Seguro que has oído alguna vez el famoso eslogan publicitario que dice: “La potencia sin control no sirve de nada”, bien, esa frase se puede aplicar a muchos campos de trabajo y, por supuesto, a la fotovoltaica. Aunque es muy importante que nuestra instalación de autoconsumo esté funcionando correctamente, también es necesario saberlo. Para ello se diseñan los sistemas de monitorización fotovoltaica, pero, ¿sabes qué son y sus ventajas?

¿En qué consiste la monitorización fotovoltaica?

Cualquier actividad que realicemos necesita de sus “KPI” o indicadores de actividad. Con ellos medimos a lo largo del tiempo la evolución de los resultados, bien sean parciales o globales. De esta forma sabemos en cada momento como se está desempeñando y podemos tomar medidas correctoras cuando se desvían de los objetivos marcados.

Estos indicadores y su panel de visualización son como el panel de instrumentos y el volante de un coche que nos ayudan a saber el estado del vehículo y poder conducirlo adecuadamente. Porque si no sabemos dónde estamos, si no medimos lo que hacemos, no podemos saber si mejoramos o empeoramos en nuestra actividad diaria.

Pues bien, la monitorización fotovoltaica es el instrumento que nos ayuda a conocer el estado de nuestra instalación solar:

cuanto está produciendo la instalación de autoconsumo

qué cantidad de esa electricidad estamos consumiendo simultáneamente, es decir, un autoconsumo directo

cuanta electricidad estamos guardando en las baterías

cuantos kWh exportamos a la red, para que nos los compensen de los que compramos

nos indica de fallos en el sistema y podemos detectar si ha sucedido algo que impide que las placas solares funcionen correctamente

ver el histórico de generación por días, meses y años

saber el equivalente a emisiones de CO2 evitadas y de árboles plantados

Y muchos datos más que son importantes para la gestión y mantenimiento del sistema solar.

¿Cómo funciona la monitorización de un sistema fotovoltaico?

Un sistema de monitorización es básicamente la visualización de toda la información que recoge el inversor y otros componentes (como optimizadores y otros como el Clever DX de la empresa española Clever Solar Devices). El Inversor solar es el cerebro de una instalación fotovoltaica, el equipo que recoge los datos de los componentes del sistema solar, los analiza y los transforma en información para decidir qué hacer en cada momento.

Por ejemplo, lo primero que hace el inversor es identificar la red eléctrica a la que está conectada la instalación de autoconsumo. Así, determina si debe trabajar a 230 V y 50 Hz, o a 125 V y 60 Hz, u otro tipo de red, en función del país donde se ha instalado. Esto es muy importante porque la electricidad que generan los módulos solares es en corriente continua (DC) y el consumo en las viviendas y la red eléctrica funcionan en alterna (AC).

De esta forma, el inversor realiza la transformación de la electricidad en continua a alterna, para que la podamos usar en nuestro hogar o ceder a la red. Al mismo tiempo, el inversor está recogiendo datos del funcionamiento de todo el sistema que se transfieren vía wifi o por cable a la monitorización fotovoltaica.

Este software, es decir, la monitorización fotovoltaica, traduce esa información en gráficos y barras de generación y consumo, y expresiones numéricas, además de hacer algunos cálculos para establecer las conversiones a unidades de CO2 evitadas o cantidad de árboles equivalentes plantados, etc. Y lo expone en una pantalla a través de una aplicación web o para smartphone, tal y como vemos en la siguiente figura.

¿Por qué es importante monitorizar la instalación fotovoltaica?

La monitorización fotovoltaica de una instalación solar es necesaria para tener información sobre todo lo que sucede en la misma y, lo más importante, poderla ver en remoto.

☀ Para empezar, podemos saber cuánta electricidad estamos generando; además el inversor nos informa que cantidad de esa electricidad la consumimos directamente y cuanta se va a la red.

☀ También contabiliza la electricidad que entra en nuestra vivienda procedente de la red de distribución eléctrica. De esta forma podemos controlar en la factura qué cantidad de consumo neto (electricidad de red menos electricidad de paneles solares). Aunque también podemos comprobarlo instalando unos medidores inmediatamente después del contador eléctrico.

☀ Nos informa de las condiciones climáticas, lo que nos permite hacer previsiones para el consumo y generación de electricidad.

☀ Estamos informados en tiempo real de cualquier alarma de error y podemos saber en qué grupo de placas solares está el problema.

Con esta última información se pueden programar mejor las tareas de mantenimiento, tanto preventivo, para centrarnos en aquellas zonas donde haya alarmas menores, como correctivo. Un ejemplo muy claro de esto es la simple tarea de limpieza de los paneles. Se ha comprobado que el polvo que se va acumulando sobre las placas va reduciendo su rendimiento.

Es decir, comparando dos días similares de irradiación solar y temperatura, pero que la suciedad acumulada ha aumentado, aunque sea en poca cantidad, la generación eléctrica decae significativamente. Esto se puede detectar gracias a la monitorización, dándonos un aviso de la necesidad de limpiar las placas solares, para recuperar el nivel óptimo de generación eléctrica.