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Sobre Sonia Janeth Romero Martínez

Sonia Janeth Romero Martínez

Doctora en Psicología. Profesora Titular en UDIMA Universidad a Distancia de Madrid Ver Perfil

Sonia Janeth Romero Martínez

Ventajas y limitaciones de las rúbricas para la medición de competencias

Durante la última década, y tras la implantación del plan Bolonia en la educación universitaria, han surgido una serie de cambios en los procesos de enseñanza -aprendizaje. La evaluación educativa no es ajena a dichos cambios, pues ha pasado de basarse en un paradigma simplista en el que se evaluaban situaciones artificiales al final del curso o proceso educativo a una evaluación continua (no terminal) basada en competencias y situaciones reales en la que no se busca clasificar al alumno de acuerdo a sus conocimientos declarativos sino que se busca evaluar el logro progresivo en la adquisición de ciertas competencias básicas para su desempeño en un contexto.

Partiendo del aprendizaje a lo largo de la vida se entiende que la competencia es una serie de saberes que los alumnos ponen en acción para dar respuestas efectivas a las demandas de un entorno complejo y cambiante (Sánchez y Ballester, 2010). Las rúbricas, por su parte, las podemos definir como un instrumento de evaluación cuya finalidad es compartir los criterios de aprendizaje y evaluación con estudiantes y entre profesores, sirve además como una guía que muestra a alumnos y profesores las expectativas de consecución de logros en ciertas tareas.  las rúbricas se organizan en niveles (desde lo que se considera insuficiente hasta lo que se considera excelente) y tienen sus orígenes en las escalas de medida en las que se evalúa un constructo (competencia) con ítems cuantitativos.

La rúbrica es un instrumento en el que el alumno es el principal actor del proceso (implicacion personal en cada tarea y evaluación) puesto que puede ser usada para la evaluación por pares, para la auto-evaluación  y para a evaluación tradicional por parte del profesor.  Tiene numerosas ventajas entre las que podemos contar que permiten la evaluación activa en casos concretos y situaciones reales y contextualizadas, además, pueden ser usadas en todos los niveles educativos y para diversos tipos de tareas, se pueden emplear rúbricas con símbolos en las etapas pre-lectura, en primaria y secundaria para la evaluación de tareas y en niveles universitarios para la medición de competencias e incluso para evaluar tesis doctorales.

Entre las ventajas para los profesores se puede mencionar que son fáciles de utilizar y de explicar, hacen que el profesor tenga claros los criterios de evaluación y niveles de logro del alumno, proporcionan al profesor indicadores para evaluar el progreso y los puntos débiles de los alumnos y facilitan la calificación en temas complejos o subjetivos.

Entre las principales ventajas para los alumnos podemos contar que muestran qué se espera de él y cómo será evaluado, ayudan a comprender objetivos para regular esfuerzos, modificar estrategias y disminuir la ansiedad, proporcionan un feedback continuo sobre sus fortalezas y debilidades, lo que permite al alumno regular el aprendizaje, permite evaluar y revisar la versión final del trabajo, propician el aprendizaje crítico y reflexivo y fomentan el desarrollo de competencias metacognitivas.

Sin embargo, su uso no está exento de desventajas, por ejemplo, elaborar una buena rúbrica consume mucho tiempo y es difícil de hacer, en algunos casos las rúbricas mal elaboradas limitan la autonomía y la creatividad del alumno y pueden carecer de fiabilidad y validez si no se realizan bien. Además, como todo instrumento de medición es necesario analizar su calidad (validez, fiabilidad).

Adicción a las nuevas tecnologías

Todos somos un poco adictos a algo. Las conductas adictivas actúan como válvulas de escape ante el malestar psicológico del que nos vemos rodeados en ciertas ocasiones de nuestra vida. Nos sirven para alejarnos del dolor y el malestar. (Adicciones con o sin sustancia)

“Ser adicto” se convierte en una manera de vivir, de afrontar la vida. Son intentos que fracasan al intentar ajustarnos al sistema.
La conducta adictiva es un acto en contexto, vinculada al tipo de vida que llevamos, es la respuesta a los problemas que la vida nos plantea. Es el síntoma, tenemos que tratar la raíz. Hay que tratar los asuntos que nos han llevado a esa conducta adictiva, aprender a regular las emociones.

Internet a pesar de haber proporcionado muchos beneficios ha tenido mucho impacto sobre todo en los más jóvenes. De hecho, hay personas que están obsesionadas con Internet, siendo incapaces de controlar su uso, poniendo en ocasiones en peligro sus relaciones personales incluso su trabajo.

Existen ciertas variables psicosociales que están relacionadas con el uso y el abuso de Internet, como son la vulnerabilidad psicológica, los factores estresantes y el apoyo familiar y social.

El concepto de “adicción a Internet” fue propuesto como una explicación para comprender la pérdida de control y el uso dañino de esta tecnología.

Los síntomas de la adicción a Internet son comparables a los manifestados en otras adicciones. Es vital programar estrategias preventivas tanto en la familia como en la escuela sobre basándose en los factores de riesgo y en las características demográficas de los sujetos.

El objetivo de una intervención para esta adicción, a diferencia de otras adicciones, debe ser el uso controlado, ya que resulta imposible evitar por completo la exposición tanto a internet como a otras nuevas tecnologías. De manera que, nuestro objetivo realista sería hacer un uso más adaptativo de estas.

Igualmente para la intervención, desde PSICOSALUD ALMERÍA creemos que deberíamos tener en cuenta:

Las personas no están mal por ser adictas, son adictas porque están mal. Hay que descubrir y tratar las razones que subyacen la adicción.
Disminuir la conducta adictiva.
Prevenir posibles recaídas: análisis de los hábitos de vida, situaciones de riesgo, entrenamiento para hacerles frente. Alternativas.
Reorganización de la vida familiar, construir un nuevo estilo de vida.

En definitiva, estas adicciones están contextualizadas en un ambiente y unas circunstancias particulares de la persona por ello la familia debe implicarse en el proceso de recuperación prestándoles apoyo y validando su sufrimiento. Sin buscar culpables ni promover que se vigile al adicto.

Autor: Psicosalud Almería

Gira por la infancia: vente de gira

Los voluntarios por Madrid os invitamos a participar en la Gira por la Infancia 2017. Se trata de un proyecto social y formativo que recorrerá en autobús 15 ciudades españolas durante el mes de octubre. Su objetivo es fortalecer el buen trato a la infancia y la promoción de los derechos de los niños y jóvenes. En cada una de las ciudades por la que pasará la gira se celebrará el Congreso Internacional sobre Participación, Políticas Sociales y Protección de la Infancia en el que las personas interesadas compartirán sus trabajos y experiencias en programas de participación infantil, defensa de los derechos de los niños y prevención del maltrato entre muchos otros interesantes temas.

Encontraréis más información sobre la Gira en: http://www.cipinfancia.org/gira

Detección psicofisiológica del engaño: del polígrafo a la neuroimagen

 

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El engaño es una conducta humana mediante la cual una persona de forma intencional trata de alcanzar una meta o de obtener un beneficio personal actuando de forma deshonesta, inmoral, rompiendo las reglas y obteniendo un beneficio no merecido.

Desde una perspectiva psicológica la trampa es una forma compleja de interacción social en la que una persona introduce en otra una serie de creencias falsas, manipulándole deliberadamente para obtener un beneficio personal (Rivière, 1991). El engaño se puede producir tanto en la vida cotidiana (infidelidad en la pareja, trampas económicas, fraude en los exámenes…) como en situaciones competitivas (deporte, juegos de azar…).

Una de las mayores aplicaciones del estudio psicológico de las conductas de engaño se ha dado en el desarrollo de medidas psicofisiológicas que resultan de mucha utilidad, especialmente en el ámbito de la psicología jurídica, para detectar el engaño y la mentira en situaciones jurídicas y éticas. Estas técnicas, que se han venido utilizando  desde hace más un siglo, se basan en la medición de la actividad fisiológica-vegetativa como el ritmo cardíaco, la presión arterial, la respiración, la conductancia de la piel, la dilatación de las pupilas, la duración de la fijación de la mirada y durante la última década, la neuroimagen.

Los orígenes de la detección psicofisiológica del engaño se remontan a comienzos del SXX con la aparición de las primeras medidas de la presión sanguínea (Marston, 1917). Este autor (considerado el padre de la poligrafía moderna) reportó unas altas tasas de precisión en la detección que, sin embargo, no fueron corroboradas en investigaciones posteriores.

El siguiente paso fue el desarrollo de la técnica RIT (Relevant/Irrelevant-Technique; Larson, 1932) mediante la cual se compraran respuestas a preguntas relevantes (por ejemplo, aquellas necesarias para resolver un crimen) con respuestas irrelevantes, del tipo: ¿hoy estas vestido de rojo?, sin embargo, dichas técnicas también han sido criticadas dado que carecen de validez porque la pregunta relevante puede producir cambios fisiológicos por el mero hecho de tener un mayor contenido emocional.

Debido a esta falta de validez se genera hacia los años 50 una técnica con mayor control llamada CQT (Control Question Technique; Reid, 1947) que se basa en generar preguntas de comparación con mayor contenido emocional. La CQT es una vertiente del polígrafo que se viene utilizando hasta la actualidad en distintos países aunque de forma más sofisticada con puntuaciones cuantitativas originalmente propuestas por Backster (1962). Actualmente se cuenta también con sistemas de puntuación computarizados (Raskin, 1982).

En la década de los 60 Likken (1960) uno de los mayores detractores del polígrafo propone un paradigma alternativo para la detección psicofisiológica del engaño que actualmente se conoce como CIT (Concealed Information Test). La técnica propuesta por Likken se llamó originalmente GKT (Guilty Knowledge Test) y se diferencia del CTQ en que no usa preguntas directas sino indirectas sobre el suceso en cuestión (por ejemplo un crimen) que solo conocería alguien que ha estado implicado en el mismo.  Las respuestas son de selección múltiple y se basan en la comparación de las opciones que proporcionan información pertinente con las opciones que contienen información irrelevante.

Un tercer paradigma en el estudio de la detección del engaño ha sido el DoD (Differentiation of Deception; Furedy, Davis, y Gurevich, 1988).  El estudio del engaño a través del DoD consiste en formular al examinado una serie de preguntas (pueden ser de carácter autobiográfico) e instruirle para que responda con sinceridad a la mitad de ellas y de forma engañosa a la otra mitad. Actualmente se utiliza este mecanismo con algunas variantes como pedirle al examinado que conteste la misma pregunta de forma sincera y mediante engaño, este formato de prueba se ha llamado SLT (Sheffield Lie Test; Spense et al., 2001).

Las técnicas de medida de las variables dependientes (psicofisiológicas) también han cambiado con el tiempo. De las medidas iniciales basadas casi exclusivamente en la presión sanguínea, la respiración y la frecuencia cardíaca (medidas básicas del polígrafo), se ha pasado al uso de técnicas modernas de neuroimagen como la PET (Positron Emission Tomography) o la fMRI (functional Magnetic Resonance Imaging), este tipo de técnicas se incorporaron a la investigación científica sobre la década de los 90 (Farwell y Donchin, 1991; Rosenfeld, Angell, Johnson, y Qian, 1991) y se han venido utilizando cada vez con mayor frecuencia  por investigadores interesados en la detección el engaño (Gamer, 2014; Ganis, 2015; Meijer y Verschuere, 2015).

Otras medidas utilizadas recientemente como variable dependiente que han revestido interés entre los investigadores han sido: los tiempos de respuesta (Seymour, Seifert, Mosmann, y Shafto, 2000), los movimientos oculares (ET; Eye Tracking; Schuetzler, 2012) y la detección del engaño mediante «jueces expertos» que son personas con habilidades especiales para la detección de tramposos (Vrij, Mann, Robbins y Robinson, 2006) , esta última técnica ha generado cierta controversia (Bond y Uysal, 2007;  O’Sullivan, 2007).

A pesar del reciente interés por la medición del engaño a través de técnicas más objetivas y sofisticadas como los sistemas ET, PET y fMRI son muchas las dudas que aún recaen sobre la fiabilidad y validez del proceso de medición del engaño. En una revisión  bastante reciente de la literatura existente sobre el tema (Meijer et al., 2016) se llega a la conclusión de que la mayoría de la literatura científica que utiliza la neuroimagen para la detección del engaño tiene importantes problemas conceptuales y metodológicos, de los cuales el más importante es que no hay una diferenciación entre la variable dependiente y el paradigma.

Después de hacer esta breve reseña histórica de un tema tan estudiado y controvertido la autora de este post desea concluir con un pequeño aporte a futuro: los principales problemas de la medida del engaño residen en el vínculo entre la definición del constructo a nivel psicológico (su ontogenia, filogenia y sus implicaciones cognitivas y psicosociales), el paradigma desde el que se enmarca la tarea (CQT, CKT o DoD)  y la medición de las variables dependientes. No existen aún nexos o vínculos claros entre los desarrollos de la psicología evolutiva, cognitiva, social y la psicometría que permitan una correcta utilización de estas sofisticadas técnicas. Es por ello tarea urgente de los investigadores del área comenzar a indagar en dichos vínculos para garantizar una medición fiable y sobre todo válida, mas aún si tenemos en cuenta las consecuencias sociales que puede llegar a tener una evaluación desfavorable en este tipo de contextos.

Referencias:

Backster, C. (1962). Methods of strengthening our polygraph technique. Police, 6, 61-68.

Bond J. Charles, F. & Uysal, A. (2007). On lie detection «wizards». Law and Human Behavior, 31(1), 109-115. doi:10.1107/s10979-006-9016-1

Farwell, L. A., & Donchin, E. (1991). The truth will out: Interrogative polygraphy (“lie detection”) with event-related potentials. Psychophysiology, 28, 531–547. doi: 10.1111/j.1469-8986.1991.tb01990.x

Furedy, J. J., Davis, C., & Gurevich, M. (1988). Differentiation of deception as a psychological process: A psychophysiological approach. Psychophysiology, 25, 683–688. doi: 10.1111/j.1469-8986.1988.tb01908.x

Gamer, M. (2014). Mind reading using neuroimaging: Is this the future of deception detection? European Psychologist, 19, 172–183. doi: 10.1027/1016-9040/a000193

Ganis, G. (2015) Deception detection using neuroimaging. En P. A. Granhag, A. Vrij, & B. Verschuere, Detecting deception: Current challenges and cognitive approaches. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.

Larson, I. A. (1932). Lying and its Detection: A Study of Deception and Deception Tests. Chicago, III.: University of Chicago Press.

Lykken, D.T. (1960). The validity of the guilty knowledge technique: The effects of faking. Journal of Applied Psychology, 44, 258-26

Marston, W.M. (1917). Systolic blood pressure changes in deception. Journal of Experimental Psychology, 2, 143-163.

Meijer, E. H., & Verschuere, B. (2015) The polygraph: Current practice and new approaches. En P. A. Granhag, A. Vrij, & B. Verschuere (Eds.), Detecting deception: Current challenges and cognitive approaches. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.

Meijer, E., Verschuere, B. Gamer, M., Merckelbach, H. y Ben-Shakar, G. (2016). Deception detection with behavioral, autonomic, and neural measures: Conceptual and methodological considerations that warrant modesty. Psychophysiology, 53, 593–604. doi: 10.1111/psyp.12609

O’Sullivan, M. (2007). Unicorns or Tiger Woods: Are lie detection wizards myths or rarities? A response to On Lie Detection “Wizards” by Bond and Uysal. Law & Human Behavior, 31, 117–123.

Raskin, D.C. (1982). The scientific basis of polygraph techniques and their uses in the judicial process. En A. Trankell (Ed.). Reconstructing the Past: The Role of Psychologists in the Criminal Trial.  Suecia: Norsted & Soners.

Reid, IE. (1947). A revised questioning technique in lie-detection tests. Journal of Criminal Law and Criminology, 37, 542-547.

Rivière, A. (1991). Objetos con mente. Madrid: Alianza.

Rosenfeld, J. P., Angell, A., Johnson, M., & Qian, J. H. (1991). An ERPbased, control-question lie detector analog: Algorithms for discriminating effects within individuals’ average waveforms. Psychophysiology, 28, 319–335. doi: 10.1111/j.1469-8986.1991.tb02202.x

Schuetzler, R. M. (2012). Countermeasures and Eye Tracking Deception Detection. Information Systems and Quantitative Analysis Faculty Proceedings & Presentations. Paper 28. http://digitalcommons.unomaha.edu/isqafacproc/28

Spence, S. A., Farrow, T. F., Herford, A. E., Wilkinson, I. D., Zheng, Y., & Woodruff, P. W. (2001). Behavioural and functional anatomical correlates of deception in humans. NeuroReport, 12, 2849–2853. doi: 10.1097/00001756-200109170-00019

Vrij, A., Mann, S., Robbins, E., & Robinson, M. (2006). Police officers ability to detect deception in high stakes situations and in repeated lie detection tests. Applied Cognitive Psychology, 20, 741–755.

La amígdala: el mensajero veloz del miedo

Un estudio, publicado ayer y dirigido por científicos del Campus de Excelencia Internacional Moncloa (UCM-UPM) ha puesto en evidencia la rapidez con la que nuestra pequeña amígdala reacciona frente a amenazas que aparecen en el campo visual.

En el estudio titulado «A fast pathway for fear in human amygdala» Méndez-Bértolo y cols (2016), confirman la existencia de una vía sub-cortical que transmite la información sobre amenazas externas más rápidamente de lo que pensábamos, lo que nos permite acceder a un mayor conocimiento de las respuestas emocionales no conscientes. Anteriormente a este interesante estudio se cuestionaba la existencia de dicha vía por la falta de evidencias que apoyaran respuestas de corta latencia ante el miedo tanto en primates como en seres humanos.

La novedad y relevancia del estudio recientemente publicado se encuentra en que se han registrado respuestas humanas muy rápidas (inferiores a 74 ms) en la amígdala frente a estímulos asociados con amenazas como expresiones faciales de temor pero no frente a estímulos neutros  (como caras sonrientes). Lo más interesante es que  estas respuestas observadas tienen latencias mucho más cortas que las observadas anteriormente en la corteza visual, indicando que ésta reacción, además de ser mucho más rápida de lo que creíamos, se da frente a estímulos socialmente relevantes (expresiones faciales de miedo en otras personas).

 

Referencia: Méndez-Bértolo, C., Moratti, S. Toledano, R., López-Sosa, F., Martínez-Alvarez, R., Mah, Y. H., Vuilleuimer, P., Gil-Nagel, A. & Strange, B. (2016).  A fast pathway for fear in human amygdala. Nature Neuroscience, 2016/06/13/online [advance online publication]. doi: doi:10.1038/nn.4324

La medición del apego en adolescentes y adultos

El estudio del apego en adolescentes y adultos ha cobrado importancia en los últimos años pues los investigadores han encontrado que los modelos internos instaurados desde la niñez tienen tendencia a la estabilidad y se concretan en patrones de conducta posteriores que pueden influir tanto en las relaciones sociales como en las de pareja. Se han propuesto varios instrumentos de medida de este constructo, principalmente entrevistas. Sin embargo, ha sido de nuestro interés estudiar los auto-informes que también se pueden utilizar para evaluar el apego en adultos y adolescentes teniendo algunas ventajas como un menor tiempo de administración, mayor objetividad y la posibilidad de ser aplicados a varias personas a la vez.

Hemos realizado una investigación sistemática de los instrumentos de auto-informe disponibles hasta el momento, encontrando 17 test (10 en idioma inglés original, 6 adaptaciones al español y 1 test original en español) del apego en adolescentes y adultos, propuestos entre 1979 y 2014. Todos los instrumentos revisados son escalas tipo Likert, la mayoría de 7 puntos. La mayor parte de las escalas que componen los cuestionarios analizados han mostrado una alta fiabilidad de consistencia interna y los que utilizan otros criterios de fiabilidad (test-retest, dos mitades…) presentan valores más bajos.

Respecto a las evidencias de validez basadas en la estructura factorial, los resultados de algunas investigaciones apoyan las estructuras preconcebidas, siendo destacables las evidencias a favor de la estructura bidimensional (Ansiedad/Evitación) sobre los enfoques basados en estilos/categorías. Respecto a las evidencias de validez basadas en la red nomológica del constructo se ha analizado la convergencia de las entrevistas y los autoinformes en más de 10 estudios empíricos, sin embargo, un metanálisis realizado en 2007 muestra que la convergencia es débil. También se ha estudiado la relación con factores de personalidad (Big-Five) mostrando correlaciones positivas de la dimensión de Ansiedad con el rasgo de Neuroticismo del Big-Five y correlaciones negativas entre la Evitación y los rasgos de Extraversión y Agradabilidad. No hemos encontrado evidencias de otros tipos de validez (consecuencial, contenido…).

A partir de la revisión que hemos realizado es posible concluir que los auto-informes se pueden utilizar para evaluar el apego en adultos y adolescentes, sin embargo, también se han detectado algunas carencias en el proceso de elaboración, adaptación y validación de estos instrumentos que hacen recomendables investigaciones futuras en el área.

Del 14 al 18 de marzo de 2016 se realizará en Bogotá-Colombia el IV Congreso Internacional de la Red Iberoamericana de Apego (RIA),  con el lema «Teoría del Apego: Práctica e Investigación y sus Aportes al Desarrollo Humano» en el que se realizarán 9 talleres pre-congreso y contará con la participación de  investigadores de diversos países que compartirán con los asistentes los últimos avances en esta interesante área de la Psicología.  En dicho congreso estaremos presentando los resultados de nuestra investigación sobre la medición del apego en adolescentes y adultos. Para mayor información e inscripciones puedes consultar en la web del congreso: http://www.congresoapegoria2016.com/index.html