudieran seleccionar mediante pulsadores los diferentes temas de estudio, aumentar el tamaño del texto,  iluminarlo… En esencia, este artefacto era el tatarabuelo de ese cacharro del que Amazon y otras grandes marcas fabrican en nuestros días millones de unidades.

Aunque Ángela recibió diversos premios y reconocimientos antes de morir en 1975, como la Medalla de Oro y el Diploma en la 1ª Exposición Nacional de Inventores Españoles (1952) o la Cruz de Alfonso X el Sabio (1947), el mayor y más importante, el de la memoria histórica no selectiva, aún no le ha llegado.

Suele volver a nosotros su historia con cada nueva efeméride, pero nunca parece quedarse enraizada entre nosotros. Hace tres años se vivió un intento, todavía tímido, de recuperación de su figura a través de monografías, exposiciones y programas en radio o televisión. Destacan, como llamas aisladas de aquella remembranza que explotó en 2013, el libro colectivo que editó hace tres años el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (AA.VV., Ángela Ruiz Robles y la invención del libro mecánico, Madrid, MECD, 2013), el espacio que le dedicó el programa Con Ciencia de La 2 el 12 de noviembre y la exposición La Enciclopedia Mecánica de Doña Angelita, en la web del Espacio Fundación Telefónica.

Hoy, pasados 121 años desde su nacimiento, Google la recuerda y, con él, la mayoría de periódicos nacionales, que le hacen un hueco entre sus contenidos (El País, El Mundo, ABC, La Voz de Galicia y un largo etcétera), por no mencionar la multitud de blogs que, a su vez, se hacen eco de la «noticia». Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para que esta y otras pioneras de la pedagogía y la didáctica en nuestro país recuperen el espacio que merecen en nuestro imaginario cultural.

Ángela Ruiz Robles, Ángela o Doña Angelita para sus alumnos y amigos, fue una singular maestra que trascendió el marco convencional de la escuela de su época para erigirse en inventora y empresaria, espoleada por la vocación docente y por una insólita creatividad; fruto de su imaginación surgieron inventos como la Enciclopedia Mecánica, pero también multitud de libros de ortografía, mecanografía, taquigrafía o gramática con los que pretendía mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Sin duda, los que hemos tenido la suerte de pasar alguna vez por las aulas debemos mucho a esta Doña Angelita, al igual que a esos otros maestros y maestras que guiaron nuestros pasos en el enmarañado laberinto del aprendizaje y que merecen ser recordados más allá de celebraciones y calendarios.