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¿Conoces los carriles bici con paneles solares?

Nuestras ciudades están cambiando. Después de casi un siglo en el que el coche lo ha invadido todo, ahora ocurre lo contrario. Cada vez se ponen más trabas a los vehículos en nuestras ciudades: más restricciones de circulación, menos zonas de aparcamiento, etc. Pero es un cambio global, no solo en España. Ahora llega el turno de la bicicleta y está recibiendo el apoyo de la fotovoltaica. Así nacen los carriles bici con paneles solares.

Desde muchas organizaciones se buscan alternativas para la instalación de paneles solares en los lugares de consumo. Se estudia la posibilidad de aprovechar los cauces de canales y cubrirlos con módulos fotovoltaicos, también las vías del tren e incluso carreteras. Así es que cuando alguien propone instalar placas solares en los carriles para bicicleta que se abran nuevos cada día, no nos debe extrañar.

Sin embargo, encontramos dos modalidades de carriles bici con paneles solares. Unos funcionan como pavimento y otros como toldo.

Carril bici fotovoltaico

La solución de crear un pavimento fotovoltaico sobre el que circulen las bicicletas se está adoptando principalmente en los Países Bajos. Para ello, los paneles solares deben estar reforzados con un cristal superior templado y de alta resistencia al impacto. Aun así, es normal que de vez en cuando algún vidrio se cuartee.

Instalaciones de este tipo las encontramos en diversos lugares del país de los tulipanes. Por ejemplo, en la localidad de Krommenie, al Noreste de Ámsterdam. Donde en 2015 se adaptó un carril bici con paneles solares en el suelo y sobre él conducen los ciudadanos sus bicicletas.

carril bici solar Utrecht

Este camino para bicicletas es especial porque uno de sus dos carriles está equipado con paneles solares que generan electricidad y la inyectan en la red pública. Aunque este carril-bici apenas dispone de 76 metros de instalación fotovoltaica, los desarrolladores esperaban que pudiera producir suficiente energía anual para alimentar varios hogares.

Después de apenas seis meses de funcionamiento, los responsables del proyecto evaluaron el funcionamiento y comprobaron que, a pesar de las pocas horas de sol, y el paso de más de 150.000 ciclistas por el camino, se habían generado más de 3.000 kWh. Suficiente para alimentar un hogar durante un año.

Otro ejemplo lo encontramos en la ciudad de Maartensdijk, al norte de Utrecht. En esta población holandesa se construyó en el 2021 un carril bici con una base de 330 metros de placas solares. Gracias a los cuales, se estima que puedan alimentar de electricidad a unas 40 viviendas.

Carril bici con sombrilla solar

En cambio, en otros lugares se está apostando por algo diferente y que a la vez es algo más sencillo, puesto que se pueden utilizar paneles solares convencionales. Así, lo que se está promoviendo es cubrir los carriles para bicicleta con una marquesina que soporta los paneles solares.

Esta disposición tiene algunas ventajas adicionales sobre la anterior.

1. No se necesitan paneles fotovoltaicos especiales con mayor resistencia.

2. Los propios paneles proveen protección a los ciclistas; en invierno frente a la lluvia y en verano frente al sol.

3. La lluvia facilita la limpieza de los módulos fotovoltaicos, asegurando que las hojas de árboles u otra suciedad se desprenda.

4. La propia estructura puede disponer de iluminación para facilitar el viaje y aportar mayor seguridad a los ciclistas por la noche.

Así, encontramos varios proyectos repartidos por diferentes países.

carril bici solar en corea

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El primer ejemplo es en Corea del Sur, donde se instalaron paneles solares en el carril bici que circula entre las dos direcciones de una autovía para coches. En este caso es un carril para bicicletas de 32 kilómetros entre las ciudades de Daejeon y Sejong. Casi en su totalidad está cubierto por paneles solares que proporcionan sombra, además de alimentar las luces de la carretera y las estaciones de carga de vehículos eléctricos.

carriles bici con paneles solares en Friburgo

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El segundo ejemplo lo encontramos en la ciudad alemana de Friburgo, donde este mismo año se inauguró un tramo de carril bici con una marquesina de paneles solares en las cercanías del estadio de fútbol Europapark. En este caso la longitud solar es de 300 metros con algo más de 900 módulos fotovoltaicos con una potencia pico instalada de 287 kWp. Además, se le ha dotado de unas luminarias cada ciertos metros, para mejorar la circulación de las bicicletas durante la noche. Por supuesto, alimentadas con electricidad verde y gratuita del sol.

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Y un tercer proyecto que aún está en desarrollo es el del arquitecto alemán Peter Kuczia. El Solar Veloroute, un carril bici modular y semicerrado que proporciona a los ciclistas refugio, luz por la noche y estaciones de carga en el camino.

Además de los paneles solares, se incorpora una cubierta con tela resistente a la intemperie para proteger a los ciclistas del sol, el viento y la lluvia. Los arcos de acero curvo soportan el conjunto de paneles fotovoltaicos que, según su creador, podrían generar hasta 2.000 MWh de electricidad por kilómetro de ciclovía. Actualmente, este diseño se está utilizando en Suiza y Dubái.

¿Qué es la curva de pato fotovoltaica?

Las energías renovables y sobre todo la fotovoltaica están cambiando el mundo energético tal y como lo conocíamos hasta ahora. Estamos viviendo noticias que hasta hace bien poco eran impensables, como que el coste de la energía en el mercado mayorista es de cero euros. Aunque a los ciudadanos de a pie no nos llegue esa rebaja. También estamos empezando a oír casi a diario que se está produciendo una ‘curva de pato‘ en la generación eléctrica. Pero ¿qué es la curva de pato fotovoltaica?

¿Qué está sucediendo con la generación eléctrica?

Hasta hace unos años la generación eléctrica se controlaba casi al 100 %, es decir, la producción de electricidad acompañaba a la demanda. Explicado en otras palabras; cuando las personas o empresas encendían luces, televisores, cocinas eléctricas, máquinas, trenes, etc. se activaba la generación en centrales térmicas, de gas, centrales hidroeléctricas, etc. Las únicas que estaban siempre en marcha y produciendo electricidad eran las centrales nucleares, aunque también se puede regular la cantidad de electricidad que generan.

Sin embargo, en la actualidad esto está cambiando debido a las energías renovables. Por desgracia las fuentes renovables no suelen tener en cuenta la curva de demanda de electricidad que realizamos. Es decir, durante gran parte del día apenas consumimos electricidad en los hogares. En cambio, al anochecer y al amanecer en las viviendas se necesita mucha electricidad que se suma a la demanda de la industria y el transporte.

En cambio, el sol no nos aporta su energía en esas horas críticas de la madrugada o del anochecer, y muchas veces el viento tampoco. Así, con el aumento que se está produciendo en la puesta en marcha de nuevas instalaciones fotovoltaicas (tanto de autoconsumo como de venta de electricidad), se genera mucha electricidad en las horas centrales del día, provocando la parada de las centrales térmicas, de ciclo combinado, de carbón, etc.

¿Qué es la curva de pato?

La aparición de las energías renovables y su aportación al sistema eléctrico de muchos países, ha provocado que en los momentos en que generan electricidad se dejen de usar los combustibles fósiles. Según lo explicado en el apartado anterior, cuando los ciudadanos y empresas consumen electricidad, esta debe ser generada.

Por desgracia, hasta la fecha no ha sido posible almacenar la electricidad en grandes cantidades. Por ello, la electricidad que se consume debe ser igual a la que se genera.

Con la aparición de las energías renovables y su desarrollo, se ha analizado y plasmado en gráficas la cantidad de electricidad que se genera, en función de su origen. Obteniendo gráficas en las que se separa la cantidad de electricidad que se genera mediante energías alternativas y combustibles fósiles, de las que se genera con fuentes renovables (eólica, fotovoltaica, hidroeléctrica, etc.)

A lo largo de los últimos 10 años estas gráficas han ido cambiando sensiblemente. Esto se ha debido al progresivo aumento de la cantidad de instalaciones solares fotovoltaicas año tras año. Estas han provocado que se genere mucha electricidad en las horas centrales del día y, como consecuencia, se paran las centrales que usan combustibles fósiles.

curva de pato fotovoltaica california

Como vemos en la gráfica anterior, en la que se muestra únicamente la cantidad de electricidad que se genera con combustibles fósiles, con la salida del sol su necesidad empieza a disminuir. Esto coincide con el aporte que empiezan a hacer todas las instalaciones fotovoltaicas que hay en California.

Así, conforme va transcurriendo el día se produce más electricidad limpia y las centrales térmicas de carbón, gas y otros combustibles derivados del petróleo van parando y reduciendo su aportación hasta el mediodía. Para empezar a producir paulatinamente según va avanzando la tarde.

Además, comprobamos cómo año tras año, gracias a la instalación de nuevos sistemas fotovoltaicos, la curva cae más y más. De modo que en el 2023 se ha llegado a niveles de cero producción con energías tradicionales y contaminantes, en las horas centrales del día. Es decir, durante un par de horas, el total de la energía es suministrada por fuentes renovables cubre toda la demanda.

¿Cómo aprovechar al máximo la generación eléctrica renovable?

Según los expertos en sistemas eléctricos, el siguiente paso es el almacenamiento. Hemos llegado a un punto en que la generación eléctrica con fuentes renovables es mayor al consumo en muchos momentos. Bien en las horas centrales del día gracias a la fotovoltaica, o bien en días de viento gracias a la eólica. Sin embargo, toda esa electricidad que no se necesita en esos momentos se pierde.

Ese es uno de los motivos por lo que en ocasiones vemos un parque eólico en el que únicamente algunos molinos están funcionando. El resto están parados. De igual forma sucede con las plantas fotovoltaicas, en las que en ocasiones los inversores bloquean el vertido de electricidad, puesto que no se necesita.

Es por ello que todos los conocedores de los sistemas eléctricos opinan que es hora de avanzar en los almacenamientos a gran escala. De este modo se podría almacenar electricidad en grandes cantidades, durante esas horas de gran producción, para usarla en momentos de gran demanda. Además, ese almacenamiento también se podría hacer de forma distribuida, de manera que no se sature la red de distribución eléctrica y estén más cerca de los centros de consumo.

¿Y tú, qué opinas, que se debe hacer ahora?

¿Por qué no producir electricidad con nieve?

Se dice de las personas positivas y motivadas para superarse día a día que tienen el futuro en sus manos. Lo mismo podemos asegurar de los científicos que buscan en las dificultades solucionar problemas cotidianos. Un ejemplo de ello son los estudios para generar electricidad a partir de la nieve. Y te preguntarás: ¿es posible?

Aunque parezca algo de ciencia ficción o una supertecnología de la NASA, lo cierto es que los proyectos que hay en desarrollo se basan en conceptos bastante simples. Tampoco se trata de unos nuevos paneles fotovoltaicos. Además, cada grupo de científicos ha encauzado sus trabajos en diferentes direcciones.

Así, encontramos dos proyectos bien diferentes y que pueden solucionar distintos problemas. Por un lado, tenemos un estudio de la Universidad de Electro-Comunicaciones de Tokio junto a la empresa TI Forte. Esta unión de esfuerzos pretende llevar a la práctica un proyecto para generar electricidad a “gran escala” a partir de la nieve que se acumula cada año en la localidad de Aomori.

El otro llamativo proyecto de investigación avanza desde la Universidad de UCLA en California. En este caso el objetivo es mucho más pequeño en tamaño, pero puede suponer un gran avance en la ropa destinada a climas fríos en los que la nieve está muy presente. Vamos a desarrollar ambos proyectos y ver en qué consiste cada uno.

Nieve para producir electricidad

El estudio y prototipo para generar electricidad utilizable en las viviendas o industria, tiene su origen en el costo que supone para la ciudad de Aomori retirar la nieve que se acumula en sus calles. Según datos de la propia ciudad, el coste ronda los 50 millones de euros cada invierno. Esto supone mucho dinero que con el proyecto de generación eléctrica se pretende recuperar. Pero, ¿cómo puede la nieve generar electricidad?

La nieve en sí no puede producir electricidad. No obstante, la gran cantidad que se acumula en la ciudad sirve para lograrlo y no es mediante los módulos fotovoltaicos. Debemos tener en cuenta que Aomori es la ciudad donde más nieva de todo el mundo. Es normal que la nieve alcance los 8 metros de altura.

Esto supone una gran masa de nieve y a temperatura muy baja, lo que se puede aprovechar, junto a otro elemento a temperatura más alta, para crear un flujo que mueva una turbina eléctrica. A grandes rasgos el proyecto se basa en algo tan sencillo como esto. Pero, ¿cómo consiguen que la nieve mueva una turbina eléctrica?

¿Piscina de nieve?

En lugar de verter la nieve en el mar, como de costumbre, se lleva a una piscina no utilizada en una antigua escuela. En la piscina se dispone un circuito de tubos que, en parte de su recorrido, circula por el interior de la misma. La otra mitad del circuito se dispone en el exterior [imagen].

Este circuito se rellena con un fluido caloportador que es capaz de variar mucho su temperatura en función de la temperatura de intercambio con el medio en que se encuentre. Es aquí donde la nieve realiza su función, puesto que se encarga de enfriar este fluido especial. Luego, el mismo fluido circula hacia el tramo de tuberías en el exterior. Allí, se calienta gracias al efecto de corrientes de aire o del sol, a modo de un panel solar térmico.

generar electricidad con nieve

Estos cambios de temperatura en el fluido caloportador provocan un efecto de movimiento continuo. Es lo que los científicos o técnicos conocen en termodinámica de fluidos, como el efecto de un termosifón. En él parte del líquido se calienta por efecto del sol, por ejemplo. Y por ello tiene a subir al aumentar su volumen, o disminuir su densidad. En la parte opuesta del circuito, es enfriado el líquido, ayudando a que el movimiento sea constante.

En función de la diferencia de temperaturas entre el vaso de la piscina (donde se ha depositado la nieve) y la parte exterior, la velocidad con que se mueva el líquido del interior será mayor. Este movimiento es aprovechado para hacer pasar el líquido a través de una turbina de generación eléctrica. Por eso, en función de su velocidad hará mover con mayor fuerza y velocidad el rotor del generador y, con ello, producir más electricidad.

Ventaja de la piscina de nieve

La gran ventaja de este sistema es que se puede escalar en las dos direcciones. Es decir, si necesitamos aportar electricidad a una vivienda, el sistema tendrá un tamaño determinado, con un depósito para la nieve y unas tuberías con unas dimensiones específicas. En cambio, para aportar electricidad a una industria, todo deberá ampliarse, de modo que la turbina generadora pueda aportar la potencia eléctrica suficiente.

Proyecto para generar electricidad a partir de la nieve en la ciudad de Aomori, Japón.

Snow TENG calienta la ropa con nieve

El otro estudio que merece mención trabaja con un dispositivo capaz de generar electricidad gracias a la nieve que precipita. Su tamaño no lo hace viable para generar la electricidad que necesita una vivienda, pero puede aportar alimentación eléctrica a pequeños equipos electrónicos, incluso para calentar la ropa de invierno.

En concreto, el equipo de investigación de la Universidad de California, en Los ángeles, se ha centrado en aportar energía a los complementos y ropa para esquiar. El equipo de investigación ha explicado que el dispositivo diseñado es un nano-generador triboeléctrico basado en la nieve, o Snow TENG.

Como su nombre indica, funciona por efecto triboeléctrico, es decir, utiliza la electricidad estática para generar cargas eléctricas mediante el intercambio de electrones. Este tipo de dispositivos se han utilizado para fabricar generadores que extraen energía de los movimientos del cuerpo, pantallas táctiles e incluso pisadas en el suelo. Pero, ¿cómo se puede aprovechar la nieve con este dispositivo?

¿Cómo aprovecha la nieve este dispositivo?

Se trata de un procedimiento muy sencillo: la nieve tiene la particularidad de disponer de carga positiva, por lo que al frotarla contra un material con la carga opuesta se puede extraer energía de ella. Tras una exhaustiva serie de pruebas, el equipo se decantó por la silicona como el material más eficaz.

El Snow TENG, que se puede imprimir en 3D, se fabrica con una capa de silicona unida a un electrodo. Los investigadores afirman que podría integrarse en paneles solares para que siguieran generando electricidad, aunque estuvieran cubiertos de nieve. Es decir, como una célula solar híbrida colocada en la parte frontal, que también generaría energía a partir del movimiento de las gotas de lluvia sobre su superficie.

El problema es que, en su forma actual, el Snow TENG produce una cantidad muy pequeña de electricidad: tiene una densidad de potencia de 0,2 mW por metro cuadrado. Al no producir electricidad en gran cantidad no se puede conectar a la red como un panel solar, pero podría servir para crear pequeños sensores auto-alimentados. También serviría para alimentar pequeños equipos electrónicos, y tiene la gran ventaja de poder funcionar en zonas remotas, porque proporciona su propia energía y no necesita pilas.

Utilizado en una pequeña estación meteorológica puede informar de la cantidad nieve que cae, su dirección, y la velocidad y dirección del viento. Los investigadores dan otros ejemplos, como un sensor que podría fijarse a la suela de las botas o los esquís y utilizarse para recoger datos de los deportes de invierno.

El panel solar de hidrógeno

Estamos en una carrera sin retorno hacia las energías renovables. La necesidad de descartar definitivamente los combustibles de origen fósil es innegable, a pesar de la reticencia y las dificultades que pone la tradicional industria energética, que fuerza a que la legislación avance muy lentamente.

Sin embargo, se siguen dando pequeños pasos que son grandes avances en la generación de energía sostenible. Es el caso de los paneles solares de hidrógeno que están desarrollando investigadores de la Universidad de KU Leuven, en Bélgica.

¿Cómo funciona el panel solar de hidrógeno?

Desgraciadamente, poco sabemos del funcionamiento interno de estos colectores solares, puesto que la universidad ha presentado las correspondientes solicitudes de patentes. Por ello, y hasta que estas solicitudes no estén resueltas, no se podrán tener detalles de la tecnología que han desarrollado.

  • Johan Martens (dcha.), profesor en la Universidad de KU Leuven y jefe del Departamento de Catálisis y Química de Superficies y de la División de Investigación y Desarrollo de Catálisis. | Universidad KU Leuven, Bélgica.

Según explicó uno de los padres de esta tecnología, el profesor Johan Martens en esta universidad belga, no debemos hablar estrictamente de un panel solar. Un colector fotovoltaico convierte la luz del sol en electricidad y, en cambio, su invento genera hidrógeno a partir de la humedad del aire.

No obstante, para esta conversión se necesita el aporte de una energía, y en este caso la aporta el colector fotovoltaico que se adapta al invento de KU Leuven.

Es por ello que el panel de hidrógeno se ha desarrollado para que se puedan adaptar todos los colectores fotovoltaicos que hay en el mercado y también las estructuras, para su instalación en tejados.

¿Qué hace al panel de hidrógeno tan especial?

Al incorporarse un colector fotovoltaico al panel de hidrógeno, se convierte la luz solar y el vapor de agua del aire directamente en hidrógeno. Es por ello que la conexión entre los paneles de hidrógeno que se instalen en un tejado debe ser por medio de tuberías. La eficiencia de este invento es de un 15% que, aunque parezca muy poco, es mayor que las formas tradicionales de conseguir hidrógeno.

En las pruebas desarrolladas en la propia universidad, con las condiciones meteorológicas de Bélgica, se pueden producir una media de 250 litros de hidrógeno al día. En términos de uso, la producción de hidrógeno que realizan 20 de estos paneles solares sería suficiente para calentar con una bomba de calor y aportar electricidad a una vivienda con buen aislamiento durante todo el invierno.

Para hacernos una idea de cómo puede funcionar deberíamos ser expertos en la ciencia de superficies absorbentes, membranas y catalizadores. Aunque, los investigadores no quieren aportar más información por el momento, debido a la patente que están esperando.

¿Cómo se desarrolló la tecnología del panel solar de hidrógeno?

Para iniciar la investigación, los técnicos se plantearon inicialmente una pregunta básica: ¿cómo se puede producir un combustible en cualquier momento y en cualquier lugar? La respuesta fue obvia, a partir del aire o, mejor dicho, de la humedad que contiene. Debemos tener en cuenta que, incluso, el aire del desierto contiene vapor de agua en suficiente cantidad para generar hidrogeno.

Un dato importante que encaminó la investigación a extraer energía de la humedad del aire es que el vapor de agua es el cuarto componente más abundante, después del oxígeno, el nitrógeno y el argón. Si conseguimos extraer esa humedad dispondremos de suficiente cantidad de agua para dividirla y fabricar hidrógeno.

Sin embargo, hay una cuestión muy importante, ¿cómo extraer el agua contenida en el aire para separar en hidrógeno y oxígeno gaseosos? Ante esta cuestión se plantea un gran problema, y es que la temperatura que alcanza un panel solar es fácilmente de 70 °C. Algo que complica trabajar con el vapor de agua.

Además, otra dificultad añadida es conseguir que el sistema funciona en condiciones de lluvia y bajas temperaturas. Es por ello que los científicos de la universidad de KU Leuven han desarrollado un sistema para conseguir realizar el proceso de separación del vapor de agua del aire y obtener agua. Y, a partir de ahí, generar hidrógeno. Sin embargo, es algo que no quieren desvelar hasta tener concedida la patente de la innovación.

¿Por qué el hidrógeno?

Durante el verano o en circunstancias favorables de sol, es fácil generar hidrógeno y almacenarlo. Así, se dispone de este combustible limpio y renovable para la época invernal, cuando las condiciones climáticas hacer más necesaria la disponibilidad de energía. El gas hidrógeno se genera a presión atmosférica, sin embargo, se puede comprimir y almacenar en recipientes a presión. E incluso se podría utilizar la red de gas natural para su almacenamiento y distribución.

Claro está que la red de gas natural debería sufrir algunas adaptaciones. No obstante, estas no son grandes y se pueden acometer con cierta facilidad. Otra opción sería ir mezclando el gas natural con el gas hidrógeno, para realizar una transición energética gradual hasta el gas hidrógeno puro.

¿El panel solar de hidrógeno sustituye a los parques eólicos y huertas solares?

No es la intención de esta innovación. Lo que se pretende es sustituir al carbón, el gasoil, petróleo, incluso al gas natural y la energía nuclear. Estamos viendo que nuestro planeta dispone de suficientes recursos naturales renovables, que pueden mover toda nuestra vida, industria y economía de una forma limpia.

Los sistemas tradicionales para generar hidrógenos siguen siendo necesarias. Es por ello que las instalaciones de aerogeneradores, las huertas solares y el autoconsumo fotovoltaico van a seguir siendo necesarios.

Debemos tener en cuenta que hay industrias muy intensivas energéticamente. Los sectores de la metalurgia, la química y otros, demandan gran cantidad de energía y calor. Generar hidrógeno suficiente con los nuevos paneles solares de hidrógenos conllevaría la instalación de una cantidad enorme de estos colectores. Algo que no es viable por el espacio que se necesitaría.

Es por ello, que los nuevos paneles solares de hidrógenos tienen un futuro más centrado en el ámbito doméstico o para pequeñas empresas.

certificado passivhaus de la bomba calor

Certificado Passivhaus de la bomba de calor

Para entender porque se busca conseguir el Certificado Passivhaus de la bomba de calor, debemos entender qué es una casa pasiva y su importancia. Cuando se habla de arquitectura pasiva se debe entender a todas aquellas técnicas constructivas que intentan reducir el consumo energético del edificio. Sin embargo, es muy difícil, por no decir casi imposible, que el consumo de energía de una vivienda sea nulo. Siempre se necesita algo de aporte externo; iluminación, calefacción o refrigeración, etc.

Por ello se necesita la aportación de elementos que podemos llamar tradicionales, que aporten esa energía para cubrir el confort mínimo necesario. Además, unos de los conceptos en los que se basa la Passivhaus es el uso de energías renovables. Esto entra dentro de objetivo de minimizar la huella de carbono de cualquier edificación.

Ahí es donde entra en juego la bomba de calor. Como elemento que aprovecha un recurso renovable como es la aerotermia o la geotermia. Además, proviene de agua caliente sanitaria, calefacción en invierno y, gracias a su capacidad de reversibilidad, también nos aporta refrigeración en verano. Pero ¿qué tiene que ver la bomba de calor con el certificado Passivhaus? Para responder debemos saber qué es el Passivhaus y su certificado, qué implica y por qué se estableció.

¿Qué es el certificado Passivhaus?

El Instituto Passivhaus, creado en la década de los 80 del siglo XX, es el organismo que certifica las viviendas como casas pasivas, otorgando el certificado que lo acredita. Se estableció como respuesta a la inquietud por construir de forma más eficiente y que los edificios necesitasen menor uso de energía en su día a día.

Así, se establecieron unos requisitos que debían cumplir las edificaciones, de modo que redujeran el consumo energético. No obstante, el confort de las personas debía ser el adecuado, o aumentarlo. Las viviendas que cumplen con esos requisitos al evaluarse reciben el certificado como edificación Passivhaus.

Este certificado implica una serie de comprobaciones y revisión de todos los aspectos requeridos en la vivienda. Lo que implica unas tareas de examen laboriosas y arduas. Para agilizarlo, el instituto estableció un certificado de componentes. De forma que los fabricantes podían solicitar la inspección correspondiente para asegurar que sus productos cumplen con los requerimientos para ser parte de una casa pasiva.

De esta manera, los fabricantes de ventanas, puertas, elementos de aislamiento, ladrillos y otros solicitaron un examen para homologar sus productos.

¿Qué beneficio proporciona esto? Cuando en una vivienda se utilizan materiales o componentes certificados, el fabricante aporta la documentación que lo acredita. De esta forma, cuando la vivienda está terminada se necesitan menos pruebas o test, ya que algunas partes ya están homologadas.

Con ello, el arquitecto que ha dirigido la obra tiene que hacer menos pruebas o justificaciones. Esto repercute en que la solicitud para obtener el certificado de Passivhaus es mucho más rápido.

¿Por qué el certificado Passivhaus de la bomba de calor?

Al igual que los fabricantes de ventanas, puertas y otros materiales que se emplean en la construcción, diferentes marcas de bombas de calor también han querido disponer de productos certificados como Passivhaus.

certificado componente bomba calor

Ya que en todas las viviendas se necesita un apoyo de sistemas tradicionales de calefacción o refrigeración, por muy bien aisladas que estén, la bomba de calor se apuntó al certificado. Aunque se apliquen muy bien las técnicas arquitectónicas que mejoran el aprovechamiento del sol, tanto por su calor como por su luz, y de las corrientes de aire, siempre se necesita un poco de calefacción o refrigeración.

Recordemos que el concepto Passivhaus busca minimizar el consumo energético, pero nunca se ha pretendido ser neutro o independiente energéticamente. Por ello, conociendo la necesidad que aun así tienen las casas pasivas de un sistema de aporte adicional, algunos fabricantes han diseñado equipos de aerotermia con un extra de rendimiento.

Así, fabricantes de bombas de calor como Daikin o Panasonic han conseguido certificar algunos de sus modelos. De manera que los arquitectos que consideren usarlas en sus diseños disponen de toda la documentación que exige el instituto para justificar los datos de consumo.

El proceso para homologar una bomba de calor es, al igual que los sistemas de ventilación y otros, mediante ensayos, donde se comprueba su consumo y prestaciones. Los técnicos del instituto realizan estas revisiones y constatan que siguen las directrices marcadas en sus homologaciones, concediendo el certificado a un modelo de bomba de calor en particular, el que ha superado las pruebas.

Además, en muchas edificaciones pasivas se aporta un extra de eficiencia energética instalando un sistema fotovoltaico. Con ello se persigue que toda la energía que se consume sea de origen renovable, e incluso poder llegar a ser totalmente autónomos, energéticamente hablando.