Archivos de Autor: Ana Lacasa

Protegiendo la privacidad: consejos prácticos para salvaguardar a los niños en Internet

Internet y las redes sociales se han puesto en el punto de mira por no proteger adecuadamente a los niños y adolescentes cuando estos navegan por la Red o utilizan plataformas sociales. Hay una gran preocupación al respecto. Tanto que hasta Meta se ha visto envuelta en una oleada de denuncias judiciales que se han interpuesto en diferentes estados de Estados Unidos, que acusan a la compañía de Mark Zuckerberg de que sus redes sociales crean adicción y perjudican la salud mental de los menores.

Los padres y educadores y la sociedad en general están muy preocupados por esto, y como se sabe que los peligros que hay en Internet son variados, como el ciberacoso o el grooming, entre otras cosas, colectivos e incluso autoridades se han puesto a trabajar para salvaguardar a este colectivo, apostando por tomar medidas proactivas y educativas.

Entre los peligros que acechan en Internet está el ciberacoso, donde los menores son víctimas de intimidación, amenazas o humillaciones online. Los adolescentes sufren persecuciones en las redes sociales sin poder escapar de ello o estar un minuto tranquilo, ya que las redes sociales son su día a día, sus compañeras de vida. 

El grooming, por otro lado, implica a adultos que se hacen pasar por menores para establecer relaciones inapropiadas. Además, los niños pueden encontrarse con contenido violento, sexual o extremista, lo que puede afectar su desarrollo emocional y mental.

Para proteger a los niños y adolescentes, los padres y cuidadores deben educarlos sobre los peligros online y fomentar la comunicación abierta. Establecer límites de tiempo para el uso de dispositivos y supervisar las actividades online son prácticas efectivas. También es vital enseñarles sobre la importancia de la privacidad y la seguridad online, incluyendo la creación de contraseñas seguras y el cuidado al compartir información personal.

Los colegios juegan un papel fundamental en este escenario. Deben incluir la educación digital en su currículo, enseñando a los estudiantes sobre la responsabilidad online, el respeto y la empatía. Los profesores y el personal escolar también deben estar capacitados para identificar señales de alerta relacionadas con el ciberacoso y el abuso online. Hay muchos centros que ya prohíben los móviles  entre sus alumnos, no solo como una medida para evitar la distracción en clase, sino también para evitar estos problemas derivados de su uso.

Además, existen diversas aplicaciones móviles diseñadas para proteger a los niños en línea. Apps de control parental permiten a los padres supervisar las actividades online de sus hijos, bloquear sitios web inapropiados y establecer límites de tiempo. Herramientas de filtro de contenido ayudan a evitar que los niños accedan a material inadecuado, mientras que las aplicaciones de informes de ciberacoso permiten a los usuarios denunciar comportamientos problemáticos de manera anónima.

Algunas de las aplicaciones móviles más populares para proteger a los niños y adolescentes de los peligros de Internet son Net Nanny, que es una app que permite a los padres y tutores bloquear sitios web, aplicaciones y funciones de Internet. También se puede utilizar Bark, una app que monitoriza el uso de Internet por parte de los niños y adolescentes y envía alertas a los padres y tutores si se detecta contenido inadecuado. Otra app sería Qustodio que permite a los padres y tutores controlar el uso de Internet por parte de los niños y adolescentes, establecer límites y bloquear contenido inadecuado.

Es importante elegir la aplicación móvil que mejor se adapte a las necesidades de los niños y adolescentes.

En cualquier caso, la protección de los menores en las redes sociales y en Internet conlleva un esfuerzo conjunto, de autoridades, que se encargan de establecer las penas y los derechos que tienen los consumidores de estas plataformas; de los padres, que tienen que estar al quite de lo que pasa en el teléfono móvil de sus hijos y enseñarles a usarlo adecuadamente; y los profesores, que deben también enseñarles las implicaciones que tiene un uso inadecuado de estas nuevas tecnologías, tanto para su día a día como para su futuro.

Nuevas tecnologías en el aula, el debate está servido

El debate está servido. Teléfonos móviles en el aula sí o no. Muchas comunidades autónomas se están decantando por la última opción, como puede ser Cataluña o la última Murcia, pero el debate sigue estando en todos los claustros de cada colegio. Y es que el teléfono móvil puede ser utilizado por los alumnos de una manera didáctica. Aplicaciones como Canva, Genially, Kahoot, Classroom… han simplificado algunas tareas que tienen que llevar a cabo los estudiantes y los profesores. Fueron aplicaciones que se utilizaron mucho en la pandemia y ahora, con la presencialidad, se han mantenido.

Pero el teléfono móvil también es motivo de discordia. Hay retrasos para llegar a clase porque los chicos se quedan absortos viendo algo en las redes sociales, o comentando un vídeo, están pendientes de la partida del videojuego que han comenzado en el recreo y no les ha dado tiempo a terminar, por no hablar del bullying, que ha traspasado fronteras y que ahora se lleva a casa gracias precisamente al móvil. 

Pero no todo es negativo, también se puede utilizar de manera didáctica con buenos resultados, de ahí el debate. Aunque las cifras del último informe PISA dicen lo contrario, sobre todo al ver que España ha obtenido el peor resultado, aunque el batacazo ha sido menor que en otros países de la Unión Europea. 

Lo que está claro es que estamos en una era digital. Las nuevas tecnologías han transofmrado la manera en que se lleva a cabo la enseñanza. Y hay que saber qué hacer al respecto. Uno de los avances más notables es la integración de la realidad virtual (RV) en el ámbito educativo. Este cambio ha suscitado un debate sobre el impacto de estas tecnologías emergentes en la educación, explorando cómo la RV puede mejorar y redefinir la experiencia de aprendizaje.

La realidad virtual ofrece a los educadores la posibilidad de sumergir a los estudiantes en entornos simulados, proporcionando experiencias inmersivas que van más allá de los límites tradicionales del aula. La capacidad de explorar lugares remotos, participar en experimentos científicos complejos o revivir momentos históricos ofrece un potencial educativo sin precedentes. Este enfoque práctico puede aumentar la retención de conocimientos al hacer que los conceptos abstractos cobren vida de manera tangible.

La personalización del aprendizaje es otra ventaja destacada de la realidad virtual. Los programas educativos pueden adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante, brindando lecciones específicas y evaluaciones basadas en el rendimiento en tiempo real. Esto no solo fomenta un aprendizaje autodirigido, sino que también aborda las diferencias de velocidad y estilo de aprendizaje entre los estudiantes, creando un ambiente más inclusivo y equitativo.

A pesar de estos beneficios, existen desafíos inherentes. La accesibilidad y la disponibilidad de dispositivos de realidad virtual aún pueden ser obstáculos para su adopción generalizada. Además, la formación adecuada de los educadores es esencial para aprovechar al máximo estas herramientas y garantizar su integración efectiva en el plan de estudios.

La realidad virtual también plantea cuestiones sobre la naturaleza de la interacción humana en el proceso educativo. Aunque la tecnología puede simular entornos y situaciones, la conexión emocional y el componente humano de la enseñanza son aspectos que no deben pasarse por alto. La presencia de un educador real, con habilidades sociales y emocionales, sigue siendo fundamental para cultivar un ambiente de aprendizaje completo y enriquecedor. Y es que se está viendo cómo los chicos apenas se miran a la cara en el recreo porque están todos inmersos en lo que pasa en sus teléfonos móviles, de ahí que haya centros que hayan prohibido su uso incluso en esos momentos de ocio y de tiempo libre. 

A esto hay que añadir el poder de la Inteligencia Artificial, que está irrumpiendo con fuerza en todos los sectores y también en el educativo. La clave sería saber cómo se utiliza para que los alumnos aprendan a sacar lo mejor de sí mismos, y que no se aprovechen de lo que puede hacer para escaquearse de los deberes, engañando al profesor y poniendo freno a la adquisición del conocimiento. 

Las nuevas tecnologías tienen el potencial de transformar la educación de manera radical. Sin embargo, es importante abordar los retos mencionados anteriormente para que estas tecnologías puedan beneficiar a todos los estudiantes.

Becas Erasmus, más de 35 años de historia con un único objetivo: la movilidad de los estudiantes

Ir a la universidad es un cambio muy importante en la vida de una persona. Tanto si se hace justo después del instituto, como si se va cuando ya se es adulto o jubilado, la experiencia docente es totalmente distinta a lo que se ha experimentado anteriormente. Las clases son más numerosas, la docencia es diferente y el papel del alumno cambia. Una de las experiencias vitales y educativas que se pueden experimentar en esos años de estudio es la posibilidad de estudiar en el extranjero y la beca Erasmus es la que mejor representa esta posibilidad.

Desde su creación, en 1987, el programa de becas Erasmus ha desempeñado un papel fundamental en la promoción de la movilidad estudiantil en Europa. Este programa, diseñado para fomentar el intercambio y la cooperación entre instituciones de educación superior en diferentes países europeos, ha evolucionado significativamente a lo largo de los años, abriendo puertas a innumerables estudiantes en busca de una experiencia educativa enriquecedora y multicultural.

Y es que la beca Erasmus es mucho más que estudiar en el extranjero. Es una oportunidad para que los alumnos puedan estar en otro país, compartir sus costumbres y culturas, totalmente diferentes a las que vive normalmente, favoreciendo así una apertura de mentes que sólo se consigue con este método. Los alumnos estudian, por supuesto, pero también viven, comparten experiencias con chicos de todo el mundo, y eso, siempre suma para la experiencia vital.

La historia de esta beca remonta al año 1987, cuando fue creada como un componente del Programa de Acción Comunitaria en el Campo de la Educación (PACE). Su nombre se puso en honor al humanista y filósofo holandés del Renacimiento, Desiderius Erasmus y en principio, sólo participaron once países. Con el tiempo, el número de países participantes se ha incrementado considerablemente y su nombre también sufrió en 2014 una pequeña modificación, pasando a llamarse Erasmus +, ya que también involucraba a países que no pertenecían a la Unión Europea.

Los que han probado esta beca, no la olvidan, forman parte de su ámbito vital para siempre. Así que no hay que dejar pasar la oportunidad. Por eso, cuando se abre la convocatoria, entre enero y marzo de cada año, hay que aprovecharla. La solicitud varía según la institución y el país de origen del estudiante, generalmente se realiza a través de la universidad de origen. Eso sí, los estudiantes deben cumplir ciertos requisitos académicos y lingüísticos.

En términos de financiación, la beca Erasmus brinda apoyo financiero a los estudiantes para cubrir los costos adicionales de vivir en el extranjero, pero la cantidad varía según el país y la duración del intercambio. Además, las becas pueden otorgarse tanto para estudios (cursar asignaturas) como para prácticas laborales. Lo que está claro es que, algunas veces, el dinero de la beca no cubre toda la experiencia, pero la inversión merece la pena.

La beca Erasmus ofrece una serie de ventajas a los estudiantes que optan por participar en ella. Entre estas ventajas se encuentran la oportunidad de experimentar una educación de alta calidad en instituciones extranjeras, el enriquecimiento cultural al interactuar con estudiantes de diversas nacionalidades y la mejora de habilidades lingüísticas al vivir en un entorno donde se habla un idioma diferente. Además, la experiencia Erasmus a menudo se considera valiosa para el crecimiento personal y profesional de los estudiantes al desarrollar habilidades de adaptabilidad y globalización.

Uno de los aspectos fundamentales para los estudiantes que participan en el programa Erasmus es la convalidación de las asignaturas cursadas en el extranjero. Para asegurar que los estudios realizados en el extranjero sean reconocidos por la universidad de origen, se establece un Acuerdo de Estudios que detalla las asignaturas a cursar en la institución anfitriona y cómo se convalidarán en el plan de estudios del estudiante. Esto garantiza que el tiempo invertido en el extranjero contribuya de manera efectiva a la progresión académica del estudiante.

En cuanto al momento más adecuado para pedir esta beca Erasmus es difícil de saber, depende de cada estudiante y del momento vital en el que se encuentre.  Ahora bien, muchos académicos y expertos sugieren que los estudiantes generalmente optan por realizar su intercambio durante el segundo o tercer año de sus estudios universitarios. Esto permite a los estudiantes tener una base sólida de conocimiento y habilidades antes de enfrentar el desafío de estudiar en un entorno extranjero.

El programa Erasmus es una oportunidad única para que los estudiantes universitarios de toda Europa puedan vivir una experiencia internacional. A lo largo de sus más de 30 años de historia, Erasmus ha ayudado a millones de jóvenes a mejorar sus competencias, conocer otras culturas y desarrollar su autonomía.

En la actualidad, el programa Erasmus se ha convertido en un símbolo de la cooperación y la movilidad entre los jóvenes de la UE.

A mejor educación, mejores habilidades para tomar decisiones cuando se es adulto

Tomar decisiones es algo que está en nuestro día a día. Algunas decisiones cuestan más que otras, pero siempre hay algo que decidir. La manera en que se hace depende de cada individuo y también de la educación que ha recibido cuando era niño. Y es que la educación juega un papel fundamental en el desarrollo de las habilidades cognitivas, emocionales y sociales de los individuos. 

De hecho, la educación proporciona a las personas las herramientas necesarias para evaluar y analizar la información de manera crítica. Los individuos con cierta educación están expuestos a una variedad de disciplinas y conceptos, lo que les permite comprender diferentes perspectivas y enfoques. Esta capacidad para analizar de manera crítica la información es crucial al enfrentar decisiones complejas, ya que permite considerar diferentes puntos de vista y evaluar las consecuencias potenciales de cada opción.

Además, la educación fomenta el pensamiento analítico y la resolución de problemas. A través de la adquisición de conocimientos y habilidades, los individuos aprenden a descomponer los problemas en partes más manejables y a encontrar soluciones basadas en la lógica y el razonamiento. Esta capacidad para abordar problemas de manera sistemática y estructurada es importante al tomar decisiones, ya que permite evaluar las diferentes opciones disponibles y determinar cuál es la más adecuada en cada situación.

Otro aspecto importante del impacto de la educación en la toma de decisiones es el desarrollo del pensamiento ético. La educación no solo transmite conocimientos, sino que también enseña valores y normas sociales. Los niños, cuando son pequeños, aprenden a comportarse en sociedad, en grupo, a respetar a otros, a no romper el material, a cuidar a los demás y a los animales. Estas cosas forman parte de aprender a ser ciudadano y con ello también se aprenden asuntos éticos y morales, como no hacerle daño a un perro o un animal cualquiera y sobre todo, a respectar a sus compañeros de clase, hermanos o familiares.

Es precisamente a través del aprendizaje de la ética y la moral cuando los individuos adquieren una base sólida para tomar decisiones éticas y responsables. La educación promueve la comprensión de los derechos y responsabilidades individuales, así como la consideración de las implicaciones éticas de las acciones propias y de los demás. Esto permite a las personas tomar decisiones que no solo sean beneficiosas para sí mismas, sino también para la sociedad en su conjunto.

Además de estas habilidades cognitivas y éticas, la educación también influye en las habilidades emocionales y sociales de los individuos. A través de la interacción con compañeros y maestros, los estudiantes aprenden a manejar las emociones, a resolver conflictos y a trabajar en equipo. Así, aprenden a que no se consigue todo lo que se quiere y, por tanto, aprenden a manejar la frustración, que será también parte de sus vidas en un futuro. Estas habilidades son cruciales en la toma de decisiones, ya que las decisiones a menudo involucran a múltiples partes interesadas y pueden tener un impacto emocional significativo.

La educación proporciona a los individuos las herramientas para evaluar sus propias emociones y las de los demás, lo que les permite tomar decisiones más informadas y equilibradas.

Es importante destacar que el impacto de la educación en la toma de decisiones varía según el nivel y la calidad de la educación recibida. La educación formal, como la educación universitaria, tiende a proporcionar a los individuos un conjunto más amplio de conocimientos y habilidades, lo que les permite tomar decisiones más informadas y complejas. Sin embargo, la educación informal y el aprendizaje a lo largo de la vida también desempeñan un papel importante en el desarrollo de las habilidades de toma de decisiones de los individuos.

Razones por las que la educación Montessori está en auge

Hay muchas opciones a la hora de educar a los niños, pero una está teniendo bastante auge en los últimos años y se debe, sobre todo, al enfoque único y altamente individualizado que se tiene de la educación. Se trata del Montessori, un enfoque educativo que se basa en los principios y métodos desarrollados por la pedagoga italiana María Montessori a principios del siglo XX y que supuso un cambio en la metodología que se tenía hasta entonces, enfocándose más en la individualidad de cada niño. 

Uno de los principios fundamentales de la educación Montessori es la creencia en el potencial innato de cada niño. Según este enfoque, los niños tienen una capacidad intrínseca para aprender y desarrollarse, y el papel del educador es proporcionar un entorno en el que puedan florecer. En lugar de imponer conocimientos de manera directa, los maestros Montessori actúan como guías, observando y apoyando a los niños en su propio proceso de descubrimiento.

Asimismo, este tipo de educación tiene sobre todo en cuenta el aprendizaje práctico y sensorial. Así, los materiales utilizados en las aulas están diseñados para ser manipulados y explorados por los niños, lo que les permite aprender a través de la experiencia directa. Estos materiales están estructurados de manera que los niños puedan avanzar a su propio ritmo, trabajando en actividades que les interesen y desafíen.

La educación Montessori también promueve la autonomía y la responsabilidad. Los niños en entornos Montessori tienen la libertad de elegir sus propias actividades y trabajar de manera independiente. Esto fomenta el desarrollo de habilidades de autorregulación y toma de decisiones, así como la construcción de confianza en sí mismos. Los niños aprenden a asumir la responsabilidad de sus propias acciones y a respetar los límites establecidos en la comunidad educativa.

Además, la educación Montessori se caracteriza por un enfoque global e integrado. En lugar de enseñar las distintas asignaturas de manera aislada, se busca establecer conexiones entre los diferentes campos del conocimiento. Por ejemplo, los niños pueden aprender matemáticas a través de actividades prácticas relacionadas con la vida diaria, como la clasificación de objetos o contando elementos del entorno.

El enfoque Montessori también destaca la importancia del ambiente que debe estar diseñado de tal manera que sea ordenado y que los niños puedan alcanzar los materiales para realizar las actividades y que lo hagan de manera independiente. De esta manera, el espíritu Montessori apuesta por fomentar que los niños exploren y aprendan por sí mismos.

En los últimos años, la educación Montessori ha ganado bastante popularidad, sobre todo porque se ha observado que los niños que reciben este tipo de educación tienden a desarrollar habilidades como la autonomía, la concentración, la resolución de problemas y la colaboración de manera efectiva. Estas habilidades son altamente valoradas en el mundo actual y se consideran fundamentales para el éxito académico y personal.

Además, la educación Montessori se adapta a las necesidades individuales de cada niño. Al permitirles avanzar a su propio ritmo y elegir actividades que les interesen, se fomenta el amor por el aprendizaje y se evita la desmotivación que puede surgir en un enfoque educativo más tradicional. Los niños se sienten empoderados al tomar decisiones y tener control sobre su propio proceso de aprendizaje.

Del mismo modo, este tipo de educación está teniendo mucho éxito debido a su enfoque en el desarrollo integral del niño. No sólo se centra en el desarrollo académico, sino también a su desarrollo social, emocional y físico. Así, se fomenta el respeto por los demás, la  empatía y la resolución pacífica de conflictos. Además, se promueve la autonomía y el cuidado de uno mismo, a través de actividades prácticas como el cuidado del entorno, la preparación de alimentos o el vestirse de manera independiente.

El carácter inclusivo de la educación Montessori también ha contribuido a su popularidad. En las clases se fomenta y valora la diversidad y la individualidad de cada niño. Se reconoce que los niños tienen ritmos diferentes de aprendizaje y se adaptan a esas necesidades, realizando actividades determinadas o utilizando un tipo de material en función de cada niño. 

Además, la educación Montessori ha sido respaldada por investigaciones y estudios que han demostrado sus beneficios. Se ha observado que los niños que han recibido educación Montessori tienen altos niveles de autoestima, creatividad, pensamiento crítico y habilidades de resolución de problemas. También se ha encontrado que tienen un mayor sentido de responsabilidad y colaboración, así como una mayor capacidad para tomar decisiones informadas.

Padres, cómo de importantes son para la educación de los niños

La tarea de ser padre es interdisciplinar. Hay que cuidar, saber de primeros auxilios, conocer algo de medicina y de enfermería para tratar a los hijos cuando se ponen enfermos o se caen, tener conocimientos de psicología sobre todo a la hora de abordar los temidos dos y las rabietas, pero también es ser educador. Y es que los padres juegan un papel muy importante en el desarrollo de los niños.

Son los primeros educadores que tienen y, por tanto, tienen la responsabilidad de brindarles una base sólida en términos de valores, habilidades sociales y conocimientos académicos. 

Ante todo, los padres son modelos a seguir para sus hijos. Los niños aprenden principalmente a través de la observación y la imitación, por lo que los comportamientos y actitudes de los padres influyen directamente en el desarrollo de sus hijos. Los padres deben ser conscientes de que sus acciones y palabras tienen un impacto duradero en la forma en que sus hijos perciben el mundo y se comportan en él.

Además, los padres son los responsables de establecer límites y normas en el hogar. Estas reglas deben ser claras y consistentes ya que ayudan a los niños a entender qué comportamientos son aceptables y cuáles no lo son. Esto les proporciona una estructura y seguridad emocional que es esencial para su desarrollo. Los límites adecuados también les enseñan responsabilidad y les preparan para enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Otro aspecto relevante es el apoyo emocional y afectivo que los padres deben brindar a sus hijos. La crianza positiva, basada en el amor, la empatía y la comunicación abierta, fomenta el desarrollo de una autoestima saludable y relaciones interpersonales positivas. Los padres deben estar presentes para escuchar, comprender y apoyar a sus hijos en los momentos de dificultad, así como celebrar sus logros y éxitos.

En cuanto a la educación académica, los padres desempeñan un papel crucial en el aprendizaje de sus hijos. Deben fomentar el interés por el conocimiento y el aprendizaje desde una edad temprana, estimulando la curiosidad y proporcionando oportunidades para explorar diferentes áreas. Esto implica involucrarse activamente en la educación de sus hijos, ayudándoles con las tareas escolares, estableciendo rutinas de estudio y manteniendo una comunicación constante con los profesores.

Asimismo, los padres pueden ser aliados en la elección de la educación más adecuada para sus hijos. Ya sea a través de la elección de una escuela que se ajuste a sus necesidades, la participación en actividades extracurriculares o la búsqueda de recursos educativos complementarios, los padres pueden influir positivamente en la trayectoria educativa de sus hijos.

No obstante, es importante destacar que el papel de los padres en la educación de sus hijos no implica sobreprotección o control excesivo. Los padres deben permitir a sus hijos experimentar, cometer errores y aprender de ellos. Fomentar la autonomía y la toma de decisiones responsables es esencial para que los niños se conviertan en individuos independientes y seguros de sí mismos.