La educación ha cambiado. Esa puede ser la expresión de muchos hoy en día. Pero la realidad es que la educación no ha cambiado, han cambiado la forma de acceder a ella, la forma de asumirla y al mismo tiempo la forma de poder evidenciar los avances formativos en la misma.
Pasamos de la pizarra al computador, del ábaco a la hoja de cálculo, a presentar los trabajos en paleógrafos o utilizar los colaborativos. Esto implica también una transformación en el pensamiento del docente. En ocasiones puede ser el mismo docente quien se encarga de poner barreras al avance formativo del estudiante. Lo cual implica una reflexión frente a lo que cada uno de hacemos según su posición.
Si bien, la gran mayoría de los docentes no son nativos digitales, por lo tanto no se cuentan con todas las competencias para manejar las herramientas TIC, si es necesario contar con la posibilidad de convertirse rápidamente en migrantes digitales. El avanzado desarrollo de tecnologías en donde los estudiantes tienen un mejor manejo, hacen necesario que cada día el docente este buscando herramientas para lograr que el estudiante tenga una amplia participación en el aula de clase.
Para hacer ese cambio en la actitud y atraer el estudiante a que su ambiente de clase se convierta en algo dinámico esta relacionado con el uso del Smartphone. En ocasiones se puede considerar perdida la batallan contra estos dispositivos, los cuales permean cada día más el aula de clase convirtiéndose en un factor de distracción, ahora bien, lo que se debe pretender es utilizar ese factor de uso, (por llamarlo de alguna manera), en un elemento de consulta, donde el estudiante comparta alguna información relacionada con el tema de clase, esto se convertiría en un elemento de apoyo para el profesor, en lugar de ser un potencial distractor.
El uso de la tecnología o de las herramientas TIC, por parte de los profesores debe estar a la orden del día en la programación de actividades dentro y fuera del aula de clase. Estas deben responder a las tendencias en el uso de las herramientas y al mismo tiempo, deben promoverse de forma sana y adecuada para permitir la construcción de un conocimiento colectivo que debe ponerse a disposición no solo del grupo primario del estudiante, sino también de toda la comunidad educativa.
Queda entonces la invitación al docente a conocer y manejar de forma más amigable las herramientas TIC, las cuales son unas aliadas en la formación y que como tal deben verse.