Archivos de Autor: mariadolores.flecha

Tecnología e innovación hotelera

Tecnología e innovación hotelera

Tecnología e innovación hotelera

El desarrollo de la tecnología y las innovaciones digitales proporcionan a los hoteles una gran oportunidad al permitirles la cobertura de todas las fases de la cadena de valor del viaje: inspiración, planificación, compra, estancia en el hotel y compartir la experiencia. Gracias a las innovaciones se pueden rentabilizar cada una de las fases, que de algún modo están interrelacionadas, por ejemplo, cualquier acción de upselling o de cross-selling es un intento, tanto de rentabilizar el proceso de compra, como de fortalecer el vínculo entre cliente y marca, lo que beneficia también al hotel cuando el cliente comparta su experiencia.

No hay soluciones producidas en serie sobre el uso de las nuevas tecnologías para satisfacer las necesidades del negocio y de los clientes, cada empresa hotelera tiene su propia cultura, objetivos, procesos de negocio y público objetivo. Sin embargo, el cliente debe ser siempre el centro de todos los esfuerzos y pensar en cómo solucionar sus problemas debería ser la primera línea del planteamiento estratégico de las empresas. Los hoteleros deben ser conscientes de las oportunidades que les ofrecen las tecnologías al añadir valor permitiendo personalizar y satisfacer las necesidades particulares de los clientes. Las empresas hoteleras que estén más en la línea de la innovación y sean capaces de ser pioneras en el descubrimiento de nuevas tendencias, lograrán añadir valor real, al conseguir mejorar tanto los procesos de captación como los de retención de los clientes, lo que implica un incremento de la ocupación o del ADR.

El Big Data, las herramientas de Business Intelligence (BI), el almacenamiento Cloud Computing o la tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) tendrán un papel fundamental en el sector hotelero en los próximos años.

El Big Data y las herramientas de BI permiten realizar una mejor segmentación de la demanda y ofrecer productos adaptados a las preferencias de los consumidores con la finalidad de aumentar su conversión y conseguir la entrega de una experiencia personalizada (servir el producto adecuado al consumidor correcto en el momento adecuado). La tecnología facilita la aparición de canales de distribución y la aplicación de BI sobre el volumen, el rendimiento, el alcance, las características de los clientes, los patrones de compra y la rentabilidad para cada canal nos permitirán conocer su desempeño para realizar mejoras inmediatas y planificar las futuras.

El Cloud Computing reduce costes y mejora el tiempo de comercialización y permite además, el desarrollo de nuevos servicios en la nube mediante la combinación de diferentes fuentes de contenido.

La tecnología RFID ayuda con el BI al aportar datos sobre el comportamiento de los clientes durante la estancia en el hotel. Aunque la mayoría de las aplicaciones RFID son de carácter operativo y no todas pueden ser aplicables en la industria hotelera, pueden ayudar a las empresas en la toma de decisiones tácticas y estratégicas sobre la base de los patrones de tráfico y de compra y otros parámetros observables (por ejemplo, las preferencias de los adultos con familias frente a los que no tienen). Mediante el uso de estos patrones, se pueden tomar decisiones inteligentes sobre el diseño de los hoteles, lugares para eventos, parques de atracciones y otras áreas donde la gente se reúne.

Finalmente, la tecnología también incrementa las expectativas de los clientes que esperan la información oportuna y una experiencia de calidad que responda a sus necesidades en cada fase de su proceso de viaje. La competencia se está alejando de la batalla de las guerras de canal entre los proveedores y los distribuidores para centrarse en proporcionar la mejor experiencia al cliente y competir por su lealtad. La estancia del cliente en el hotel se transforma así en un factor diferenciador y sienta las bases para poder realizar, posteriormente, acciones de fidelización, una de las asignaturas pendientes del sector hotelero.

II JORNADAS UDIMA. NUEVOS EMPLEOS EN EL SECTOR TURÍSTICO

El poder de las OTA’s

La tecnología siempre ha jugado un papel fundamental dentro del sector turístico, sobre todo, en los procesos de reserva y distribución de sus productos. Los Global Distribution System (GDS), cuyo desarrollo se produjo fundamentalmente en los años 90, han sido un instrumento clave para el marketing de servicios turísticos, gracias a su capacidad de establecer un sistema de comunicación internacional entre proveedores y usuarios.

En ese mismo periodo, los años 90, Internet hizo su aparición revolucionando el sector turístico y transformando de manera radical su sistema de distribución y comercialización. La década de los 90 también nos trajo la creación en 1996 en Estados Unidos la primera Online Travel Agency (OTA), llamada Expedia. Tres años más tarde y gracias a su alto nivel de facturación, Expedia formaba parte de las diez primeras agencias de viajes de Estados Unidos. Su crecimiento ha sido tan espectacular que ha sido líder en facturación a nivel mundial hasta el primer trimestre de este año, en el que ha sido superada por su gran rival Priceline. Como contraataque Expedia ha firmado un acuerdo estratégico con otra OTA pionera y su anterior rival en Estados Unidos Travelocity, pero esa es otra historia…

Este nuevo entorno de distribución, en el que la tecnología facilitaba al cliente final el acceso a la contratación directa, trajo consigo la desintermediación, o mejor dicho, la ilusión por alcanzar la desintermediación. Los expertos en turismo aseguraban que este cambio iba a eliminar a los intermediarios y predijeron su fin. Sin embargo, el turismo, un sector con un alto grado de intermediación, ha visto como aumentaban sus intermediarios gracias al entorno online.

Según datos de Preferente (2013) el valor bursátil de Priceline (la OTA que este año ha superado en ventas a Expedia) está en torno al 52.000 millones de dólares, 704 millones más que el valor de las cinco principales cadenas hoteleras a nivel mundial: Marriott, Starwood, Accor, Wyndham e IHG.

La pregunta clave es: ¿de dónde provienen los ingresos de estos grandes gigantes turísticos? De las comisiones que les pagan las empresas a las que intermedian, entre ellas los hoteles. Travelclick estima que en el año 2011 el 34,5% de la venta online de las grandes cadenas hoteleras se realizó a través de las OTA’s. Está claro que los ganadores de la batalla de la distribución hotelera son los intermediarios online, “nuevos” actores en el entorno de la distribución turística que van creciendo gracias a las comisiones de sus proveedores.

El reto del sector turístico español ante la nueva «Primavera Árabe» turca

Turquía recibió 29,3 millones de turistas en 2011, hecho que lo convirtió en el sexto país en el ranking de destinos por número de turistas extranjeros recibidos. Sin embargo, en la primera semana de junio de 2013 la Federación de Propietarios de Hoteles advierte, con gran preocupación, que en todo el país las cancelaciones hoteleras suman ya el 10 por ciento

Durante el primer trimestre de 2013, llegaron a Turquía cinco millones de visitantes, un 18% más que el año pasado, el segundo trimestre aún no ha finalizado y ya son muchos los países que recomiendan a sus ciudadanos no viajar a esa zona.

También en 2013, en el mes de marzo, la aerolínea Turkish Airlines realizó el mayor pedido de su historia al encargar 117 unidades a Airbus del A320. El presidente de la Unión de Hoteles e Inversores Turísticos ha asegurado que cerca del 40% de las reservas en hoteles de la región de Estambul han sido canceladas.

Hace apenas un mes, en mayo, el Gobierno de Turquía anunció que iba a construir en Estambul el aeropuerto más grande del mundo, con un presupuesto aproximado de 10.000 millones de euros y con el objetivo de alcanzar un tráfico anual de 150 millones de pasajeros. Hoy, sin embargo, los hoteles de lujo, como el emblemático The Marmara, situados en la céntrica Plaza de Taksim de Estambul apenas tienen turistas.

Desoladoras noticias para la industria turística mundial, tan vulnerable al entorno económico y social, pero que pueden ser esperanzadoras para España si pensamos de manera egoísta. Aún no hemos devuelto los turistas cedidos por la “Primavera Árabe” y nos encontramos con otro gran préstamo. Una buena noticia para nuestro sector turístico en un momento en el que el “Barómetro Ipsos” elaborado por Europ Assistance, que analiza las tendencias en verano de algunos países europeos nos revela que más de la mitad de los españoles renunciará a salir de vacaciones este verano o lo que es lo mismo sólo cuatro de cada diez españoles saldrá de vacaciones y, lamentablemente, el gasto de los que salgan será un 16% inferior al de 2012.

Es necesario transformar a estos clientes “prestados” en nuestros clientes, se nos presenta una ocasión única para demostrar que nuestra experiencia es nuestra gran ventaja competitiva, una nueva oportunidad que debemos aprovechar para ser capaces de fidelizarlos.

Vamos a vivir unos años en un entorno incierto, la situación económica está influyendo en los turistas europeos y el número de viajeros descenderá. Menos turistas para más destinos, solo sobrevivirán los destinos que sepan adaptarse más rápido a la demanda y como hemos visto en el caso de Turquía, la competencia viene pisando fuerte.

La desaparición de los grandes

Hace apenas 3 años tenía que invertir más de una clase en explicar a mis alumnos la estructura empresarial del mercado emisor español. La presentación tenía que actualizarla todos los años, los cuatro grandes grupos verticales que dominaban el mercado, Marsans, Globalia, Orizonia y Barceló, estaban en constante crecimiento, todos los años surgían nuevos turoperadores, empresas de handling, hoteles, receptivos, etc. Si hoy tuviera que preparar esa misma clase me sobrarían más de la mitad de las diapositivas.
El objetivo de las empresas es maximizar su beneficio a largo plazo, es decir crear valor y asegurar la sostenibilidad de la empresa en el tiempo. El concepto de beneficio parece que si ha calado en los actuales gestores de empresas turísticas, pero beneficio cuantioso y rápido, a consta incluso de la supervivencia de la propia empresa.
El culebrón de Orizonia todavía no ha terminado, se mezcla la mala gestión con venganzas personales, falta de ética y más chapuzas que seguirán saliendo a la luz. Mientras tanto la empresa emisora española pierde activos, competitividad y miles de puestos de trabajo.
¿Compensa haber tenido exceso de pan hace unos años para pasar ahora tanta hambre?

Esperando a la primavera

Nikolai Kondratieff (1892 –1938) un economista ruso, poco conocido y con una vida bastante peculiar, analizó los ciclos económicos y desarrolló la teoría conocida como la Onda Larga de Kondratieff . Esta teoría se basa en que el sistema capitalista está predestinado a sufrir ciclos económicos de larga duración.
El ciclo de ondas de Kondratieff atraviesa cuatro fases diferentes: crecimiento (primavera), prosperidad (verano), recesión (otoño) y depresión (invierno).
El miércoles, 31 de octubre, tuvo lugar en la EOI, Escuela de Organización Industrial, la presentación del PNIT – Plan Nacional e Integral de Turismo a cargo de D. Manuel Butler, Director General de Turespaña. En su extraordinaria ponencia, Manuel Butler expuso que, a juicio de los expertos de Turespaña, estamos en un punto de inflexión con respecto al futuro, es más, ubicó la situación turística española actual en el ciclo de onda larga de Kondratieff. Lamentablemente, la posición que ocupamos dentro del ciclo económico no es la idónea, estamos en la fase de invierno o depresión. Fase iniciada aproximadamente en el año 2010 y de la que desconocemos su fin, pero que, de momento, se caracteriza por las bajas tasas de inflación, un potencial de mercado agotado, una gran caída de precios y un grave problema de desempleo.
Si estamos en la fase de invierno es porque nuestra industria turística ha pasado por:
Una primavera, entre 1955 y 1969, en la que vivimos el nacimiento de los primeros turoperadores, la aviación civil era el principal medio de transporte y aparecieron las primeras compañías chárter.
Un verano, entre 1970-87, con la expansión de los principales mercados emisores mundiales que trajo altas rentabilidades para un sector que acompañaba al boom del bienestar socieconómico.
Un otoño, entre 1988- 2009, en el que destacamos la desregulación del sector aéreo, la aparición de internet, las guerras de precios, la irrupción de nuevos destinos competidores, la concentración empresarial de los grandes grupos turísticos españoles y los problemas causados por el turismo de masas.
El hecho de estar sumidos en el invierno nos indica que una nueva primavera, llena de oportunidades, nos espera en el futuro. Desde Turespaña nos aseguran que en estos momentos se están plantando las semillas de los grandes líderes turísticos, y que todas las decisiones que se tomen en el ámbito turístico marcarán el devenir de los próximos años y, por tanto, del próximo ciclo de onda larga.
La innovación y el emprendimiento ejes claves en el Plan Nacional e Integral de Turismo nos ayudarán a salir con éxito de este fase invernal.
¿A qué esperamos? Vamos a ponernos manos a la obra.