No hacer nada ante el cambio climático no solo podría tener repercusiones en el medioambiente, sino que también afectará a la economía de los países. En concreto, la inacción de los gobiernos y empresas respecto a la lucha contra el cambio climático podría repercutir en una reducción del cinco por ciento del PIB mundial de aquí a 2050.

Así lo refleja el informe The Global Green Economy; Capturing de opportunity publicado por la firma de desarrollo sostenible Arup, junto con Oxford Economics. Estas entidades señalan que mitigar el cambio climático es un proceso largo y costoso que requiere de una profunda transición para abandonar el uso de combustibles fósiles, y por eso, las empresas y los gobiernos enfocan este cambio desde una perspectiva de costes. Sin embargo, esta transformación hacia un futuro sostenible a largo plazo ofrece también múltiples oportunidades económicas.

El informe, que está diseñado para ayudar a los responsables políticos y agentes de diferentes sectores a considerar qué aspectos de la economía verde pueden impulsar la prosperidad, generar empleo y reforzar su competitividad global, apunta que las actividades relacionadas con la industria verde, que deben impulsar la transición ecológica, pueden suponer una oportunidad económica muy importante. Su correcto abordaje, continúa el informe, puede generar el aporte de más de 10.000 billones de dólares al PIB mundial en 2050.

Los responsables de este informe han identificado tres pilares de oportunidades económicas que surgirán de esta transición y que pueden hacer de la industria verde un sector de peso en la economía mundial futura. 

Además, señalan más de 50 actividades económicas sostenibles y más de 500 subactividades en las que los gobiernos y las empresas privadas deben poner el foco para contribuir al desarrollo sostenible.

Por un lado, el informe destaca el surgimiento de cinco grandes nuevos mercados verdes de bienes y servicios neutros en carbono (fabricación de vehículos eléctricos, generación de energía eléctrica renovable, equipamiento para energías limpias, producción de combustibles renovables y finanzas verdes) y las oportunidades competitivas que estos crearán.

Por otro lado, según sus previsiones, señalan que la transición ecológica situará a la economía mundial en una senda más próspera y sostenible desde el punto de vista medioambiental.

El informe destaca también que los últimos años han sido los siete más calurosos de la historia registrada del planeta, y en 2021 se registraron nuevos extremos climáticos, como la ola de calor más grave de la historia y temperaturas récord para el ocho por ciento de la población mundial. Esto tiene unos efectos devastadores a nivel ambiental pero también económico, ya que, como apunta el texto, el coste de las interrupciones de la actividad económica relacionadas con las condiciones meteorológicas alcanzó los 233.000 millones de dólares en 2021, lo que representa el 0,24 por ciento del PIB mundial.

Susana Saiz, directora de cambio climático y sostenibilidad de Arup en Europa, ha indicado en un comunicado que “es innegable que el cambio climático tiene efectos devastadores, pero no solo a nivel ambiental, también a nivel social y económico”. Ha añadido también que se quiere que este informe “sirva como guía, tanto para estamentos públicos como para personas privadas, para que estas puedan contribuir al desarrollo sostenible de manera más eficiente y generando beneficio en diferentes ámbitos sociales y económicos”.

Este ámbito, el de las energías renovables y sus consecuencias beneficiosas contra el fenómeno del cambio climático son fuente de formación académica en la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, por medio de su reputado Máster de Energías Renovables y Eficiencia Energética.