Dentro de las medidas impulsadas por Bruselas para fomentar el espíritu empresarial y el empleo, se encuentra la reciente Recomendación de la Comisión de 12 de marzo de 2014. Conscientes de que la situación de insolvencia de algunas empresas se ha evitado -o al menos minorado su gravedad- gracias a la flexibilidad de las legislaciones que han favorecido una rápida reestructuración, la presente Recomendación anima a los Estados Miembros a fijar un marco común.

Actualmente, en las legislaciones nacionales sobre insolvencia, se aprecian considerables diferencias entre países. Dentro de los aspectos que se intentan homogeneizar en los procedimientos, se encuentran las siguientes: adelantar el inicio de la reestructuración a fases más tempranas cuando la empresa empiece a mostrar problemas de financiación; evitar un exceso de formalidades que demoren la adopción de medidas o, simplemente, buscar una mayor eficiencia de los procedimientos.

Por otra parte, también destacar que prevé un marco común para promover una segunda oportunidad a los empresarios “honrados”.

Texto Recomendación

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