Por Jon Aseguinolaza, alumno de la asignatura de Fundamentos de Termodinámica y Mecánica de Fluidos, en el grado de Ingeniería en Organización Industrial de la UDIMA.
 

El panorama político económico esta revuelto entre Rusia y Ucrania en estos últimos tiempos y también va a tener consecuencias en Europa occidental. Sobre todo desde que Rusia ha llevado a cabo la amenaza de cortar el suministro de gas a Ucrania e indirectamente a Europa, ya que ahora solo pasa por Ucrania un tercio del gas que pasaba antes. Este es el gas destinado a la UE pero se teme que Ucrania “se quede” con parte del mismo. Rusia ha anunciado que irá recortando el suministro del gas que se vaya “robando”, por lo que no sería de extrañar que en breve no llegara gas de Rusia a Europa.

Europa tiene tres fuentes principales de aprovisionamiento de gas en Europa:

  1. Gas suministrado por Rusia y distribuido por el pipeline ruso, principalmente al norte de Europa (países nórdicos, republicas bálticas y exsoviéticas occidentales) y a Centroeuropa donde se incluye Alemania (potencia económica y país de referencia económica en la Unión Europea).
  2. Gas suministrado por Argelia al sur de Europa y distribuido a través de los pipelines de Italia y España.
  3. Gas licuado traído a Europa en barcos de GNL (Gas Natural Licuado), regasificado en plantas regasificadoras y distribuido en Europa a través de la red de pipelines europea.

De estas tres opciones, la más cara con diferencia, es la tercera. Las otras dos opciones dependen de cuantos países tengan que atravesar antes de llegar al país de destino ya que por cada país que pasa el gas debe de pagar un canon de tránsito. Es por esto por lo que al sur de Europa le sale más barato importar gas de Argelia que de Rusia y por el contrario, a los países del norte y centro de Europa, les sale mas barato el gas Ruso.
Las últimas noticias son inquietantes y hacen que la amenaza rusa cobre más fuerza. Recordemos que Rusia acaba de firmar un acuerdo con China por el que le proveerá de gas durante los próximos 25 años. Esto quiere decir que Rusia, aún cortando el gas a Europa, seguirá teniendo un mercado enorme, garantizado, para su gas. Con lo que el daño que infligirá a Europa será mucho mayor que el que sufrirá Rusia por no servir a uno de sus principales clientes: Europa.

Consecuencias que puede tener la ejecución de la amenaza
Los países del norte y centro de Europa tendrían que importar el gas desde Argelia y las plantas regasificadoras de Europa. Esto supondría un incremento importante en el precio del gas ya que los cánones que tendrían que pagar a todos los países intermedios serían muy grandes. Además, dado el volumen que habría que suministrar, sería necesario importar mucho gas a través de los barcos de GNL. Francia, Italia y España serían los grandes beneficiados.
Francia se beneficiaría por los cánones que cobraría y por regasificar el gas proveniente de los barcos. Tiene dos plantas regasificadoras y están construyendo una enorme al norte del país con la que esperan proveer a Alemania entre otros países, independientemente de que la amenaza se cumpla o no.
Italia sería la gran beneficiada por los cánones, ya que la mayor parte del gas proveniente de Argelia entra a Europa por los grandes pipelines de Italia. Además tiene tres plantas regasificadoras.
España se beneficiaría por los cánones del gas que entra por los pipelines de Almería (por donde más gas entra en España) y el de Algeciras. También hay seis plantas regasificadoras (dos muy importantes y cuatro más pequeñas) en Huelva, Cartagena, Valencia, Barcelona , Bilbao y La Coruña y otra cerrada en Gijón.
Para España, supondría un ingreso económico importante y la posibilidad de aumentar la utilización de las plantas regasificadoras actuales, ya que están a un 25% de media, de su capacidad máxima. También se podría plantear, la reapertura de la regasificadora de Gijón si hubiera tanta demanda como para ello.
Estas consecuencias serían las que “sufrirían” los estados de la Unión Europea, no así los consumidores finales del gas. Ya que, aunque para los consumidores finales de gas alemanes y del resto de los países del norte y centro de Europa, el precio del gas subiría bastante, también subiría para los consumidores del sur de Europa, ya que ante una disminución de la oferta y manteniéndose igual la demanda, el precio sube.
A priori, este puede ser el panorama económico en Europa si Rusia continúa con el corte de gas. Ucrania tiene reservas de gas hasta el invierno, por lo que se prevé que el corte de suministro sea por lo menos hasta que a Ucrania se le acabe el gas y tenga que volver a negociar o sino hasta que la situación política entre estos dos países vuelva a la normalidad.

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