Con la pandemia provocada por la COVID-19, un sector afectado resultó la educación, ya que no todas las instituciones docentes estaban preparadas para asumir un proceso de Transformación Digital hacia la creación de entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje que pudieran mantener el proceso docente.

Este año, y de acuerdo con cifras, todo indica que el sector educativo online pasará de $ 185.26 mil millones en 2020 a $ 388.23 mil millones en 2026 , ya que tanto instituciones docentes solidas como nuevos partners, como las conocidas, edtechs, irrumpen el ecosistema aportando nuevas soluciones ya sea de software o contenido.

Son varias las tendencias este año y entre ellas, el empleo de la inteligencia artificial, ya que mediante esta tecnología se puede ofrecer más información tanto por las maneras en las que aprende una persona, como mejorar la planeación e interacción con contenido educativo.

Además de la anterior, destaca la gamificación que “permite trabajar la adquisición de los conocimientos y competencias, planteados en cada asignatura, de una forma más lúdica. Es una experiencia inmersiva que resulta de gran utilidad a la hora de captar el interés y atención de los estudiantes. Trabajar sobre aquello que los motiva y con un apoyo visual tan potente como el de los juegos, hace del proceso de enseñanza y aprendizaje un camino mucho más sencillo, significativo y efectivo”, según explica Silvia Prieto, directora de Innovación de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, y experta en Tecnología Educativa.

Otras tendencias se pueden resumir en “microaprendizaje” o la capacidad de que docentes puedan transmitir en formatos pequeños como un tuit o un video en TikTok, el contenido que desean explicar y el “aprendizaje social” que tiene en cuenta la manera en la que es más divertido estudiar en comunidades, y es por ello que paulatinamente la mayoría de los entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje, lo toman en cuenta para diseñar experiencias grupales.

En el plano universitario, es de destacar la mezcla entre un aprendizaje mezclado conocido como b-learning que tiene el propósito de mantener entornos virtuales, pero a la vez, la capacidad de fomentar la presencialidad.  

Es por ello que la especialista Silvia Prieto explica que esta “modalidad semipresencial impulsa el uso de la tecnología flexibiliza la formación presencial. En esta modalidad, por un lado, el estudiante gana autonomía y libertad a la hora de aprender y, por otro, permite diversificar las metodologías que se usan en la enseñanza tradicional con las del e-learning, dando con la combinación de actividades presenciales (clases cara a cara, laboratorios, estudios de campo), y de actividades en línea (chats, encuentros virtuales, grupos de trabajo online)”.

La UDIMA tiene como directriz la apuesta tanto por el diseño de una metodología de enseñanza que tenga en cuenta los anteriores factores, así como el compromiso con la preparación de docentes capacitados para asumir procesos de enseñanza aprendizaje en línea y de manera presencial.

Uno de esos másteres es el Máster Universitario en Tecnología Educativa que “se concibe para formar expertos capaces de diseñar programas y experiencias de aprendizaje mediadas por los últimos recursos tecnológicos y en su adecuación a los distintos contextos educativos. Este Máster se diferencia de otros de su categoría porque ofrece a sus estudiantes conocimientos sólidos y en constante actualización que permiten adquirir una base que fomenta la originalidad en el desarrollo y en la aplicación de ideas ligadas a la práctica docente con TIC”.  

Por otra parte, desde República Dominicana y con la sede de CEF.- Santo Domingo, se ha potenciado el estudio y preparación tanto al claustro propio como externo, tal como sucedió en el año 2020, en medio de la pandemia global con el Curso Herramientas para la Docencia Online que constó de cuatro semanas donde el propósito fue que “cada maestro participante tuviera la plena capacidad de instalar su propia aula virtual mediante las técnicas e instrumentos más eficaces y asequibles en materia de costos”.