Situada en la parte occidental de la provincia asturiana, sigue siendo de las zonas menos visitadas. De los cinco concejos que lo forman, uno destaca especialmente: Cangas del Narcea. Este municipio, uno de los más grandes de Asturias y de los más extensos de España, es también uno de los que posee una naturaleza más rica y primitiva.
Cangas del Narcea es sinónimo de bosques como el del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco. Y, por supuesto, el bosque de robles más grande de España y uno de los mejor conservados de Europa, Muniellos, uno de los espacios naturales más emblemáticos de la naturaleza asturiana.
Pero Cangas del Narcea, no es sólo un sueño de la naturaleza, sino que también posee auténticas joyas de la arquitectura. Numerosas villas históricas y monumentales que visitar, como su capital, Cangas de Narcea. Y muy cerca, el monasterio de Coria, declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional, al que también se le conoce como ‘El Escorial Asturiano’.
Hay muchas poblaciones y paisajes primitivos repartidos por su área casi ilimitada, como por ejemplo el Cueto de Arbas, una de las montañas más emblemáticas de Cangas del Narcea, donde se encuentra, justo a sus pies, una magnífica laguna glacial. Se pueden visitar aldeas y pueblos con encanto por los que parece que no ha pasado el tiempo, como Llamera, Sonande o Carballo en el Valle del río Cibea. Sin olvidar a Llamas de Mouro, el único pueblo de la parte occidental de Asturias donde se conserva la antigua tradición de la artesanía en cerámica negra.
Nuestro país está lleno de lugares con encanto, ciudades históricas, monumentos y paisajes declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y la comarca de Cangas es uno de ellos. Un destino inusual para disfrutar de la naturaleza, paisajes idílicos, tradiciones y gastronomía.