La idea de AYUDA es algo natural a la condición humana, es la necesidad de poder relacionarse, compartir, buscar ayuda… con otras personas más o menos afines a nosotros a las que poder hacer participes de las alegrías, tristezas, temores, dudas, experiencias, situaciones de enfermedad, de peligro, de ansiedad, de conocimientos, etc..

El movimiento asociativo, y más en concreto las Asociaciones de pacientes de Enfermedades de Baja Frecuencia (o mal llamadas “Raras”), se ha ido perfilando en nuestro país desde hace unos años como el recurso, en algunos casos único, ante la realidad bio-psico-social de dichas patologías.

Muchas de estas enfermedades son de carácter crónico, afectando la vida del propio afectado y su familia. El desconocimiento general por estas patologías, y todo lo que esto conlleva (falta de investigación, ausencia o retraso en el diagnostico, dificultades en el acceso al tratamiento, ausencia de protocolos de intervención interdisciplinar, etc.…), así como su dispersión geográfica hace necesaria la existencia de este tipo de asociaciones.

La necesidad de buscar a otras personas para relacionarse, para ayudarse ante las adversidades, para compartir momentos de alegría es una tendencia natural que acompaña a todas las personas a lo largo de su vida; Es vivir en sociedad.

Los cambios sociales, económicos y culturales que se han producido en estos últimos años han hecho que las familias sean mucho más reducidas, que no convivan en el mismo domicilio familiar y, en ocasiones, ni tan siquiera en la misma localidad. Esto conlleva que, cuando surge un problema o dificultad, sea mucho más difícil encontrar posibles soluciones. El mero hecho de pertenecer a un núcleo familiar pequeño crea ya una sensación de fragilidad e impotencia para hacer frente a determinados problemas que puedan surgir.

En este contexto han nacido y se han desarrollado en los últimos años organizaciones o grupos de personas afectadas por enfermedades, situaciones sociales o problemáticas afine.

A su vez, el concepto de Ayuda Mutua ha ido evolucionando hasta lo que a día de hoy entendemos como un intercambio de “dar” y “recibir” entre dos o más personas con resultados positivos para la salud de las personas, para el bienestar social de la comunidad en la que viven y de desarrollo del sentimiento de solidaridad y reciprocidad social.

De la necesidad de asociarse…

En toda organización tiene que haber personas que sientan la necesidad de empezar algo nuevo, con ilusión y ganas de emprender, ha de saber que cualquier cosa que se emprende, tiene un tiempo de gestación, maduración, puesta en marcha y un largo camino para poner en práctica los principios que le mueven para emprender la tarea.

LA UNIÓN HACE LA FUERZA,

¿Es esta una razón para Asociarse? Formar parte de una sociedad lo menos anónima posible, dar la cara y manifestar el verdadero interés por ayudar o de pedir ayuda. Este es un buen fundamento para asociarse.

Lo social viene de sociedad y la sociedad es un conjunto de ciudadanos, y éstos conviviendo; Con estos principios es necesario unir voluntades, conocimientos, intereses, experiencias, etc. En definitiva defender y crecer en un proyecto común.

Los que no saben esperan más ayuda de los que más conocen en cualquier campo del saber.

Un buen objetivo social es que este saber llegue a cuanta más gente mejor, las experiencias y conocimientos personales, y sobre todo, a los más desfavorecidos y necesitados. Los que cuenten con mayores conocimientos y fuerte vocación, son quienes deben dar el primer paso, comunicando su voluntad y los motivos que le mueven a una sociedad necesitada de su servicio.

La vocación es un factor determinante para la constitución de una asociación. La sociedad está necesitada de lugares donde poder aportar o que le aporten algo, y que el fin no sea precisamente el lucro.

Si promover y organizar una empresa es difícil, la formación y continuidad de una asociación es tarea no menos fácil y a veces, por no decir siempre, está llena de dificultades. El o los promotores tienen que tener una fuerte vocación, afán de servicio y hacer suyas las necesidades de los beneficiarios de la Asociación. Es un privilegio poder hacer algo por quienes más lo necesitan, para lo que es necesario sacar de nosotros todos los talentos de los que estamos dotados.