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¿Qué papel tienen los diodos en los módulos fotovoltaicos?

El diseño y fabricación de los módulos fotovoltaicos, o como algunos se empeñan en llamarlos: ‘placas solares‘, no parece complicada. Sin embargo, en su interior hay más componentes de los que pensamos. Uno de estos elementos son los diodos. Pero ¿qué son los diodos?, y ¿qué función desempeñan en un panel fotovoltaico?

Se trata de unos componentes electrónicos formados por semiconductores manipulados y encapsulados con dos terminales. La mitad del diodo tiene un semiconductor N y la otra uno llamado P, denominándose al conjunto unión PN. Esta característica es común con el silicio utilizado en la fabricación de las celdas fotovoltaicas.

Por ello también se les conoce por su capacidad para convertir la corriente alterna en corriente continua. Esta capacidad los hace fundamentales en los equipos eléctrico-electrónicos para conversión de la corriente, como los inversores fotovoltaicos.

diodo como interruptor de la corriente eléctrica

La configuración propia de los diodos facilita que la corriente eléctrica a través de ellos solo se pueda producir en un sentido. En el sentido contrario, el diodo bloquea el paso de la corriente eléctrica. Así, entre sus funciones encontramos la de interruptor electrónico. Se trata de una cualidad que se aprovecha en los circuitos electrónicos y, por supuesto, también en las celdas solares.

Función de los diodos en los paneles solares

Para entender el funcionamiento de los diodos en los módulos solares debemos tener en cuenta el comportamiento de las celdas y paneles fotovoltaicos con y sin sol. Está claro: cuando hay sol o luz, los paneles son capaces de transformar esa luz en electricidad. Sin embargo, cuando no hay luz, incluso si se produce una sombra o hay nieve sobre el panel solar, este se comporta como una resistencia, llegando a consumir electricidad.

Esto sería un problema, ya que por la noche los paneles fotovoltaicos consumirían la electricidad que tuviéramos almacenada en las baterías o la de la red. Por ello se necesita incorporar un elemento que funcione como un interruptor y corte el paso de electricidad hacia los módulos fotovoltaicos. Es aquí donde entra en acción el diodo, distinguiéndose dos funciones diferentes.

Diodos de ByPass

Cada celda solar que hay dentro de un módulo fotovoltaico es un elemento generador de electricidad. Este proceso lo realiza con el único aporte de la luz, sin necesidad de generar combustión ni con partes móviles.

Cuando las condiciones ambientales son buenas, las celdas reciben los fotones de la luz y generan electricidad. Que se va acumulando conforma pasa por todas las celdas de un panel solar y es conducida hacia el inversor, donde se transforma en corriente alterna para su uso.

Sin embargo, cuando aparece una sombra sobre un panel solar, no incide en toda su superficie, sino que puede afectar a una o varias celdas. Estas, al no recibir luz, no solo no generan electricidad, sino que producen un corte. Para evitar que este corte, que únicamente se produce un una celda, pueda afectar a todo el panel, se introducen los diodos de ByPass o también llamados de derivación.

¿Cómo funcionan los diodos de ByPass?

Estos diodos funcionan como un interruptor cerrado en el sentido de la corriente, por lo que hacen de “bypass” a la celda fotovoltaica afectada por la sombra. Así, estos diodos no permiten la circulación de corriente en sentido inverso cuando no hay radiación solar, por ejemplo, cuando hay alguna sombra, con nubosidad o por la noche. Sin embargo, sí dejan pasar la electricidad, en el sentido adecuado, cuando hay luz.

De este modo, el resto de celdas siguen generando electricidad, favoreciendo que no todo el panel solar quede inoperante. Con esto se consigue que el rendimiento de la instalación no decaiga de forma significativa y siga produciendo electricidad, aunque en menor cantidad.

Diodos de bloqueo

Los diodos de bloqueo realizan una función similar a los de derivación. Sin embargo, lo hacen con todo el módulo solar. Los diodos de ByPass se integran en cada celda fotovoltaica, al hacer los “bus” de conexión entre las celdas del módulo. En cambio, los diodos de bloqueo se integran en la caja de conexiones del panel, que está en la parte superior y posterior del panel, y de donde salen los cables para conectar con otros paneles fotovoltaicos.

¿Para que sirven los diodos de bloqueo?

La pequeña diferencia que hay entre la función de un diodo de bloqueo y los de derivación es el evitar que los paneles solares se conviertan en consumidores de electricidad durante la noche. Esto sucede, ya que, en ausencia de luz, los paneles se comportan como resistencias y la corriente eléctrica podría derivar hacia ellas y que se desperdiciase en forma de calor.

Esto provocaría que los paneles solares consumiesen electricidad de la red o de las baterías si estas estuvieran conectadas en una instalación aislada. Al introducirse los diodos de bloqueo, se evita que se generen corrientes en sentido contrario cuando no hay luz. Además, protegen a las celdas solares del calor que pudiese generar al disiparse la electricidad en su interior.

Como vemos, los módulos fotovoltaicos llevan más componentes, no son solamente la unión de obleas de silicio con un cristal protector y un marco de aluminio. Así, las empresas fabricantes no dejan de fabricar los paneles solares con elementos adicionales para mejorar su eficiencia y reducir los riesgos de degradación.

El panel solar de hidrógeno

Estamos en una carrera sin retorno hacia las energías renovables. La necesidad de descartar definitivamente los combustibles de origen fósil es innegable, a pesar de la reticencia y las dificultades que pone la tradicional industria energética, que fuerza a que la legislación avance muy lentamente.

Sin embargo, se siguen dando pequeños pasos que son grandes avances en la generación de energía sostenible. Es el caso de los paneles solares de hidrógeno que están desarrollando investigadores de la Universidad de KU Leuven, en Bélgica.

¿Cómo funciona el panel solar de hidrógeno?

Desgraciadamente, poco sabemos del funcionamiento interno de estos colectores solares, puesto que la universidad ha presentado las correspondientes solicitudes de patentes. Por ello, y hasta que estas solicitudes no estén resueltas, no se podrán tener detalles de la tecnología que han desarrollado.

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  • Johan Martens (dcha.), profesor en la Universidad de KU Leuven y jefe del Departamento de Catálisis y Química de Superficies y de la División de Investigación y Desarrollo de Catálisis. | Universidad KU Leuven, Bélgica.

Según explicó uno de los padres de esta tecnología, el profesor Johan Martens en esta universidad belga, no debemos hablar estrictamente de un panel solar. Un colector fotovoltaico convierte la luz del sol en electricidad y, en cambio, su invento genera hidrógeno a partir de la humedad del aire.

No obstante, para esta conversión se necesita el aporte de una energía, y en este caso la aporta el colector fotovoltaico que se adapta al invento de KU Leuven.

Es por ello que el panel de hidrógeno se ha desarrollado para que se puedan adaptar todos los colectores fotovoltaicos que hay en el mercado y también las estructuras, para su instalación en tejados.

¿Qué hace al panel de hidrógeno tan especial?

Al incorporarse un colector fotovoltaico al panel de hidrógeno, se convierte la luz solar y el vapor de agua del aire directamente en hidrógeno. Es por ello que la conexión entre los paneles de hidrógeno que se instalen en un tejado debe ser por medio de tuberías. La eficiencia de este invento es de un 15% que, aunque parezca muy poco, es mayor que las formas tradicionales de conseguir hidrógeno.

En las pruebas desarrolladas en la propia universidad, con las condiciones meteorológicas de Bélgica, se pueden producir una media de 250 litros de hidrógeno al día. En términos de uso, la producción de hidrógeno que realizan 20 de estos paneles solares sería suficiente para calentar con una bomba de calor y aportar electricidad a una vivienda con buen aislamiento durante todo el invierno.

Para hacernos una idea de cómo puede funcionar deberíamos ser expertos en la ciencia de superficies absorbentes, membranas y catalizadores. Aunque, los investigadores no quieren aportar más información por el momento, debido a la patente que están esperando.

¿Cómo se desarrolló la tecnología del panel solar de hidrógeno?

Para iniciar la investigación, los técnicos se plantearon inicialmente una pregunta básica: ¿cómo se puede producir un combustible en cualquier momento y en cualquier lugar? La respuesta fue obvia, a partir del aire o, mejor dicho, de la humedad que contiene. Debemos tener en cuenta que, incluso, el aire del desierto contiene vapor de agua en suficiente cantidad para generar hidrogeno.

Un dato importante que encaminó la investigación a extraer energía de la humedad del aire es que el vapor de agua es el cuarto componente más abundante, después del oxígeno, el nitrógeno y el argón. Si conseguimos extraer esa humedad dispondremos de suficiente cantidad de agua para dividirla y fabricar hidrógeno.

Sin embargo, hay una cuestión muy importante, ¿cómo extraer el agua contenida en el aire para separar en hidrógeno y oxígeno gaseosos? Ante esta cuestión se plantea un gran problema, y es que la temperatura que alcanza un panel solar es fácilmente de 70 °C. Algo que complica trabajar con el vapor de agua.

Además, otra dificultad añadida es conseguir que el sistema funciona en condiciones de lluvia y bajas temperaturas. Es por ello que los científicos de la universidad de KU Leuven han desarrollado un sistema para conseguir realizar el proceso de separación del vapor de agua del aire y obtener agua. Y, a partir de ahí, generar hidrógeno. Sin embargo, es algo que no quieren desvelar hasta tener concedida la patente de la innovación.

¿Por qué el hidrógeno?

Durante el verano o en circunstancias favorables de sol, es fácil generar hidrógeno y almacenarlo. Así, se dispone de este combustible limpio y renovable para la época invernal, cuando las condiciones climáticas hacer más necesaria la disponibilidad de energía. El gas hidrógeno se genera a presión atmosférica, sin embargo, se puede comprimir y almacenar en recipientes a presión. E incluso se podría utilizar la red de gas natural para su almacenamiento y distribución.

Claro está que la red de gas natural debería sufrir algunas adaptaciones. No obstante, estas no son grandes y se pueden acometer con cierta facilidad. Otra opción sería ir mezclando el gas natural con el gas hidrógeno, para realizar una transición energética gradual hasta el gas hidrógeno puro.

¿El panel solar de hidrógeno sustituye a los parques eólicos y huertas solares?

No es la intención de esta innovación. Lo que se pretende es sustituir al carbón, el gasoil, petróleo, incluso al gas natural y la energía nuclear. Estamos viendo que nuestro planeta dispone de suficientes recursos naturales renovables, que pueden mover toda nuestra vida, industria y economía de una forma limpia.

Los sistemas tradicionales para generar hidrógenos siguen siendo necesarias. Es por ello que las instalaciones de aerogeneradores, las huertas solares y el autoconsumo fotovoltaico van a seguir siendo necesarios.

Debemos tener en cuenta que hay industrias muy intensivas energéticamente. Los sectores de la metalurgia, la química y otros, demandan gran cantidad de energía y calor. Generar hidrógeno suficiente con los nuevos paneles solares de hidrógenos conllevaría la instalación de una cantidad enorme de estos colectores. Algo que no es viable por el espacio que se necesitaría.

Es por ello, que los nuevos paneles solares de hidrógenos tienen un futuro más centrado en el ámbito doméstico o para pequeñas empresas.

Comunidades energéticas con fotovoltaica

La necesidad de obtener, almacenar y usar energía limpia y económica que mueva nuestro día a día, ha promovido la creación de diferentes formas de gestionarla. Ahí entra en juego nuestro protagonista: las comunidades energéticas favorecen un futuro de gestión eléctrica sostenible.

La estructura más popular para el aprovechamiento de las energías renovables es el autoconsumo fotovoltaico, tanto doméstico como industrial. Sin embargo, no todas las personas disponen de un espacio suficientemente grande como para disponer de su propia instalación fotovoltaica.

La configuración de nuestras ciudades, con edificios de viviendas en las que apenas hay espacio en el tejado para instalar unos pocos paneles solares, hace que los vecinos no puedan tener su propia e individual instalación de captadores fotovoltaicos. Es entonces cuando surgen dos conceptos que se confunden habitualmente: el autoconsumo compartido y las comunidades energéticas.

Autoproducción eléctrica

Para que dejemos de confundir ambas formas de gestión de la energía que necesitamos cada día, debemos entender que es o cómo funciona cada una de ellas.

El autoconsumo compartido surge cuando varias personas, que generalmente viven en el mismo edificio o en edificios contiguos, quieren autoproducir su propia electricidad. Sin embargo, en los edificios de viviendas no hay mucho espacio para instalar paneles solares. Por ello se unen y comparten los tejados que disponen los edificios implicados, para instalar colectores solares comunes.

De esa forma participan en partes proporcionales en la inversión inicial. Se instalan contadores para saber cuánto consume cada uno y así compensar el exceso o defecto en el que cada miembro del autoconsumo compartido ha incurrido. Además, sirve para establecer las cuotas que cada miembro debe abonar para el mantenimiento anual.

En cambio, una comunidad energética puede estar formada por personas que viven separadas, pero de alguna forma quieren invertir en un modelo energético sostenible. Para ello se unen y forma una “empresa” que puede generar, gestionar, almacenar y usar electricidad generada de forma ecológica.

¿Qué son las comunidades energéticas?

Las comunidades energéticas se definen como entidades con personalidad jurídica propia. Son formadas por ciudadanos particulares, administraciones o pequeñas empresas. Su función es generar, gestionar, almacenar o consumir energía, persiguiendo un doble fin: la eficiencia energética y el ahorro de energía. En definitiva, las comunidades energéticas favorecen un futuro de gestión eléctrica sostenible.

Las comunidades energéticas favorecen un futuro de gestión eléctrica sostenible

Un ejemplo de actividades en las que se pueden basar una comunidad energética son el autoconsumo o la generación distribuida. Este tipo de comunidades ya se han implantado en nuestro país en pequeños pueblos que han aprovechado alguna infraestructura local para la instalación de paneles fotovoltaicos. De esta manera, se genera la electricidad donde se va a utilizar, simplemente se distribuye entre los vecinos del mismo pueblo.

Con ello se consiguen dos grandes ventajas. Se reducen las pérdidas por el transporte, ya que la electricidad se consume en las cercanías. Y se asegura un precio más estable y económico de esa electricidad.

Además, los beneficios ambientales también son importantes, con un aumento de energía renovable distribuida o una reducción de los combustibles fósiles empleados. Así mismo, hay mejoras sociales, con el empoderamiento ciudadano, el fomento del empleo local, o la creación de un tejido comunitario. En definitiva, una mayor participación de los ciudadanos que garantiza el derecho de acceso a una energía asequible.

¿Qué actividades desarrollan?

Según la definición de una comunidad energética, ya entrevemos las principales actividades que desarrolla en su funcionamiento cotidiano. Sin embargo, vamos a detallarlas y clarificarlas una a una:

  • Generación de energía de fuentes renovables. Es la actividad más clara y extendida en las comunidades energéticas que ya existen. Se aprovecha un espacio para la instalación de un huerto solar o un salto de agua para montar una turbina, por ejemplo. De modo que se usan plantas de generación eléctrica colectivas, y se aprovecha la energía bajo el paraguas de un autoconsumo compartido.
  • Distribución, gestión, suministro, agregación y almacenamiento de energía. Sed puede crear una comunidad energética para gestión la electricidad generada por otras entidades, de forma que los miembros de la comunidad se beneficien de esa gestión, por su precio u otra ventaja. Aunque. Lo general es realizar la gestión de la electricidad que se ha producido en una planta propia de la comunidad energética.
  • Intercambio de energía. Este ejemplo de comunidad energética se puede dar entre diferentes miembros que son autoconsumidores, pero las horas de uso o de generación entre ellos no coinciden. Por ello deciden unirse para compartir la energía generada por cada uno, de modo que configuran una pequeña red de generación, distribución y consumo. Como una batería virtual entre los miembros de la comunidad energética.
  • Servicios de eficiencia energética. La comunidad sirve para asesorar a los miembros, vecinos, comercios y empresas locales. De manera que puedan reducir sus consumos y su factura energética.
  • Movilidad eléctrica. Son comunidades que se dedican al fomento, instalación y gestión de puntos de recarga para vehículos eléctricos u otros dispositivos.

Limitaciones

La principal limitación que se encuentran las comunidades energéticas es la ausencia de un marco regulatorio adaptado a la legislación española. Esto es debido a que la Directiva (UE) 2018/2001 del parlamento Europeo y del Consejo, relativa al fomento del uno de la energía procedente de fuentes renovables, aún no se ha transpuesto en su totalidad a la legislación española.

Por ello, se está tomando como límite geográfico para las comunidades un radio de 500 metros desde la generación hasta los puntos de consumo. Esta limitación viene impuesta para las instalaciones de autoconsumo compartido, y no deberían afectar a las comunidades energéticas. Sin embargo, al no tener un marco regulatorio propio, se utilizan algunos criterios de aquellas.

Está previsto que esto se modifique y se amplíe el radio de acción a 2 o incluso a 20 km. Esto ayudaría a definir la amplitud que pueden alcanzar las comunidades energéticas. De forma que en pequeñas poblaciones puedan unirse diferentes interesados, aunque no estén físicamente juntos, para formar una comunidad energética que mejore sus recursos energéticos.

Por qué limpiar los paneles solares

Instalar un sistema de paneles fotovoltaicos tiene tres objetivos principales para la gran mayoría de las personas. Muchos queremos salir de la dependencia total de las grandes empresas energéticas, otras muchas personas estamos preocupadas por el futuro de nuestro planeta y el nuestro mismo. Hay otro gran grupo de personas que nos unimos al autoconsumo para hacer una inversión a medio plazo.

Sin embargo, para que la inversión sea buena y la amortización de los colectores fotovoltaicos se realice en el tiempo estimado, debemos asegurarnos de que trabaje en las condiciones adecuadas. Es por ello que un mantenimiento periódico y la correcta limpieza de las placas es fundamental.

Limpiar las placas solares no parece algo necesario y muchas personas no le den importancia. Sin embargo, si queremos aprovechar realmente nuestra inversión, es una tarea de vital relevancia. Limpiar los paneles fotovoltaicos ayuda a mantener la eficiencia de estos.

¿Cómo afecta la suciedad a las placas solares?

Lógicamente, cuando las placas están sucias, su eficiencia disminuirá, es algo que lo sabemos todos, aún sin tener ningún conocimiento de fotovoltaica. Al igual que sucede, por ejemplo, con el aspirador que usamos en nuestra casa, pierde poder de aspiración si no cambiamos la bolsa periódicamente. Por el mismo motivo, es importante proceder a limpiar los paneles fotovoltaicos con cierta frecuencia.

Pero, ¿en qué grado afecta la suciedad al rendimiento de las placas solares? Tener clara la respuesta a esta pregunta nos hará ver la importancia de limpiar los colectores solares con la frecuencia adecuada.

Los expertos en fotovoltaica han catalogado la suciedad que se deposita sobre los paneles solares en tres tipos. La experiencia de muchos años realizando pruebas de rendimiento de las placas solares ya instaladas, ha dado como resultado las cifras de eficiencia que avalan la necesidad de limpiar los colectores solares de forma periódica.

1. Suciedad grave

limpiar placas solares con polvo

Cuando hablamos de suciedad grave nos referimos a la acumulación de diferentes tipos de suciedad, debida a la falta de limpieza durante largo tiempo, por ejemplo, un año. Es decir, se acumula una capa de polvo, mezclada con arena que el viento deposita y deposiciones de pájaros, además de hojas de árboles.

Esto hace que las celdas fotovoltaicas apenas reciban la luz del sol, o en su caso, muy mermada. En estos casos podemos sufrir una merma del rendimiento del 35% al 50% sobre el óptimo del panel solar fotovoltaico. Esto puede suponer doblar el tiempo de amortización previsto.

2. Excrementos de pájaros

En cuanto a las manchas, bien sean de excrementos de pájaros o de otro tipo similar, hojas de árboles que se han quedado pegadas, producen una bajada del rendimiento también considerable. En este caso, las pérdidas de eficiencia se cifran entre un 25% y un 40% sobre el nominal de los colectores fotovoltaicos.

Esta variación en el rendimiento se ve afectada por el tipo de panel o la tecnología sobre la que se ha fabricado. Por ejemplo, los de doble celda pueden verse menos afectados si las manchas se centran en una de las partes.

3. Polvo, suciedad normal

El polvo de la polución y la arenilla que arrastra el viento, se va acumulando poco a poco sobre la superficie de los paneles solares. Este va reduciendo la eficiencia de las placas fotovoltaicas. Así, la disminución de la producción eléctrica puede variar, oscilando entre un 4% y un 7%. Por eso, limpiar los paneles fotovoltaicos ayuda a mantener la eficiencia de estos.

Métodos de limpieza de los paneles fotovoltaicos

La limpieza de los paneles solares es fácil en sí, ya que no se necesitan grandes conocimientos ni reviste complejidades técnicas. El único problema o dificultad que pueden revestir es su ubicación. Cuando las placas solares están instaladas en una terraza transitable o sobre el suelo, donde podemos acceder con facilidad, no hay problema.

Sin embargo, cuando las placas se instalaron sobre un tejado a cierta altura, y la inclinación del tejado hace difícil estar sobre él, la dificultad aumenta. En estos casos, es recomendable acudir a empresas especializadas en hacer este tipo de trabajos. Por lo general son empresas de trabajos verticales, ya que disponen de elementos de seguridad para los trabajadores, como arneses que se anclan a las líneas de vida de los tejados. Además, los profesionales saben que no deben pisar los paneles solares.

Limpieza de placas solares de forma manual

Para hacer una limpieza de placas solares de forma manual necesitamos cinco sencillos utensilios o materiales:

  • Un cubo con agua tibia
  • Una gota de jabón neutro, pero sin que se produzca espuma, puesto que la espuma se puede convertir en suciedad si no la retiramos por completo y de forma correcta
  • Un trapo suave de fibras, que no pueda rallar el cristal del panel solar
  • Nos podemos ayudar de una pértiga para llegar a todas las esquinas de los colectores
  • Una pequeña escalera de mano

Desde Hogarsense aconsejan que esta limpieza se realice 4 veces al año. Tres de ellas las podemos hacer nosotros mismos, y una cuarta que la ejecute una empresa especializada en fotovoltaica, cuando proceda al mantenimiento de las placas solares.

Limpieza de placas solares con robot

robots para limpiar paneles solares

La limpieza de placas solares con robot es una alternativa que evita los riesgos de algunas tareas para las personas, es decir, caídas y accidentes. Bien, podemos adquirir un robot para nuestras instalaciones fotovoltaicas, si estas son relativamente grandes. O bien podemos acudir a una empresa fotovoltaica que haga tareas de mantenimiento que disponga de este servicio.

El uso de un robot limpiador asegura una limpieza de gran calidad y mucho más rápida. Los expertos dicen que la limpieza con robots es hasta 16 veces más rápida que de forma manual. Además, algunos de estos robots están diseñados y preparados para trabajar en seco, de modo que no se necesita una instalación con agua para la limpieza.

Limpieza de placas solares con dron

El empleo de drones se está generalizando para multitud de tareas, de hecho, ya no existe casi ningún oficio al exterior que no aproveche esta nueva herramienta. De momento son pocas las empresas de fotovoltaica que los usan para tareas de control y mantenimiento. Sin embargo, poco a poco, muchas empresas adquirirán drones para ejecutar tareas de mantenimiento y limpieza.

Limpieza de placas solares con gran herramienta

tractores para limpiar placas solares

En el caso de huertas solares, donde la cantidad de paneles puede ser fácilmente de miles, se hace necesario acudir a grandes herramientas para agilizar el proceso de limpieza. En estos casos podemos ver soluciones adaptadas a pequeños camiones, tractores o incluso en helicóptero.

pisar paneles solares

¿Por qué no pisar los paneles fotovoltaicos?

Cuando buscamos en internet información sobre placas solares es fácil encontrar fotos de personas pisando los paneles fotovoltaicos. Personas que fingen instalarlos, revisarlos o limpiarlos, sin embargo, no son auténticos profesionales de la fotovoltaica. Desgraciadamente, solo son modelos que posan para unas fotos y que los múltiples blogs que hay en el mundo digital las compren y usen en sus Post. Pero ¿qué les pasa a los paneles fotovoltaicos al pisarlos?

Los paneles fotovoltaicos se construyen con ciertas protecciones; con un cristal templado y una carcasa de aluminio. Sin embargo, por eso mismo se protegen, para que no se dañen con lo más mínimo. Eso no quiere decir que sea totalmente robustos y pueda hacerse con ellos lo que se quiera. Ya que cualquier daño, por mínimo que sea, puede afectar a su funcionamiento.

Caminar sobre las placas fotovoltaicas puede causar microfisuras que, aunque no son perceptibles a nuestros ojos, son fuente de muchos problemas. La celda solar o componente básico de una placa fotovoltaica que se ha visto afectada por una microfisura ya no puede producir electricidad y puede afectar a todo aparte del panel. Por ello, se está reduciendo el rendimiento general de toda la instalación.

Otro problema que causan las microrroturas son la aparición de puntos calientes. Estos pueden provocar, a su vez, la rotura del vidrio e incendios localizados. En cualquier caso, se está afectando la producción de electricidad y la integridad de toda la instalación. Sin embargo, no solo eso, sino que también se reduce sensiblemente la vida útil de la placa solar afectada por la pisada. Pero, veamos todos estos problemas, uno por uno.

Problemas de pisar los paneles

Puntos calientes

Los puntos calientes o hot spots son áreas de alta temperatura que afectan a una pequeña parte del panel fotovoltaico. No obstante, debemos recordar que el rendimiento de un panel solar va disminuyendo en función del aumento de la temperatura de este. Es por eso que estos puntos calientes afectar negativamente a la producción de electricidad, reduciendo su eficiencia. Además, los puntos calientes aceleran la degradación de las partes del colector solar en el área afectada.

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Comprobación de puntos calientes en los paneles fotovoltaicos.

Por otro lado, los puntos calientes no suelen mantenerse como se han producido. Es decir, es muy normal que vayan aumentando sus perjuicios, afectando a zonas adyacentes y con ello agrandando el problema. De forma que, con el tiempo, todo el panel puede verse afectado y ser totalmente inútil para la producción de electricidad.

– Disminución del rendimiento

Las microrroturas o microfisuras provocan una disminución del rendimiento de la placa solar afectada. Por lo general suele ser de entre un 2 y un 3 % del rendimiento total del panel fotovoltaico. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, cuando una persona pisa un panel solar, no solo lo hace una vez. Por lo general son personas no profesionales de la fotovoltaica y se dedican a pasear encima de los colectores. Es por ello que muchos paneles fotovoltaicos estarán afectados por las microrroturas y por ello, el rendimiento total de la instalación completa será muy inferior.

– Menor vida útil

Las placas solares están diseñadas y fabricadas para que duren entre 25 y 30 años. Sin embargo, al ser pisadas pueden producirse las microrroturas y con ellas otros problemas que puede reducir la vida útil de los paneles a unos 10 años. Considerando que muchas instalaciones se amortizan a los 7, 8 o incluso 9 años, estamos perjudicando a nuestro cliente. Ya que no tendrá verdaderos beneficios con su instalación fotovoltaica.

¿Qué hacer para evitar estos problemas en los paneles solares?

El diseño de la instalación es fundamental para evitar que por necesidad se pisen los paneles solares. Por ello siempre se deben dejar pasillos técnicos por los que las personas de mantenimiento o limpieza, o simplemente los fotógrafos con sus modelos, puedan desplazarse y desempeñar su trabajo.

Algunos clientes se quejarán porque se desperdicia parte del tejado y con ello no van a ganar lo que esperaban. Sin embargo, debemos explicarles que es mejor ajustar la instalación para que cumpla su función lo mejor posible durante más años, que arriesgarlo todo por querer tener mayor producción eléctrica.

Otro factor importante para evitar las microrroturas depende de la estructura fotovoltaica. Aunque no parezca relevante, las estructuras de soporte para los paneles fotovoltaicos no son solo instrumentos para evitar que se vuelen con el primer temporal de viento. Un papel importante de las estructuras es sujetar de forma adecuada los colectores fotovoltaicos, y que estos no soporten fuerzas de tracción o torsión. Todas las cargas que actúan sobre las placas solares deben trasladarse a la estructura y que esta sea la que soporte todos los esfuerzos mecánicos.

Aunque lo más valioso para evitar que nuestras placas solares se deterioren por una mala instalación, manipulación o mantenimiento, es contratar a verdaderos expertos en fotovoltaica. Aunque hay muchas empresas que están aprovechando la situación actual de altos precios en la electricidad para montar placas solares, muchos de ellos no son expertos. No se han formado ni tienen los conocimientos adecuados para ejecutar este trabajo. Por ello, debemos buscar a instaladores realmente expertos en el campo de la fotovoltaica para tener una instalación en condiciones óptimas.