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Sobre Laura Lara Martínez

Laura Lara Martínez

Doctora en Filosofía. Profesora de Historia Contemporánea. Udima, Universidad a Distancia de Madrid

Laura Lara Martínez

Cortes y Constitución de Cádiz 200 años

El bicentenario de las Cortes de Cádiz y de su famosa Constitución, merecen una obra de referencia como la que ha coordinado José Antonio Escudero y avalada por la Fundación Rafael del Pino, en Espasa.

Se trata de una investigación completa sobre la Historia de los acontecimientos que condujeron a la convocatoria de las Cortes gaditanas, cuestiones que tuvieron como detonante la crisis provocada por la invasión napoleónica, pero cuyos orígenes se remontan a la insuficiencia de las Cortes modernas. Todo ello gestó la imperiosa necesidad de convocar a diputados de todas las provincias españolas y de ultramar, siendo Cádiz el lugar elegido.

La crisis del Antiguo Régimen en España tiene como hito significativo el año 1808. Pero paralelamente al transcurso de la Guerra de la Independencia, se asistió al nacimiento del liberalismo español, que se materializaría en las Cortes de Cádiz, inauguradas el 24 de septiembre de 1810, como bien se recordó hace medio año con la celebración de un acto oficial en San Fernando (Cádiz) conmemorando su segundo centenario.
En 2012 celebraremos el doscientos aniversario de la principal obra de las Cortes: la Constitución de 1812, que fue aprobada el 19 de marzo del citado año, de ahí que popularmente se la conociera como “la Pepa”.
Esta Constitución estaba formada por diez títulos y trescientos ochenta y cuatro artículos. En ella se afirmaba el principio de soberanía nacional y la división de poderes, residiendo el poder legislativo en “las Cortes con el Rey”, el ejecutivo en el monarca, que nombraría libremente a los Secretarios, y el judicial en los tribunales, reconociéndose a su vez el fuero eclesiástico y el militar como jurisdicciones especiales. En el artículo 172 se recogían hasta doce limitaciones expresas a la autoridad real, de manera que el soberano no podía suspender o disolver las Cortes, abdicar o abandonar el país sin el permiso de ellas, contraer matrimonio sin su consentimiento, ni imponer tributos.
En el texto constitucional se contemplaba explícitamente la confesionalidad y exclusividad de la religión católica y se establecía un ejército permanente, con ordenanzas reguladas por las Cortes, así como una Milicia Nacional, organizada en las provincias y dependiente directamente del rey y de las Cortes. La representación nacional residía en unas Cortes unicamerales, elegidas por sufragio censitario para varones mayores de veinticinco años.

En estos años en que también se está conmemorando el bicentenario de los procesos de independencia de los diferentes Estados hispanoamericanos, recordamos también la valiosa participación de los compromisarios de Indias en las Cortes de Cádiz, como bien puede simbolizarse a través de la imagen que incluimos a continuación, donde  aparece la siguiente leyenda: «España e Indias reunidas en Cortes vienen a salvar a su amada Patria».

http://www2.uca.es/grup-invest/lapepa/img/presentacion/img_origenes.jpg

Y más exposiciones históricas por la ciudad…

Sigue habiendo interesantes exposiciones de contenido histórico en la ciudad de Madrid. Dentro de las actividades que inició la Residencia de Estudiantes para la celebración de su Centenario, se ha inaugurado la exposición «Viajeros por el Conocimiento», una selección de 9 viajeros y descubrimientos científicos que tuvieron lugar en las tres primeras décadas del siglo pasado. La exposición está realmente bien documentada, así que si os apetece leer muchos paneles, ver fotos inolvidables, acompañadas de figurillas y objetos que debieron de ser una auténtica sorpresa para los contemporáneos y de mucha otra documentación, ésta es vuestra exposición.

Como sabéis, la Residencia de Estudiantes se fundó en 1910 por la Junta para la Ampliación de Estudios. El proyecto era fruto del programa reformador de la Institución Libre de Enseñanza que consideraba el deficiente nivel educativo de la sociedad española y la postración del quehacer científico, la causa del atraso español. La modernización de un país exigía la conexión con Europa, la inversión y la promoción de instituciones científicas y educativas. La Residencia entre 1910 y el estallido de la Guerra Civil que abortó en 1936 todos sus planes, consiguió ser un centro dinamizador y difusor de la cultura y la ciencia. Entre 1924 y 1936 invitó a dar conferencias a los científicos, descubridores y viajeros más punteros y renovadores de su tiempo.  Conseguía, así, algo por lo que todavía luchamos a duras penas en este país: una conexión rápida y directa entre descubrimientos y divulgación. También, sin duda, construía, inventaba la epopeya, historiaba los héroes de la ciencia contemporánea y sus mitos. En las 9 salas de la exposición no podía faltar el británico Howard Carter, ese gran prestidigitador de los medios que supo hacer llegar a todos la hazaña de la apertura de la tumba de Tutankhamon. Pero hay muchos otros más o menos conocidos como Hugo Obermaier, el alemán que descubrió las cuevas de Altamira, Joseph Hackin, el francés que se topó con los budas gigantes de Bamiyan, Leo Frobenius, el fotógrafo de África o Paul Pellot quien descubrió los manuscritos de las Cuevas de los Mil Budas de Dunhuang. Tiene su rinconcito, el capitán Francisco Iglesias Brage con su expedición al Amazonas… que no pudo realizarse al final (problemas patrios).


El elenco de figuras muestra muchas cosas a cual más interesante. Estas expediciones delatan las actividades de los países que acababan de liquidar sus imperios coloniales en la Primera Guerra Mundial: el elenco de elegidos no podían ser sino ingleses, alemanes y franceses; las expediciones se patrocinaban y promovían por los estados, pero no sólo. Las fundaciones privadas, museos y universidades estaban activas en ellas y ya veían el futuro de estas actividades investigadoras. Sus protagonistas son sobre todo arqueólogos, antropólogos, conservadores de museos y miembros del ejército. Los medios de comunicación de masas comenzaban a hacer aquello que ahora ejercen de continuo: crear mitos y reproducir estereotipos sencillos. Las anécdotas que se aprenden en la exposición son muy ilustrativas al referir que Carter tuvo que hacer su conferencia en un cine, que Bruce asistió a una inauguración de una película sobre el Everest, etc…

Bonita la idea para el presente, pero un poco optimista nos parece la apreciación que hace la comisaria de la exposición de que toda esta actividad de principio de siglo, que continuaba la fiebre por las travesías y la carrera por llegar a sitios recónditos que se había experimentado a finales del siglo XIX, representaba el gran interés y conocimiento por otros pueblos y regiones, el respeto de sus costumbres, el interés por sus saberes y el fomento de la tolerancia. Mejor que cualquier argumento en contra, nos parece la foto de Carter en la puerta de la Cámara sepulcral perfectamente enfocado e iluminado, mientras en primer plano un trabajador egipcio se desenfoca o las humildes huellas digitales de anónimos sherpas para demostrar sus jornadas de trabajo en la expedición al Everet de Charles Bruce.

Ya sabéis que la Residencia está situada en Pinar 23, un lugar bucólico y nostálgico en medio de Madrid que bien merece la visita. No hay que correr ni aglomerarse. Estará abierta hasta el 24 de abril, de 11’00-20’00 hrs. cada día y los domingos de 11-15’00hrs. La entrada es gratis. Para los más precavidos podéis navegar por la excelente web de la exposición antes de ir: www.residencia.csic.es/viajeros/presentación/index.html

Libro sobre Historia de la Iglesia en Castilla-La Mancha

El 13 de octubre de 2010, José Bono, Presidente del Congreso de los Diputados, realizó en Toledo la presentación oficial del libro Historia de la Iglesia en Castilla-La Mancha, en el que hemos escrito varios capítulos María Lara Martínez y quien firma estas líneas, ambas Profesoras de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA). La coordinación de este libro ha sido efectuada por Ángel Luis López Villaverde, Profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Castilla-La Mancha.

A lo largo de los capítulos del libro, más de una decena de autores analizan, de acuerdo a su especialidad, analizan cuestiones claves para comprender la evolución interna de la institución eclesiástica en Castilla-La Mancha, las complejas relaciones con el poder temporal en función de las épocas históricas y la repercusión en la sociedad de la acción eclesiástica, vinculada con la educación, la beneficencia y el mecenazgo artístico.

También en el libro se estudia la pugna entre confesionalismo y secularización desarrollada en los siglos contemporáneos, con especial incidencia en la centuria decimonónica, con los procesos desamortizadores, y en el siglo XX, a partir de las medidas laicizadoras de la Segunda República. La movilización católica adoptaría varios frentes, destacando las dimensiones políticas, sindicales y de fomento del apostolado y de la religiosidad popular.

La Profesora María Lara Martínez, especialista en Historia Moderna, analiza en sus capítulos la estructura diocesana del actual territorio de Castilla-La Mancha en la Edad Moderna y la organización de la Inquisición, así como los principales procesos iniciados por los tribunales del Santo Oficio.

Por su parte, quien firma esta reseña examina el papel desempeñado por la Iglesia en la región en el desarrollo de la educación y en la difusión de la cultura en las épocas Moderna y Contemporánea.

La cita bibliográfica es:

LÓPEZ VILLAVERDE, Ángel Luis (Coord.): Historia de la Iglesia en Castilla-La Mancha, Ciudad Real, Almud Ediciones de Castilla-La Mancha, 2010. ISBN: 978-84-937890-4-6

Algunas lecturas

Se acercan las navidades y con ellas la ocasión de hacer más lecturas. Nos gustaría proponeros un par de publicaciones.

Primero queremos reseñar brevemente un libro que la editorial Siglo XXI tradujo por primer vez al castellano el año pasado (2009), Repensar la Historia, de Keith Jenkins. Llega tarde a   España, como ocurre a menudo, lo que es casi ya un clásico de la producción historiográfica británica publicado por Routledge en 1991. Lo comentamos en esta página porque nos parece un libro ameno, provocativo, lleno de sugerencias para el estudiante de historia. Keith Jenkins, profesor de historia en la Universidad de Chichester, escribe un libro cortito, de unas 100 páginas, para “obligar a pensar”, para que estudiantes y personas de la calle reflexionen sobre los límites y las paradojas del conocimiento histórico, sobre la profesión del historiador, su uso y abuso y sobre su posible revitalización.

El libro está dividido en tres partes. En la primera Jenkins da una definición de lo que es historia para él. Para ello hace una primera distinción, crucial, entre pasado (todo lo que ocurrió) e historia (las narraciones que los historiadores profesionales hacen con lo que encuentran del pasado) y concluye que el pasado “siempre” nos llega en relatos y que los historiadores construyen unos relatos específicos, relatos determinados por las convenciones y consensos académicos y por sus propias visiones. En la segunda parte, el autor se hace algunas preguntas de corte Foucaultiano en torno a la naturaleza de la “verdad” tan obsesivamente buscada por los historiadores y revela que la obsesión por el “conocimiento objetivo e imparcial” del pasado ha sido precisamente el régimen de verdad promovido por el discurso dominante del poder. En la tercera parte, Jenkins aventura posibles futuros para esta decimonónica disciplina en el mundo postmoderno actual, pues al cuestionarse por fin viejos paradigmas de la modernidad, se permite a la ciudadanía reconstruir el pasado con una libertad desconocida y dar a la historia una fuerza radical para movimientos sociales presentes. Os animamos a hacer esta lectura que pone en jaque las opiniones más asentadas de la disciplina, que cuestiona el empirismo imperante entre los historiadores y que desvela al lector su capacidad y legitimidad para cuestionar los relatos del pasado, es decir las explicaciones de su presente, que le da la academia y a construir su propia narración.

Una breve mención para otro libro que nos parece interesante, ahora desde la perspectiva literaria, una forma de narración pariente de la historia: la última novela del antropólogo catalán, Gustau Nerín, Un guardia civil en la selva (Ariel, 2010). En ella, se presenta, con la crueldad que se merece, el colonialismo de España en Guinea Ecuatorial, causa en gran parte del presente actual de ese país. Un pasado reciente del que somos directos responsables y que desconocemos de manera vergonzosa. Nerín repasa la historia de corrupción, racismo, esclavismo, tortura y genocidio que desde 1920 hasta el franquismo, impuso la “chapuza nacional” de manos de un guardia civil     republicano, Julián Ayala, encargado de explotar la colonia y de su sucesor el gobernador franquista Víctor Suances. La hipocresía colonizadora, la miseria moral, la codicia más baja, el sufrimiento gratuito de niñas y niños, mujeres y hombres en su más pura esencia. Fosas y fosas de guineanos olvidados.

Gaudí y la Sagrada Familia

Recientemente, el pasado domingo 7 de noviembre, tuvo lugar en Barcelona la consagración del templo de la Sagrada Familia como basílica, por Benedicto XVI.

La primera piedra del edificio fue colocada el 19 de marzo de 1882, de acuerdo al diseño neogótico de Francisco de Paula del Villar y Lozano, pero tras la renuncia de éste, el proyecto sería encargado a Antoni Gaudí, un joven arquitecto de 31 años de edad, que respetaría la parte ya construida de la cripta y modificaría completamente el resto, imprimiendo su genial estilo y dedicando sus 43 restantes años de vida, hasta su trágica defunción en 1926, a esta construcción que es obra cumbre del modernismo.

Dicho término define un estilo artístico surgido en el tránsito del siglo XIX al XX que alcanzaría su mayor implantación en Cataluña. En la década decimonónica de los años ochenta, confluyeron en Barcelona un grupo de artistas que absorbieron las influencias eclécticas del art nouveau europeo, del impresionismo y del decorativismo. De este modo iniciaron su trayectoria los pintores Ramón Casas, Isidre Nonell y Santiago Rusiñol, así como los arquitectos Josep Puig i Cadafalch y Lluís Domènech i Montaner.

Teniendo como precedente el arte neogótico, el modernismo se convirtió en un estilo distinto, que frente a la arquitectura industrial de la primera mitad del siglo XIX, desarrollaría nuevos conceptos basados en la naturaleza. El máximo exponente del modernismo fue Gaudí, quien junto a la Sagrada Familia, proyectó el Parque Güell y las Casas Milà y Batlló en Barcelona. En sus obras se funden todas las técnicas decorativas (escultura, vidriería, orfebrería, cerámica, etc.), con el uso de la piedra, del ladrillo y del hierro como materiales.

Gaudí busca en su arquitectura nuevas soluciones estructurales, que son síntesis de su observación de la naturaleza y del estudio de la adecuada integración del edificio en su entorno. El resultado será un “estilo orgánico”, en perfecto diálogo con el medio natural, y simbiótico de tradición, innovación y modernidad.

Desde los inicios, la arquitectura se ha basado en la geometría simple o euclidiana, que permite diseñar los edificios mediante la combinación de sencillos elementos que se pueden dibujar sobre un plano o desarrollar en el espacio. Sin embargo, Gaudí, que había sido instruido en esta geometría durante sus años de estudio, afirmaba que la naturaleza había sido creada por Dios de acuerdo a un criterio más lógico y funcional. Sirva de ejemplo que las fibras del tallo de un árbol o el esqueleto de un mamífero nunca fueron dibujados ni calculados.

En la arquitectura gaudiniana, la geometría simple es sustituida por la observación de la naturaleza, donde los pesos y las fuerzas se desplazan en sentido vertical, siendo innecesarios los tradicionales contrafuertes y arbotantes.

El proyecto de la Sagrada Familia estaba integrado por tres fachadas (Nacimiento, iniciada y casi finalizada por Gaudí, Pasión y Gloria), así como dieciocho torres: doce más bajas, entre las que se encuentran las ocho existentes que se corresponden con las fachadas del Nacimiento y de la Pasión, están dedicadas a los Apóstoles, mientras que cuatro, de altura superior, a los Evangelistas. La torre ubicada sobre el ábside estará dedicada a la Virgen María y la más alta, coronando todo el templo, a Jesucristo. La peculiaridad de las torres de la Sagrada Familia es su carácter cónico circular, que se estrecha con la altura, y la torsión parabólica con que fueron diseñadas, contribuyendo a realzar la tendencia ascendente de toda la fachada.

El templo de la Sagrada Familia presenta planta basilical estructurada en cinco naves, diferenciadas a partir de elementos sustentantes diseñados a modo de árboles, de tal forma que el observador, convertido en espectador de un fantástico bosque de columnas (símbolo de la Iglesia universal a través de sus diócesis), queda fascinado ante la sobrecogedora luz que se filtra por los ventanales en un precioso espacio religioso de imagen bucólica, donde se funden magistralmente espiritualidad, naturaleza y arquitectura. Imágenes sagradas, tortugas procedentes de la cultura china, representaciones humanas de su propio tiempo y hasta un criptograma, cuyas trescientas diez combinaciones suman la edad de Cristo, constituyen una armónica melodía arquitectónica única en el mundo.

Fuentes de procedencia de las imágenes:

Foto 1: http://www.gaudidesigner.com/es/sagrada-familia.html

Foto 2: http://www.gaudidesigner.com/es/sagrada-familia-escalera-de-caracol–piedra–interior-del-campanario_310.html

Foto 3: http://www.flickr.com/photos/vikingospub/2951849131/

Foto 4: http://blog-es.hostelbookers.com/ciudades-destacadas/barcelona/barcelona-modernista/