Archivos de Autor: Ana Lacasa

Alcanza tus sueños profesionales: guía para establecer metas laborales realistas

Todos tenemos una visión de cómo será nuestro futuro. Esa visión va cambiando conforme nos vamos haciendo mayores y vamos conociendo el mercado laboral. Cuando se es joven, las aspiraciones son muy altas, se quiere llegar muy lejos y según van pasando los años, ese futuro imaginado, esa fantasía laboral, va cambiando, sobre todo al cambiar las prioridades y las situaciones vitales. En algunos casos, la esperanza es llegar aún más lejos de lo que se había imaginado. Otros, en cambio, se dan cuenta de que el trabajo es otro pilar más de una persona y que va acompañado de la familia y de las amistades. Pero eso no significa perder de vista las metas para la carrera profesional. De una manera u otra, establecemos objetivos laborales para así seguir desarrollándonos como personas. La clave es hacer una planificación de estas metas profesionales de manera cuidada para así conseguir metas alcanzables y motivadoras. Parece una cuestión simple, pero a veces no es tan fácil como parece, por lo que hay que tener en cuenta una serie de estrategias. 

En primer lugar, es importante definir claramente lo que se quiere lograr en la carrera profesional. Esto significa identificar tanto los objetivos a corto plazo como los de largo plazo. Los objetivos a corto plazo son metas que se pueden lograr en un período de tiempo relativamente corto, como uno o dos años, mientras que los objetivos a largo plazo pueden abarcar cinco años o más. Tener una visión clara de lo que se busca permite una planificación más efectiva.

Cuando se han establecido los objetivos, es fundamental evaluar las habilidades y recursos disponibles. Esto incluye analizar las habilidades actuales, la educación, la experiencia laboral y los contactos profesionales. Identificar las brechas entre las habilidades actuales y las necesarias para alcanzar los objetivos es esencial para saber qué es necesario mejorar o adquirir.

La siguiente etapa es asegurarse de que las metas sean específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo de tiempo determinado (conocido como el acrónimo SMART). La especificidad ayuda a definir claramente lo que se quiere lograr, la medibilidad permite evaluar el progreso, la alcanzabilidad garantiza que las metas sean realistas, la relevancia asegura que estén alineadas con los intereses y valores personales, y el plazo de tiempo brinda un marco temporal para el logro de las metas.

Además, es importante ser flexible y estar dispuesto a ajustar las metas a medida que cambian las circunstancias y las oportunidades. La carrera profesional no siempre sigue un camino lineal, por lo que la capacidad de adaptación es esencial.

La búsqueda de retroalimentación y consejos de mentores y colegas también puede ser beneficiosa. Obtener diferentes perspectivas puede ayudar a refinar las metas y proporcionar orientación adicional sobre cómo alcanzarlas.

Por último, es esencial establecer un plan de acción detallado que incluya pasos concretos para lograr cada objetivo. Esto puede incluir la identificación de oportunidades de capacitación, la construcción de una red de contactos o la búsqueda de experiencias laborales relevantes. Un plan sólido proporciona dirección y estructura a la búsqueda de metas profesionales.

Hay varias razones por las que es importante establecer metas realistas. En primer lugar, nos ayudan a mantenernos enfocados y motivados. Cuando tenemos metas claras y específicas, es más probable que nos mantengamos en el camino correcto. En segundo lugar, nos brindan un sentido de logro. Cuando alcanzamos nuestras metas, nos sentimos satisfechos y motivados para seguir adelante. En tercer lugar, nos ayudan a crecer y desarrollarnos profesionalmente. Cuando nos desafiamos a nosotros mismos, nos obligamos a aprender y mejorar.

Consejos para prepararse una entrevista de trabajo

Buscar trabajo es prácticamente un trabajo más. Hay que dedicarle tiempo, valor y esfuerzo. Tiempo porque gestionar el curriculum, mandar las cartas de presentación y rellenar los formularios de las empresas puede llevar horas y horas. Valor porque en muchas ocasiones los candidatos se encuentran con respuestas por parte de las empresas que les dicen que no siguen en el proceso de selección y hay que asumir esta falta de oportunidad de la mejor manera posible. Y por supuesto, esfuerzo, ya que hay que ser constante y fuerte para seguir intentándolo a pesar de ni siquiera tener respuesta.

Pero cuando hay respuesta, y se tiene la oportunidad de tener una entrevista de trabajo, hay que darlo todo. Se trata de una parte fundamental para poder encontrar un empleo. Es entonces cuando el candidato puede destacar sus habilidades y experiencias ante posibles empleadores. Por eso, es vital prepararse adecuadamente para una entrevista de trabajo y aumentar las posibilidades de éxito, sobre todo en un momento en el que todavía existen un amplio número de desempleados pero en el que parece que el empleo crece, concretamente un 2,88 por ciento en los últimos doce meses, según la encuesta de población activa del segundo trimestre de 2023. 

Investigación previa de la empresa

Antes de enfrentar una entrevista, es fundamental investigar a fondo la empresa a la que se está postulando. Esto incluye conocer su historia, misión, valores, productos o servicios, y cultura corporativa. Al comprender estos aspectos, los candidatos pueden destacar cómo su experiencia y habilidades se alinean con la organización, lo que demuestra un interés genuino por el puesto.

Repaso del currículum

Los empleadores suelen basar sus preguntas en el currículum del candidato. Por lo tanto, es esencial revisarlo detenidamente y estar preparado para hablar sobre cada experiencia laboral, logros y habilidades mencionadas. Ser honesto y coherente en todas las respuestas es fundamental. También hay que estar preparado para contestar sobre posibles vacíos en la carrera profesional que, por se pueden ver en el curriculum, ya sea por cuidados de menores o de mayores.

Practicar y practicar

Las entrevistas de trabajo a menudo incluyen preguntas comunes, como «Hábleme de usted» o «¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades?». Practicar respuestas a estas preguntas de antemano ayuda a los candidatos a sentirse más seguros y a transmitir sus mensajes de manera efectiva. Se recomienda ensayar con un amigo o utilizando recursos en línea.

Desarrollo de historias y logros

Para demostrar su valía, los candidatos deben preparar ejemplos concretos de logros pasados que destaquen sus habilidades y contribuciones. Utilizar la técnica STAR (Situación, Tarea, Acción, Resultado) puede ser efectivo al describir estas experiencias.

Prepararse para preguntas técnicas

Dependiendo del puesto, es posible que se realicen preguntas técnicas o escenarios hipotéticos. Es importante revisar y estar preparado para responder preguntas específicas relacionadas con el trabajo, así como para demostrar conocimientos técnicos relevantes.

Preguntas para el entrevistador

Al final de la entrevista, es común que los entrevistadores permitan que los candidatos hagan preguntas. Preparar algunas preguntas inteligentes demuestra interés y compromiso. Las preguntas deben estar relacionadas con el trabajo, la empresa y su cultura.

Preparar documentación adicional

Los candidatos deben llevar varias copias impresas de su currículum, así como cualquier otra documentación relevante, como certificados de grado, referencias o muestras de trabajo. Esto muestra profesionalismo y preparación.

Pruebas prácticas

En algunas entrevistas, se pueden realizar pruebas prácticas o evaluaciones específicas del trabajo. Es fundamental estar listo para estas pruebas y asegurarse de comprender completamente las instrucciones antes de comenzar.

Cómo vestir, el poder de la primera impresión

La apariencia juega un papel importante en la primera impresión. Vestirse de manera profesional y pulcra es esencial. Además, es importante llegar puntualmente a la entrevista, lo que muestra respeto por el tiempo del entrevistador.

Gestión del estrés y de los nervios

Las entrevistas de trabajo pueden generar nerviosismo. Practicar técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda y la visualización positiva, puede ayudar a los candidatos a mantener la calma durante la entrevista.

Siguiendo estos consejos, habrá posibilidades de conseguir el trabajo que se desea. La actitud lo es todo, y hay que demostrar interés y capacidad de poder hacer el trabajo para el que se presenta, o al menos, interés en poder aprender lo antes posible sobre el mismo y dedicarle una parte de sí mismo.

El liderazgo situacional: la clave para liderar con éxito

Un buen líder es clave para que las empresas puedan mejorar y desarrollarse adecuadamente. Pero un buen líder no solo debe dar ejemplo, sino que también tiene que adaptarse a las circunstancias particulares de cada situación. El líder debe ser flexible para así poder gestionar de una manera más eficaz a las empresas independientemente de la situación en la que se encuentra. Eso es lo que se define como el liderazgo situacional, una teoría desarrollada por Paul Hersey y Ken Blanchard en la década de 1970, que ha emergido como un enfoque eficaz para gestionar equipos en entornos laborales dinámicos y cambiantes. 

En concreto, Hersey y Blanchard identificaron cuatro estilos de liderazgo. El directivo es un estilo adecuado para seguidores con poca madurez y una tarea compleja o ambigua. El líder proporciona mucha dirección y apoyo, definiendo las tareas, los objetivos y los plazos. También está el asistente, que es más adecuado para seguidores con poca madurez y una tarea relativamente sencilla. El líder proporciona apoyo y orientación, pero los seguidores tienen cierta autonomía para tomar decisiones. No hay que olvidar el participativo, que comparte la toma de decisiones con los seguidores, pero aún mantiene el control final. Y es también importante saber delegar la responsabilidad de la tarea a los seguidores, proporcionando apoyo y orientación cuando sea necesario.

Un buen líder situacional se caracteriza por su capacidad para evaluar y entender las variables clave de una situación, como la complejidad de la tarea, la madurez y habilidades del equipo, así como otros factores externos que puedan afectar el rendimiento. La adaptabilidad es esencial, ya que este enfoque implica cambiar de un estilo de liderazgo a otro según lo exija la situación específica.

En términos generales, un líder efectivo debe poseer ciertas características fundamentales. La empatía, la comunicación clara, la toma de decisiones sólida y la habilidad para inspirar a otros son aspectos esenciales. La capacidad para construir relaciones sólidas y fomentar un ambiente de trabajo colaborativo también se considera crucial.

En la actualidad, el perfil del líder más exitoso ha evolucionado hacia un enfoque más inclusivo y participativo. Se valora la capacidad de delegar responsabilidades, empoderar a los miembros del equipo y fomentar un ambiente en el que la diversidad de opiniones y habilidades sea apreciada. La mentalidad de liderazgo situacional encaja bien con este cambio cultural, ya que permite a los líderes ajustar sus estrategias según las necesidades y capacidades específicas de su equipo.

Los mejores líderes situacionales no se limitan a un sector o industria específicos, sino que se encuentran en diversas esferas laborales. Sin embargo, algunos sectores, como la tecnología y la innovación, tienden a atraer y cultivar líderes que adoptan este enfoque. Ejemplos notables incluyen a Tim Cook, CEO de Apple, conocido por su capacidad para adaptarse a las cambiantes dinámicas del mercado tecnológico y liderar un equipo altamente creativo.

Un líder empresarial que ha dejado una marca indeleble en la historia económica es Steve Jobs, cofundador de Apple. Su enfoque visionario, combinado con una habilidad innata para inspirar a su equipo, llevó a la empresa a revolucionar industrias enteras. Jobs personificó el liderazgo situacional al reconocer cuándo liderar con autoridad y cuándo fomentar la creatividad y la innovación dentro de su equipo.

Estos líderes fueron capaces de inspirar y motivar a sus seguidores para alcanzar grandes metas y son ejemplos a seguir por su capacidad de hacer que su empresa tuviera el éxito deseado. 

Sin discriminación ni represalias: entendiendo los derechos laborales de todos los trabajadores

Una parte importante de la vida es el trabajo. Se pasan muchas horas en el lugar de trabajo, conectando o no con los compañeros, dando todo para que la empresa, producto o servicio salga adelante. Es mucho tiempo invertido y es parte de nuestro día a día, lo que nos da de comer y lo que nos hace tal y como somos, aunque claro, siempre están los otros pivotes de la vida: familia y amigos. Pero como se pasa mucho tiempo en el lugar de trabajo, es necesario saber cuáles son los derechos legales que se tienen en el lugar de trabajo para así garantizar un ambiente laboral justo y equitativo. Estos derechos, establecidos a nivel internacional y nacional, sirven como pilares fundamentales para proteger a los empleados y garantizar su bienestar. 

Derecho a la igualdad y no discriminación

Uno de los principios fundamentales es el derecho a la igualdad y la no discriminación en el empleo. Este derecho prohíbe la discriminación basada en características como género, raza, religión, orientación sexual, discapacidad y edad. Los empleadores deben tomar medidas para prevenir y abordar la discriminación en todas sus formas, promoviendo así un entorno de trabajo inclusivo y respetuoso.

Derecho a un ambiente de trabajo seguro y saludable

Los empleados tienen derecho a pasar el tiempo de trabajo en un entorno seguro y saludable. Esto implica que los jefes deben proporcionar condiciones de trabajo que minimicen los riesgos para la salud y la seguridad de sus empleados. Además, los trabajadores tienen el derecho de recibir información y capacitación sobre los peligros laborales y cómo prevenirlos.

Derecho a un salario justo

Parece de cajón, pero es cierto que, a día de hoy, el salario justo tiene bastantes aristas. Y eso que se trata de un derecho crucial para garantizar que los trabajadores reciban una remuneración adecuada por su trabajo. De hecho, la legislación laboral establece normas mínimas de salario y horas de trabajo, y los empleadores deben cumplirlas. Además, existen regulaciones para el pago de horas extras y la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor.

Derecho a la licencia y tiempo libre remunerado

Los trabajadores tienen derecho a tomar licencia y tiempo libre remunerado para situaciones como enfermedad, maternidad, paternidad y vacaciones. Estos derechos están destinados a permitir que los empleados mantengan un equilibrio entre su vida laboral y personal sin que sufran pérdida de ingresos. Eso sí, los autónomos, como son trabajadores por cuenta propia, tienen que, en muchos casos, renunciar a una parte de este derecho, el de las vacaciones pagadas, ya que, si no trabajan, no cobran.

Derecho a la representación y negociación colectiva

Los empleados también tienen el derecho de unirse a sindicatos y participar en actividades de negociación colectiva para mejorar sus condiciones laborales y salarios. La negociación colectiva es un proceso clave para establecer acuerdos entre empleadores y empleados.

Derecho a la privacidad en el trabajo

Los trabajadores tienen derecho a la privacidad en el lugar de trabajo. Esto implica que los empleadores no pueden realizar vigilancia injustificada o invadir la privacidad de los empleados sin consentimiento o una causa legítima.

Derecho a la no retaliación

Los trabajadores tienen derecho a no ser objeto de represalias por ejercer sus derechos laborales legales, como presentar quejas por discriminación o denunciar prácticas ilegales en el lugar de trabajo. La protección contra la retaliación es esencial para garantizar que los empleados se sientan seguros al hacer valer sus derechos.

Derecho a la capacitación y desarrollo profesional

Además, los empleados tienen derecho a recibir capacitación y oportunidades de desarrollo profesional que les permitan mejorar sus habilidades y avanzar en sus carreras. Esto puede incluir programas de formación en el trabajo y acceso a oportunidades de promoción.

Derecho a la huelga

La huelga es uno de los derechos fundamentales de los trabajadores que se unen a ella para exigir el cumplimiento de sus derechos o para hacer presión para que se cumplan adecuadamente. 

La vulneración de derechos laborales puede producirse en diferentes situaciones, como un despido improcedente o nulo, el acoso laboral o mobbing, trabajar en condiciones precarias o la discriminación laboral. Si el trabajador se encuentra en este tipo de situaciones hay que recordarle que tiene unos derechos y que, por tanto, puede conseguir algún tipo de ayuda. De esta manera, pueden solicitar información y asesoramiento sobre sus derechos laborales y, en el caso de que no se llegue a un entendimiento con la empresa se puede pasar a la mediación para la resolución del conflicto de una manera menos fuerte o pasar a hacer una reclamación judicial en el caso de acabar con todas esas opciones.

Los derechos laborales son una garantía fundamental para la protección de las personas trabajadoras. Es importante conocer estos derechos para poder defenderlos en caso de que sean vulnerados.

Trabajar menos, rendir más: cómo la gestión del tiempo puede transformar tu carrera

El tiempo para un empresario es vital. A veces el día pasa sin darnos cuenta y no se han hecho todas las cosas que se deberían hacer. La gestión del tiempo de trabajo es vital para todos aquellos que quieren sacar el mejor provecho al día, para que cunda lo que se está haciendo y para no tener días de agobio o de más trabajo del que se debe. Actualmente existen muchas técnicas y herramientas que han saltado a la palestra para optimizar el tiempo en el trabajo, permitiendo a los empleados maximizar su eficiencia y lograr los resultados más satisfactorios en sus tareas diarias.

Una de las maneras para mejorar la gestión del tiempo en el trabajo es saber priorizar.  Hay que saber identificar y clasificar las tareas según su urgencia y relevancia. Al asignar niveles de prioridad, los profesionales pueden enfocarse primero en las actividades de mayor importancia, asegurando que los objetivos clave se cumplan antes de abordar tareas menos cruciales. La matriz de Eisenhower, que divide las tareas en cuadrantes según su importancia y urgencia, es una herramienta comúnmente utilizada para aplicar esta técnica.

Otra técnica es la técnica Pomodoro, que se basa en la idea de trabajar en bloques de tiempo concentrados, generalmente de 25 minutos, seguidos de un breve descanso. Estos intervalos, conocidos como «pomodoros», ayudan a mantener la concentración y a prevenir la fatiga mental. Al culminar varios ciclos, se realiza un descanso más prolongado. Esta técnica puede incrementar la productividad al fomentar una atención sostenida y aliviar la tendencia a la procrastinación.

La delegación eficiente es otro aspecto crucial de la gestión del tiempo. El trabajador debe saber reconocer cuáles tareas pueden ser realizadas por otros miembros del equipo y asignarlas en consecuencia. La delegación no solo libera tiempo para tareas más relevantes, sino que también empodera a los colaboradores y fomenta un ambiente de trabajo colaborativo. Sin embargo, es esencial asignar tareas en función de las habilidades y la carga de trabajo de cada individuo.

La planificación anticipada también juega un papel fundamental en la optimización temporal. Al dedicar tiempo al inicio de la jornada laboral para establecer metas y planificar las tareas del día, los profesionales pueden tener una visión clara de sus responsabilidades y evitar distracciones innecesarias. Utilizar herramientas como listas de tareas o aplicaciones de gestión del tiempo puede facilitar la organización y el seguimiento de las actividades programadas.

Asimismo, la eliminación de distracciones es esencial para mantener la concentración y el flujo de trabajo constante. Apagar notificaciones innecesarias, designar momentos específicos para revisar el correo electrónico o las redes sociales, y crear un entorno de trabajo ordenado y libre de elementos distraídos son pasos cruciales para evitar interrupciones que puedan afectar la eficiencia laboral.

No menos importante es la técnica de aplicar el principio de Pareto, también conocido como la regla del 80/20. Este principio sostiene que aproximadamente el 80 por ciento de los resultados provienen del 20 por ciento de los esfuerzos. Identificar las tareas o actividades que generan los resultados más significativos y enfocarse en ellas puede llevar a una asignación más eficiente del tiempo y recursos.

Por supuesto, hay que aprender de los errores, que todos cometemos. De esta manera se pueden adaptar las técnicas de gestión del tiempo para mejorarlas y ser más productivas. 

Eso sí, la mejor técnica de gestión del tiempo es la que mejor se adapta a las necesidades individuales. Esto significa que, al principio, hay que hacer prueba, ensayo y error, y sino funciona algo, mejor cambiar a otra manera y seguir probando hasta llegar con la que mejor funciona o resultados tiene. 

Aprender a delegar en el trabajo, clave para el desarrollo empresarial

Los jefes de una empresa tienen mucha responsabilidad sobre sus hombros. Tienen que tomar muchas decisiones y estar atentos a cómo se va desarrollando la empresa. Y el problema es que no hay tiempo para hacer todo personalmente, incluso aunque sea supervisar a los grupos de trabajo. Así que los jefes tienen que delegar, lo quieran o no, para así poder centrarse en lo que realmente importa, que es el funcionamiento de su empresa.

Pero la tarea de delegar parece sencilla, pero requiere de mucha confianza en los trabajadores y colaboradores, y no siempre es fácil ni efectiva. Pero se puede mejorar, hay una serie de estrategias que se pueden seguir para que el proceso de delegar sea más sencillo y así se fomente un entorno de colaboración que conduzca hasta el éxito. 

Conocer tus fortalezas y debilidades

Antes de comenzar a delegar, es importante que se tenga una comprensión clara de las propias habilidades y limitaciones. Así que toca analizarse y evaluar las fortalezas que se tiene para así buscar tareas que se alineen con ellas. Al reconocer las debilidades, se podrán identificar las áreas en las que se necesita apoyo y delegarlas adecuadamente.

Identificar las tareas apropiadas para delegar

No todas las tareas son adecuadas para la delegación. Hay que saber cuáles son las correctas ya que hay algunas en las que se necesita de la experiencia y los contactos del jefe para poder llevarlas a cabo. Así que hay que saber cuáles son esas que no requieren de esa experiencia para poder dejárselas a otros empleados. Eso sí, hay que asignar tareas que sean significativas y desafiantes, de modo que permita el crecimiento y desarrollo de los colaboradores.

Selección del miembro del equipo adecuado

Cuando ya se sabe la tarea que se va a mandar a otros empleados llega el momento de elegir a quien la va a realizar. En ese momento, el jefe debe tener en cuenta las habilidades y capacidades de cada miembro y asignar la tarea a aquel que tenga las competencias necesarias para realizarla de manera efectiva. Ahora bien, hay que tener en cuenta también su carga de trabajo actual y asegurarse de que cuenten con el tiempo y los recursos necesarios para llevar a cabo la tarea asignada.

Comunicación clara y específica

La comunicación es clave para una delegación exitosa. Hay que asegurarse de que el miembro del equipo comprenda claramente las expectativas, los plazos y los resultados esperados. El jefe tiene que dar instrucciones detalladas y ofrecer la oportunidad de hacer preguntas o aclaraciones. Por supuesto, debe de existir un canal abierto de comunicación para brindar retroalimentación y seguimiento durante el proceso.

Confiar en el equipo

Delegar implica confiar en los miembros del equipo para que realicen el trabajo asignado de manera efectiva. Por eso, es clave evitar la microgestión y permitir que asuman la responsabilidad de la tarea delegada. Es importante también dar apoyo y orientación cuando sea necesario, pero también permitir que exploren nuevas soluciones y enfoques. La confianza mutua fortalecerá el vínculo entre los miembros del equipo y fomentará la autonomía y la responsabilidad.

Evaluar los resultados

Todo lo que pasa en una empresa tiene que ser evaluado, así se sabe si las cosas se están haciendo bien o no y si hay que hacer alguna modificación. Así que cuando se haya delegado una tarea, hay que evaluar los resultados obtenidos. Por supuesto, hay que celebrar los logros y reconocer el buen desempeño del equipo. Es importante analizar los posibles errores o áreas de mejora y ofrecer retroalimentación constructiva. Este proceso de evaluación continua permitirá ajustar y mejorar las habilidades de delegación a lo largo del tiempo.

Porque delegar no es solo dejar que otros hagan el trabajo, es confiar en el equipo de trabajo, valorar su esfuerzo y sus habilidades y talentos, y saber utilizarlos para poder llegar al éxito. Un buen jefe lidera, delega y confía en sus trabajadores.