Una vez más en el blog de Psicología de Udima nos hacemos eco de una publicación reciente muy interesante. En este caso se trata de un libro corto, claro y ameno de un importante catedrático de Psicología, Juan Delval, que fue discípulo de Jean Piaget.

El autor de este libro nos propone ahondar en qué nos asemeja y qué nos diferencia de los animales. Un dato muy trascendente para nuestra especie es el hecho, más o menos conocido por todos, de que nacemos con un grado de inmadurez muy alto con respecto a otros animales, incluidos los primates. A todos nos resulta evidente la independencia con la que nace por ejemplo un cachorro de perro, que es capaz de moverse para aproximarse a su madre, o una cría de chimpacé, que puede agarrarse para ser transportada, y el contraste con la poca autonomía de un recién nacido humano. Sabemos que ciertos condicionantes de la evolución humana han acortado el periodo de gestación de nuestra especie y esto ha tenido consecuencias de enorme calado en nuestras pautas de crianza, estructura social, en nuestros procesos de desarrollo temprano…Pero además, también los adultos humanos exhibimos comportamientos inmaduros que están en la base de algunas importantes características psicológicas. ¿Cuáles son las repercusiones de ser «monos inmaduros»? Esto nos invita a descubrir Juan Delval.

La lectura de este librito será de interés para iniciados y no iniciados en la Psicología,  y es especialmente recomendable para estudiantes del grado de Psicología a los que les guste hacerse (y responderse preguntas) sobre nuestros procesos de desarrollo.

El mono inmaduro:

http://www.catarata.org/libro/mostrar/id/680