De alguna manera, ésta fue la pregunta que ayer tuve que responder a La Sexta Noticias. ¿Se ha convertido Borja (Zaragoza) en un destino turístico? Entiendo que temporal… Lo que es seguro, es que la buena acción de una señora de 81 años, se ha convertido en motivo de burla de todo aquel visitante que se acerca a ver los daños ocasionados en el fresco. Pintura que por cierto, es de poca valía ya que no está ni catalogada por el Gobierno de Aragón. ¿Noticia del verano? Tampoco es para tanto… De hecho le están dando más cobertura en los medios de comunicación que al robo del Códice Calixtino… populismo y noticias fáciles, como nos tienen acostumbrados los medios españoles.

Otra de las preguntas que me hicieron fueron: «¿Estás de acuerdo con la decisión del alcalde de tapar la pintura?» Mi respuesta fue contundente: «Sí». ¿Por qué? Las razones son muy sencillas: lo primero de todo es porque un lugar de culto no es lugar para las risas y burlas, como se están produciendo ahora; y en segundo lugar, porque es humillar aún más a esta pobre señora que parece, lo hizo con toda su buena intención. ¿Qué necesidad hay? ¿Qué atracción supone ver un error humano de una obra que no tiene ningún tipo de valor artístico ni cultural? Ahora parece que van a poner seguridad y todo para los días de la romería del pueblo. El motivo es sencillo, si lo dejan sin vigilancia la obra ya tendría además, unos buenos bigotes ¡lo que le faltaba!

Desde el punto de vista del turismo se ha conseguido lo más difícil: situar al pueblo en el panorama turístico nacional, e internacional, y que los excursionistas empiecen a llegar. Bares llenos y negocios que aprovechan con acciones de marketing baratas pero eficientes. Sin duda alguna, este pequeño pueblo de 5000 habitantes tiene dos oportunidades muy claras para dar a conocer sus recursos y bondades. La primera: la actual. Si el pueblo realmente tiene atractivos turísticos, debe convertirlos en recursos según vayan llegando los viajeros por aquellos lares.

La segunda oportunidad la tienen siempre y cuando consigan restaurar la obra. Una inauguración haría volver la noticia a los medios, y aunque no se produzca el pequeño boom algún que otro curioso se dejaría caer por Borja. En fin, entiendo que el pueblo vivirá unas semanas de ajetreo, pero volverá a su normalidad con el paso de los días y sobretodo, con el fin del verano cuando la prima de riesgo y las noticias económicas, vuelvan a ocupar todos los espacios de los telediarios españoles.