Cada uno de los componentes es imprescindible en la instalación y tienen su importancia a la hora de aprovechar la radiación del sol, captando la energía solar y transformándola en energía eléctrica. Conozcamos a continuación cuáles son estos componentes.

1. Modulo fotovoltaico

Es el encargado de convertir la energía  del sol en energía eléctrica. Es el elemento principal de la instalación fotovoltaica. Está formado por la unión de varios paneles y dota a la instalación de la potencia necesaria. Cuanto mayor sea la demanda, mayor número de paneles solares serán necesarios. Estos están formados por células de silicio, que se encuentran encapsuladas y conectadas entre sí eléctricamente.

Según la tecnología de fabricación de las células, los módulos fotovoltaicos son monocristalinos, policristalinos o amorfos. Este último tipo está en desuso debido a su poca eficiencia en comparación con los otros dos.

2. Regulador de carga

Entre los paneles solares (campo fotovoltaico) y las baterías, nos encontramos el regulador de carga. Es el nexo de unión entre ellos y el resto de los componentes fotovoltaicos. Los reguladores se encargan de administrar la energía con eficiencia. Permiten que el sistema y las baterías no se sobrecarguen y evita que se puedan descargar por la noche. También es capaz de proporcionar información del estado del sistema, Controla constantemente el estado de carga de las baterías, por lo que ayuda a prolongar la vida útil de las mismas. Gracias a estos componentes fotovoltaicos, nos aseguramos que haya suministro eléctrico suficiente.

3. Batería o acumulador 

Las baterías cumplen tres funciones en una instalación solar fotovoltaica:

  • Almacenar la energía durante un período de tiempo
  • Proporcionar potencia instantánea elevada
  • Fijar la tensión de trabajo de la instalación.

Una vez regulada la energía eléctrica de los paneles, se va a las baterías. La energía del sol no llega de manera uniforme, si no que depende de aspectos como la duración del día, de las estaciones del año o de la nubosidad en un momento determinado. Por ello se hace necesario utilizar algún sistema que pueda almacenar esta energía para utilizarla en momentos que no llegue la radiación solar, como son las baterías o acumuladores. Las baterías se recargan gracias al regulador de carga, desde la electricidad que producen los paneles solares.

4. Inversor

Elemento imprescindible en una instalación solar fotovoltaica. El inversor se encarga de convertir la corriente continua en alterna o convencional, que debe ser igual a la de la red eléctrica. Es decir, de convertir la energía que recogen las placas solares en electricidad. Si no es por el inversor, no podríamos usar la energía que producen los paneles. Una vez la energía es transformada por el inversor, podremos utilizarla, verterla a la red o almacenarla en las baterías. A continuación recogemos las características principales del inversor solar:

  • Alta eficiencia
  • Consumo bajo cuando no hay cargas conectadas
  • Alta fiabilidad
  • Seguridad y protección contra cortocircuitos
  • Buena regulación de la tensión y de la frecuencia de salida 

5. Soportes

Estos componentes tienen una mera función de fijación. Son elementos pasivos. Los soportes mantienen los paneles solares en una posición fija proyectados hacia el sur. Estos soportes deberán ser estables, rígidos y duraderos para poder soportar el desgaste que conlleva el estar en el exterior: clima, fuerza del viento, nieve, lluvia, etc

Otros componentes fotovoltaicos 

Los microinversores y los optimizadores de potencia son otros elementos solares que podemos necesitar en una instalación solar fotovoltaica. Los primeros se instalan justo detrás de los paneles solares para transformar la corriente continua que le llega de los paneles en corriente alterna, Se distingue de un inversor en el tamaño, que es mucho más pequeño, y en que opera a nivel individual en cada placa solar. Podría decirse que es un pequeño inversor individual de cada panel. El optimizador también trabaja individualmente en cada panel solar,  pero en vez de transformar la corriente continua como sí lo hace el micro inversor, optimiza y maximiza esa corriente antes de enviarla al inversor central.

Con estos elementos, logramos tener un mayor rendimiento y una monitorización individual de los paneles. No obstante, tanto los microinversores como los optimizadores de potencia no son imprescindibles en una instalación fotovoltaica.

Kit solar fotovoltaico 

Un kit solar fotovoltaico está compuesto por los distintos componentes que hemos visto antes: panel solar, batería, regulador de carga e inversor. Son fáciles de instalar y requieren de poco mantenimiento. Por ejemplo, donde no exista conexión a la red eléctrica, como en las zonas rurales, es de gran utilidad. Además, si fuera necesario aumentar la potencia, solo necesitaríamos instalar más paneles fotovoltaicos. Además, la vida útil de los kits solares fotovoltaicos es muy larga.

Mantenimiento de una instalación solar fotovoltaica

En lo que respecta al mantenimiento, para evitar el deterioro de la instalación, es recomendable realizar un buen mantenimiento. Y es que aspectos como los agentes externos, las variaciones de temperatura, la polución o suciedad son factores que afectan directamente a este tipo de instalaciones. Por eso debemos tener claro que es lo que podemos hacer para evitar esto:

  • Eliminar el polvo o suciedad acumulado en el campo fotovoltaico. Para ello utilizaremos productos no abrasivos y siguiendo siempre las recomendaciones de los fabricantes.
  • Realizar una inspección visual para detectar cualquier problema o anomalía.
  • Revisar la estructura. Ver que no haya grietas o deformaciones. Aplicar un tratamiento anticorrosivo en el caso de que la estructura sea de aluminio o acero inoxidable.
  • Revisar los componentes eléctricos.
  • Revisar el sistema de acumulación. Hablamos de las baterías, de los bornes y de los terminales de conexión. En el caso de que hiciese falta, tendremos que rellenar los electrolitos de las baterías, hasta llegar al nivel recomendado.

Si conseguimos  realizar un buen mantenimiento en las instalaciones solares fotovoltaicas obtendremos beneficios como: ahorro en el consumo, mayor vida útil de los paneles, mayor eficiencia, menor número de averías, control de bacterias, etc.