Aportación realizada por Yudelki Daniela Guerrero Olivero, alumna del Máster en Educación y Nuevas Tecnologías, en la asignatura de Blogs.

Finlandia es un país de desarrollo y competición. Así lo demuestra el alto nivel de su sistema educativo que asciende en los primeros lugares de las listas de medición. Y es que en una sociedad donde la educación es gratuita, hay mejor calidad de vida.

Bien lo refleja la frase del físico Albert Einstein “somos arquitectos de nuestro propio destino”. Nuestras acciones marcan nuestras vidas para bien o mal y cada quien es consciente de la libertad que dispone. Para alcanzar una meta es necesario el esfuerzo constante.

Mucho se habla de las bondades del sistema educativo finlandés, pero para llegar a ser lo que es hoy día, han sido muchos años de inversiones y de discusiones sobre programas educativos. Las cuestiones pueden ser largas, pero son un ejemplo para otros países del mundo.

Según la agencia europea de estadísticas Eurostat, en 2014, Finlandia dedicó (58,7%), a asuntos públicos, mientras que España (43,6%) http://ec.europa.eu/eurostat/documents/2995521/6899478/2-07072015-AP-EN.pdf/797f4af9-c37f-4631-8211-5dd0b32fcb31.

La República Dominicana se queda corta e invierte en Educación el 4% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo al Gobierno de la nación caribeña y cifras del Banco Mundial dan cuenta que de 2013 a la fecha ha crecido el porcentaje destinado a esa área http://datos.bancomundial.org/tema/educacion.

¿Pero, se podrá copiar el sistema educativo del país nórdico en otros como España o América Latina?

En Finlandia el Gobierno no traza las pautas del sistema educativo sino los colegios. Estos tienen autonomía para decidir cuáles programas educativos implementar, una vez consensuado con directivos, profesores y estudiantes  http://www.finlandia.es/public/default.aspx?contentid=86730&contentlan=9&culture=es-ES.

Mientras que los padres tienen una participación activa en la comunidad educativa, el profesorado posee una sólida formación académica y goza de prestigio en la sociedad; algo que dista mucho de sus homólogos de España y América Latina.

Si enumeramos todos los elementos positivos del sistema educativo de Finlandia, de seguro que el tema es largo y tendido. He aquí una muestra de estos artículos del diario español El País. http://www.aulaplaneta.com/2015/01/22/noticias-sobre-educacion/las-diez-claves-de-la-educacion-en-finlandia/  y http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/12/03/actualidad/1386072381_178496.html.

Finlandia: una realidad distinta a España y Latinoamérica

La realidad finlandesa es distinta. Los niños empiezan a leer a los siete años, un año más tarde que en España, y a diferencia de los colegios españoles, no tienen recreos extensos http://www.elmundo.es/sociedad/2016/01/28/56a90e04e2704e8c508b4676.html.

En la Madre Patria y Latinoamérica, el régimen educacional se mueve en dos vertientes: público y privado. En el sector privado los colegios cobran altas facturas a los padres e imparten diferentes contenidos a los niños y utilizan un sinnúmero de materiales para impartir la enseñanza. En tanto, que en el ámbito público, los pedagogos no son bien remunerados, son sometidos a largas jornadas laborales y los pequeños van a sus hogares extenuados con muchísimos deberes.

La política educativa la fija el Gobierno de turno de acuerdo a sus intereses. Cada cuatro años, el currículo educativo flaquea y ni siquiera son consultados los sindicatos de profesores; la inversión es insuficiente, las infraestructuras están deterioradas o son escasas. A esto se suma que los planes de estudios están obsoletos, la promoción de la lectura a una edad temprana es insignificante y los adolescentes leen poco.

Hasta que la educación esté en manos de políticos clientelistas esta no avanzará ni un ápice. La carrera docente se ha desvalorizado en estos países y la formación profesoral está decaída.

El paradigma finlandés no se puede copiar tal cual para España, América Latina u otra nación, ya que cada territorio tiene una realidad diferente. No obstante, no menos cierto es que se pueden tomar algunos puntos como por ejemplo, la formación del profesorado, la enseñanza del contenido, las evaluaciones, los trabajos por proyectos.

Lograr reclutar buenos maestros, fomentar la lectura a través de la creación de bibliotecas públicas e incentivos para los estudiantes comprar libros son de las soluciones que proponemos para fortalecer el sistema educativo en América Latina, España y otras demarcaciones que salen a relucir en las listas con peores calificaciones en matemáticas, ciencias y lenguas.

Por eso, no es de extrañar que Finlandia se sitúe siempre en los primeros puestos en los resultados del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) que se realiza cada tres años en distintos países.

En la actualidad Finlandia persigue implantar novedades en su currículo que consisten en extender el aprendizaje por proyectos. Otro de sus pilares es la educación personalizada a aquellos alumnos con necesidades especiales. Buscan que éstos se integren al sistema sin mayor dificultad.

Como la sociedad experimenta cambios profundos, los problemas dentro y fuera del aula también van a la par. En este caso, ponemos como ejemplo el acoso escolar. El sistema educativo finés también ha creado un programa contra el acoso escolar que cuenta con un equipo de profesores que están atentos para detectar cualquier eventualidad, identificar víctimas de acoso escolar, tomar medidas y prevenir que sigan ocurriendo http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/26/actualidad/1398525978_884217.html.

http://www.elmundo.es/sociedad/2016/01/28/56a90e04e2704e8c508b4676.html

Debido al éxito de Finlandia, este país ha recibido la visita de varias delegaciones internacionales interesadas en conocer su modelo, resultados y el secreto de cómo lo han logrado. http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/06/130604_educacion_finlandia_lp este escrito de la cadena inglesa BBC de junio de 2013, destaca cuales reformas educativas han sido preparadas continuamente por el Gobierno, los maestros y estudiantes.

Aturdida por sus pésimos resultados, Alemania tomó nota del programa finlandés e introdujo reformas en su sistema pedagógico. Pero en América Latina que cuenta con pocos recursos económicos para hacer modificaciones en su aparato gubernamental no está a la altura de sus responsabilidades ni siquiera para garantizar el bienestar de su gente.

El reto está, quizás, en aprender cómo Finlandia ha enfrentado los cambios en el ámbito de la educación y por medio de su experiencia adecuar nuestros sistemas educativos para responder a las necesidades que demanda la sociedad.