Archivos de Autor: Ana Lacasa

Problemas comunes en las redes de telecomunicaciones: causas, soluciones y responsables

La comunicación entre individuos ha cambiado en las últimas décadas. Ahora, el espacio, el lugar donde se encuentran, no es un problema. Una persona puede mantener una relación fluida y real con otra viviendo en la otra parte del mundo. Y todo gracias a las redes sociales, que han dado visibilidad también a determinadas situaciones que, en otros momentos, hubieran pasado inadvertidas. Gracias a las redes de telecomunicaciones, las personas pueden estar interconectadas, pero estas pueden enfrentarse a grandes desafíos que pueden afectar a la calidad y a la eficiencia de las comunicaciones.

Uno de los desafíos fundamentales es la congestión de la red, que puede resultar en la ralentización de la velocidad de transmisión de datos. Este problema se enfrenta mediante la expansión de la capacidad de la red y la implementación de tecnologías avanzadas, como la multiplexación por división de longitud de onda (DWDM), que permite transmitir múltiples señales a través de una sola fibra óptica.

La interferencia electromagnética puede degradar la calidad de la señal y provocar desconexiones. La resolución de este problema implica la identificación y eliminación de fuentes de interferencia, así como el diseño de redes con sistemas de blindaje adecuados. Ingenieros especializados llevan a cabo análisis de espectro y despliegan tecnologías avanzadas de modulación para mitigar este inconveniente.

La latencia, o el retraso en la transmisión de datos, es un problema crítico en aplicaciones sensibles al tiempo, como las videoconferencias o los juegos en línea. Se aborda mediante la optimización de la infraestructura de red, la implementación de enrutamiento eficiente y el uso de tecnologías como el 5G, que reduce significativamente la latencia.

Otro gran problema al que se tienen que enfrentar las redes de telecomunicaciones es la seguridad de los datos. Cada día, se informa sobre algún ciberataque, alguna empresa comprometida por la presencia de hackers, y el temor es constante. Para combatir amenazas como ataques cibernéticos y el robo de información, se emplean medidas como firewalls, cifrado de extremo a extremo y sistemas avanzados de detección de intrusiones. Equipos especializados en seguridad cibernética trabajan de cerca con los proveedores de servicios para mantener la integridad de la red.

El mantenimiento preventivo es esencial para evitar fallas catastróficas. Ingenieros de redes realizan inspecciones periódicas, monitorean el rendimiento de los equipos y llevan a cabo actualizaciones de software y hardware. La automatización también desempeña un papel clave, permitiendo la detección temprana de problemas y la aplicación de soluciones antes de que afecten el servicio.

Los desastres naturales, cortes de energía o fallas de hardware pueden interrumpir las operaciones de la red. La implementación de redundancias y la diversificación de rutas de comunicación son estrategias esenciales para garantizar la resiliencia de la red. Equipos de respuesta a emergencias están preparados para actuar rápidamente y restaurar la conectividad en caso de cualquier interrupción.

Cómo se resuelven los problemas

La resolución de los problemas en las redes de telecomunicaciones puede ser un proceso complejo que requiere una serie de pasos. El primer paso es identificar la causa del problema. Esto puede ser un proceso de prueba y error que implica la recopilación de información sobre el estado de la red.

Cuando ya se tiene claro cuál es la causa del problema, se pueden tomar medidas para resolverlo. Las soluciones pueden variar según la naturaleza del problema. En el caso de problemas de hardware, se suele requerir la reparación o sustitución de los componentes afectados. En algunos casos, puede ser posible solucionar el problema simplemente reiniciando el dispositivo. Si el problema es de software, los ingenieros tienen que centrarse en la aplicación de actualizaciones o parches, o restaurando la configuración a un punto anterior. 

Pero también hay problemas de configuración, y en este caso, se suelen resolver corrigiendo los errores en la configuración. Esto puede implicar la modificación de los parámetros de red, la reconfiguración de la topología de la red o la restauración de la configuración a un punto anterior.

La Navidad y otras festividades cambian los patrones de contaminación lumínica

El aumento de la contaminación es algo que preocupa. No solo del volumen de plásticos que consumimos y desechamos a diario, sino también el ruido que provocamos en el ambiente y no podemos olvidar tampoco la contaminación lumínica. Pues bien, investigadores españoles han revelado que las grandes festividades como la Navidad o el Ramadán cambian los patrones de contaminación lumínica a escala global, aumentando la intensidad de la luz en las diferentes zonas donde se celebran estas fiestas.

El trabajo, publicado en la revista People and Nature, pone de manifiesto la estrecha relación entre los niveles de contaminación lumínica y la actividad cultural de nuestra sociedad, unos efectos que se extienden más allá de las zonas urbanas. 

Este estudio, realizado por un equipo de investigación del Institute de Ciences del Mar (ICM-CSIC) , el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), revela que la transformación del paisaje nocturno que provoca la luz artificial, comúnmente conocida como contaminación lumínica, es una marca inconfundible de la actividad humana en la Tierra, y tiene graves consecuencias para los organismos vivos.

Así la Navidad cristiana, el Ramadan musulmán, el Año Nuevo chino o el Diwali hindú, provocan que la intensidad de la iluminación nocturna varíe en función de la celebración que esté en curso. 

El investigador del CSIC en el ICM Francisco Ramírez ha indicado en un comunicado que “comprender cómo las actividades humanas influyen en la contaminación lumínica es clave para evaluar su impacto y diseñar posibles medidas de mitigación”. Este experto ha destacado también que “trabajos anteriores habían relacionado el desarrollo económico de los países con sus patrones de contaminación lumínica, determinando que, en general, son los más ricos los que más contaminan. Sin embargo, esta es la primera vez que se evalúa cómo determinadas actividades socio-culturales afectan a la contaminación lumínica a escala global”.

Para la elaboración del trabajo, el equipo analizó imágenes de satélite que muestran la intensidad de la luz entre 2014 y 2019, lo que permitió obtener datos de este tipo de contaminación a escala global. 

El análisis posterior confirma que durante la Navidad se produce un pico de contaminación lumínica en los países cristianos, mientras que en los países musulmanes e hindúes los picos anuales coinciden con el Ramadán y el Diwali, respectivamente. En el caso de China y Vietnam, el pico de contaminación lumínica coincide temporalmente con la celebración del año nuevo.

“Los resultados muestran que festividades y celebraciones que implican grandes concentraciones de personas y el uso de luces nocturnas afectan al patrón estacional de intensidad lumínica, lo que puede tener efectos sobre una gran variedad de especies”, ha explicado la investigadora del CSIC en el ICM Marta Coll. “Es lo que ocurre con una gran variedad de especies que se ven atraídas por las luces artificiales, a menudo con consecuencias fatales”, ha señalado.

Por su parte, el investigador del CSIC en el MNCN Airam Rodríguez ha destacado que “las variaciones observadas en los niveles de luz contaminante proveniente de las celebraciones podrían ser mayores, pues el sensor con el que se toman las imágenes satelitales utilizadas en nuestro estudio son poco sensibles a la luz azulada. Sin embargo, es precisamente ese tipo luz, es decir, la emitida en el rango del azul, la más perjudicial para la salud y la biodiversidad”.

«Este trabajo proporciona una base sólida para desarrollar medidas de planificación y gestión que permitan mitigar los efectos de la contaminación lumínica», ha añadido Andre Chiaradia de Phillip Island Nature Parks de Australia.

«Los datos obtenidos revelan la necesidad de monitorear de forma continuada este tipo de contaminación para entender su efecto sobre el medio natural y poder desarrollar políticas globales destinadas a promover un uso de las luces artificiales que sea compatible con la preservación del mundo natural”, ha concluido Chiaradia.

En la Universidad UDIMA se ofrece la posibilidad de estudiar en torno a esta cuestión, la de la sostenibilidad energética, en el marco del Máster de Energías Renovables y Eficiencia Energética.

Guardianes digitales: cómo los ingenieros de Telecomunicaciones protegen sus datos

Una de las cosas que más preocupan a las empresas, políticos y a los ciudadanos es la ciberseguridad. Cada vez aparecen más noticias en los medios de comunicación hablando de una brecha de seguridad en alguno de los correos, datos robados que se distribuyen en la “dark web” o el hackeo de alguna página web o de algún sistema importante de gestión y almacenamiento de datos privados. En este contexto, la ingeniería de telecomunicaciones emerge como un pilar fundamental para garantizar la protección de los sistemas y datos online. A través de su enfoque multidisciplinario y su comprensión integral de las redes y sistemas de comunicación, los ingenieros de telecomunicaciones desempeñan un papel crítico en la mitigación y prevención de amenazas cibernéticas.

En primer lugar, es importante comprender la interconexión que define la infraestructura digital contemporánea. Los sistemas de telecomunicaciones constituyen la columna vertebral de esta red global, permitiendo la transferencia instantánea de datos y la comunicación entre individuos y dispositivos en todo el mundo.

En este sentido, los ingenieros de telecomunicaciones se dedican a diseñar, implementar y gestionar estas redes, lo que los coloca en una posición única para abordar los desafíos de seguridad cibernética. Su profundo conocimiento de los protocolos de comunicación, la transmisión de datos y la infraestructura de red les permite identificar posibles vulnerabilidades y establecer medidas para salvaguardar la integridad y confidencialidad de la información.

La protección contra ciberamenazas abarca desde la prevención hasta la detección y respuesta eficiente ante incidentes. Así, los ingenieros de telecomunicaciones desempeñan un papel crucial al diseñar sistemas y aplicaciones con medidas de seguridad integradas desde su concepción.

La implementación de protocolos de encriptación, firewalls y sistemas de autenticación robustos son ejemplos de estrategias que estos profesionales incorporan para minimizar el riesgo de ataques cibernéticos. Además, su participación en la supervisión constante de las redes permite la identificación temprana de actividades anómalas, lo que contribuye a la rápida mitigación de posibles brechas de seguridad.

La constante evolución de las amenazas cibernéticas demanda una actualización continua de las estrategias de defensa. Aquí es donde la versatilidad de la ingeniería de telecomunicaciones se vuelve especialmente valiosa. La capacidad de adaptarse a las tendencias emergentes en ciberdelincuencia y anticiparse a las tácticas de los actores maliciosos es un componente esencial de la labor de estos profesionales.

La investigación y el desarrollo de soluciones innovadoras, como sistemas de detección de intrusiones más avanzados y algoritmos de análisis de comportamiento, constituyen áreas en las que los ingenieros de telecomunicaciones contribuyen de manera significativa.

En el ámbito empresarial, la ciberseguridad se convierte en un factor determinante para el éxito y la reputación de una organización. La pérdida de datos sensibles o el compromiso de la privacidad de los clientes pueden tener consecuencias devastadoras. Y es precisamente a las empresas donde los hackers tienen el punto de mira puesto. En este sentido, los ingenieros de telecomunicaciones no solo trabajan en la salvaguardia de la infraestructura tecnológica, sino que también desempeñan un papel consultivo al proporcionar recomendaciones sobre las mejores prácticas de seguridad y la implementación de políticas efectivas de gestión de riesgos.

La revolución bajo el mar: cómo la fibra óptica submarina ha cambiado nuestra forma de comunicarnos

En las profundidades marinas no solo duermen animales o plantas, sino que es uno de los lugares donde se viven los sistemas de fibra óptica submarina, que son vitales en las comunicaciones internacionales. Estos sistemas, compuestos por cables de fibra óptica que se extienden por el lecho marino, desempeñan un papel fundamental en la conectividad de nuestro mundo moderno. Y eso es debido a su capacidad para transmitir grandes volúmenes de datos a través de distancias transoceánicas con una velocidad y confiabilidad excepcionales.

Estos sistemas son cruciales para el funcionamiento de Internet y las comunicaciones de voz y datos a nivel mundial. La fibra óptica submarina permite la transmisión de información a velocidades que simplemente no serían posibles con tecnologías más antiguas, como los cables de cobre. Esto facilita la transmisión de datos de alta calidad, lo que beneficia a empresas, gobiernos y usuarios individuales que dependen de una comunicación rápida y eficiente.

Además de la velocidad, la fiabilidad es una característica clave de estos sistemas. Y es que los cables de fibra óptica submarina se encuentran protegidos en el fondo del océano, donde están menos expuestos a los elementos y a actividades humanas que podrían dañarlos. Esto los hace altamente resistentes a las interrupciones, lo que es esencial para mantener la continuidad de las comunicaciones internacionales.

La globalización de la economía y la interdependencia de las naciones también subrayan la importancia de estos sistemas. Las grandes empresas confían en la capacidad de transmitir datos de manera rápida y segura entre continentes para operar eficientemente en un mercado global. Del mismo modo, los gobiernos dependen de estas conexiones para comunicarse con sus homólogos extranjeros y colaborar en temas de importancia internacional, como la seguridad, el comercio y el medio ambiente.

Los sistemas de fibra óptica submarina también desempeñan un papel vital en la investigación científica y la exploración del océano. Facilitan la transmisión de datos desde instrumentos científicos y submarinos robóticos a estaciones en tierra, permitiendo avances en la comprensión de nuestro entorno marino y el cambio climático global.

No obstante, es importante señalar que la construcción y el mantenimiento de estos sistemas conllevan desafíos técnicos y financieros significativos. La colocación de cables submarinos requiere una planificación meticulosa, la consideración de factores ambientales y la cooperación internacional para evitar problemas en áreas sensibles. Además, los costos asociados con la instalación y reparación de estos cables son considerables, y las empresas operadoras deben garantizar que la inversión se mantenga a lo largo del tiempo.

Se espera que la importancia de los sistemas de fibra óptica submarina siga aumentando en el futuro. Esto se debe al creciente consumo de datos en todo el mundo. Además, la aparición de nuevas tecnologías, como la realidad virtual y la realidad aumentada, requerirán mayores anchos de banda para su funcionamiento.

Hilos de luz: descubriendo el poder detrás de la tecnología de la fibra óptica

Las conexiones a Internet son cada vez más rápidas. Si al inicio de la historia de la Red de redes se hablaba de una velocidad que ahora consideramos mínima, ahora la rapidez es vital para poder contratar un servicio de Internet o de comprar un ordenador o teléfono móvil. Y todo ello es gracias a la fibra óptica, que es una tecnología de transmisión de datos que utiliza cables de vidrio o de plástico para transmitir información en forma de pulsos de luz. Desde su aparición, esta tecnología ha revolucionado el mundo de las telecomunicaciones debido a sus numerosas ventajas y beneficios.

Pero vamos a desentrañar todos los misterios de la fibra óptica, esos pequeños hilos de luz que están detrás del poder de la tecnología. En primer lugar, la fibra óptica ofrece una capacidad de transmisión mucho mayor en comparación con otros medios de comunicación, como el cable coaxial o el par trenzado. La luz que se utiliza para transmitir los datos permite una velocidad de transmisión extremadamente alta, lo que resulta en una mayor cantidad de información que se puede enviar en un período de tiempo más corto. Esta capacidad de alta velocidad es crucial en la era actual de la información, donde la demanda de transmisión de datos en línea es cada vez mayor.

Además de su velocidad, otra ventaja clave de la fibra óptica es su inmunidad a las interferencias electromagnéticas. A diferencia de los cables de cobre utilizados en otras tecnologías de comunicación, los cables de fibra óptica no se ven afectados por campos electromagnéticos externos, lo que garantiza una transmisión más estable y fiable. Esto es especialmente relevante en entornos industriales o en áreas densamente pobladas donde las interferencias electromagnéticas son comunes.

La fibra óptica también destaca por su baja atenuación de señal, lo que significa que las pérdidas de señal a lo largo de las distancias son mínimas. Esta característica permite la transmisión de datos a largas distancias sin la necesidad de repetidores o amplificadores de señal frecuentes, lo que simplifica y abarata la infraestructura de las redes de telecomunicaciones.

Otro aspecto importante de la fibra óptica es su capacidad para ofrecer una alta capacidad de ancho de banda. Los cables de fibra óptica pueden transportar múltiples señales de luz a través de diferentes longitudes de onda, lo que se conoce como multiplexación por división de longitud de onda (WDM). Esta técnica permite que una sola fibra óptica transmita datos en múltiples canales simultáneamente, multiplicando su capacidad y optimizando el uso del recurso.

Además de sus ventajas técnicas, la fibra óptica es también una opción más respetuosa con el medio ambiente. Al ser más eficiente en términos energéticos y no requerir la utilización de materiales tóxicos, contribuye a reducir el impacto ambiental asociado con las telecomunicaciones.

La fibra óptica es el futuro de las telecomunicaciones. Es un medio muy eficiente, seguro y rápido para la transmisión de datos. A medida que la demanda de datos aumenta, la fibra óptica se convertirá en el medio de transmisión más importante en las telecomunicaciones.

En los próximos años, la fibra óptica se utilizará para el desarrollo de nuevas aplicaciones en las telecomunicaciones, como la televisión 4K, la realidad virtual y la realidad aumentada. La fibra óptica también se utilizará para el desarrollo de nuevas aplicaciones en el ámbito empresarial, como la inteligencia artificial, el machine learning y el big data.

La fibra óptica es una tecnología clave para el desarrollo de la sociedad del conocimiento. Es una tecnología que permitirá el acceso a información y servicios a una gran parte de la población mundial. Así que hay que estar preparados y asumir que esta es la tecnología de nuestro presente y también la de nuestro futuro.

El cambio climático amenaza la supervivencia de los anfibios, pero todavía hay tiempo para evitarlo protegiendo sus hábitats

El cambio climático es un hecho. Y no se puede discutir. Las temperaturas elevadas y las olas de calor se han ido viviendo a lo largo de los últimos años y eso es un síntoma de que algo está cambiando. Pues bien, un nuevo estudio señala que el cambio climático es una de las mayores amenazas para anfibios, ranas, sapos, salamandras y cecilias que están viendo cómo están en continuo declive.

Este estudio en el que participan más de cien investigadores, basado en la segunda evaluación mundial de anfibios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y que se ha publicado en la revista Nature, analiza los datos de las últimas dos décadas recabados en todo el mundo y mantiene la destrucción de hábitats y las enfermedades emergentes, dos efectos potenciados por el cambio climático, como las causas principales del declive de las poblaciones de estas especies.

El equipo de investigación, que ha contado con los datos de más de 1.000 expertos de todo el mundo, ha analizado el riesgo de extinción de más de 8.000 especies de anfibios (2.286 de ellas evaluadas por primera vez) y concluye que dos de cada cinco anfibios podrían desaparecer. 

El trabajo supone una actualización de la evaluación que la UICN hizo en 2004 y que estableció una base de referencia para el seguimiento de las tendencias y la medición del impacto de las acciones de conservación. Aquel informe ya reveló la acelerada extinción a la que estaban haciendo frente los anfibios. Hoy, según los nuevos datos recabados, casi el 41% de todas las especies de anfibios que han sido evaluadas son vulnerables, están en peligro o en peligro crítico de extinción. Esta cifra contrasta con el 26,5% de los mamíferos, el 21,4% de los reptiles y el 12,9% de las aves.

Entre 2004 y 2022, algunos factores críticos han acercado peligrosamente a la extinción a más de 300 anfibios. El cambio climático fue la principal amenaza para el 39% de estas especies y se espera que esta cifra aumente a medida que se disponga de mejores datos y proyecciones sobre las respuestas de un grupo de especies particularmente sensible a los cambios ambientales en su entorno. 

De hecho, la destrucción y degradación del hábitat exacerbada por los efectos del cambio climático, afecta al 93% del total de especies de anfibios amenazadas y demuestra que la ampliación de zonas protegidas y de corredores ambientales que conecten los hábitats seguirá siendo fundamental.

“A medida que el ser humano impulsa cambios en el clima y reduce la disponibilidad de hábitats donde pueden vivir, se reducen las posibilidades para sobrevivir de los anfibios, ya que no pueden escapar al incremento de la frecuencia e intensidad del calor extremo, los incendios forestales, las sequías y los huracanes inducidos por el cambio climático”, afirma Jennifer Luedtke Swandby, directora de la alianzas de especies de Re:wild, coordinadora en la UICN y una de las autoras principales del artículo en un comunicado. “Nuestro estudio demuestra que no podemos seguir subestimando estas amenazas. Proteger y restaurar las selvas y bosques es fundamental no sólo para salvaguardar la biodiversidad, sino también para hacer frente al cambio climático”, subraya.

Se ha documentado la extinción de cuatro especies de anfibios desde 2004: el sapo arlequín de Chiriquí de Costa Rica, Atelopus chiriquiensis; la rana diurna de hocico afilado de Australia, Taudactylus acutirostris; la rana, Craugastor myllomyllon y la falsa salamandra de arroyo de Jalpa, Pseudoeurycea exspectata, ambas de Guatemala. Otras 27 especies calificadas en peligro crítico se consideran ahora posiblemente extintas, lo que eleva el total a más de 160. La evaluación también constató que 120 especies mejoraron su situación en la Lista Roja desde 1980. Más de la mitad de este grupo, 63 especies, aumentaron sus poblaciones gracias a las medidas de conservación, protección y gestión de hábitats que se han desarrollado en este tiempo.

A la desaparición de hábitats se suma la enfermedad causada por el hongo quítrido, Batrachochytrium dendrobatidis, que ya ha borrado del planeta a numerosas especies de anfibios. “La mayor frecuencia de sequías severas y tormentas tropicales que provoca el cambio climático, aumenta significativamente la vulnerabilidad de los anfibios ante el hongo quítrido”, explica la investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) Patricia A. Burrowes.

Una protección global

“La propia historia de la conservación de los anfibios demuestra lo vital que resulta esta información», afirma Adam Sweidan, presidente y cofundador de Synchronicity Earth. «Si la Lista Roja de la UICN se hubiera actualizado a una escala similar a la actual en la década de 1970, habríamos podido rastrear la arrolladora pandemia de enfermedad de los anfibios 20 años antes de que devastara sus poblaciones. No es demasiado tarde: disponemos de la de información, tenemos el Plan de Acción para la Conservación de los Anfibios, pero los planes y la información no alcanzan. Tenemos que actuar ya».

Este estudio es primordial para ayudar a elaborar un plan de acción de conservación, priorizar las acciones de conservación mundiales, buscar recursos adicionales e influir en las políticas que puedan ayudar a invertir la tendencia negativa para los anfibios.

 «Los anfibios están desapareciendo más rápido de lo que podemos estudiarlos, pero la lista de razones para protegerlos es larga e incluye su papel en la medicina, el control de plagas, su capacidad para alertarnos sobre las condiciones ambientales, así como mejorar la salud de los ecosistemas y hacer del planeta un lugar más hermoso», explica Kelsey Neam, coordinadora de prioridades y métricas de especies de Re:wild y una de las autoras principales del artículo. «Aunque nuestro artículo se centra en los efectos del cambio climático sobre los anfibios, el beneficio de actuar para protegerlos tiene una doble dirección ya que es también una solución a la crisis climática. Es hora de invertir en todo el mundo para evitar que los anfibios desparezcan, una inversión que es en realidad una apuesta de futuro, porque es la vía para mantener sanos los ecosistemas que almacenan carbono».

Aumenta la amenaza para las salamandras

El estudio concluye, además, que tres de cada cinco especies de salamandras están amenazadas de extinción lo que las convierte en el grupo de anfibios más amenazado. Norteamérica alberga las comunidades de salamandras más biodiversas del mundo, incluido un grupo de salamandras sin pulmones muy abundantes en los montes Apalaches del este de Estados Unidos. Existe una gran preocupación por la posible llegada del patógeno Batrachochytrium salamandrivorans (Bsal), otra especie de hongo quítrido que ya ha sido detectado en Asia y Europa, al país americano. «El Bsal aún no se ha encontrado en Estados Unidos, pero, dado que tanto el ser humano como otros animales pueden favorecer su dispersión, quizás es sólo cuestión de tiempo que llegue una segunda oleada de esta enfermedad letal para las salamandras” expone Dede Olson, ecóloga investigadora del Servicio Forestal del USDA y miembro de la UICN. «Es fundamental que sigamos aplicando medidas de conservación proactivas para prevenir la propagación del Bsal en Estados Unidos, incluyendo prácticas eficaces de bioseguridad para anfibios silvestres y cautivos, así como medidas rápidas de detección y respuesta», continúa.