Archivos de Autor: Ana Lacasa

Joaquín Sorolla: maestro de la luz y el color en la pintura

La historia del arte tiene muchos nombres, y uno de ellos es Joaquín Sorolla, uno de los grandes de nuestra historia. Este pintor valenciano se caracteriza por sus “pinturas del Mediterráneo”, donde se une la pasión que le unía a este mar con la pasión por la pintura. Este agosto, se ha celebrado el centenario de su muerte, que tuvo lugar en Cercedilla, Madrid, el 10 de agosto de 1923 y con motivo de este aniversario se han programado decenas de exposiciones, no sólo en España (con Valencia y Madrid al frente), sino también en Dinamarca o Estados Unidos.

Este pintor dejó una marca indeleble en el mundo del arte a través de su habilidad para capturar la luminosidad y el color en sus obras. Su vida y obra son un testimonio de su genialidad, y su legado sigue siendo relevante y cautivador hasta el día de hoy.

Pero vamos a recordar un poco quién fue este artista tan prolífico (se le atribuyen más de 2.000 obras) que además lograr cautivar los corazones y emociones de todo aquel que se asoma a su obra. Nació el 27 de febrero de 1863 en Valencia, España. Desde una edad temprana, mostró un innato talento para el arte, lo que llevó a sus padres a apoyar su formación artística. Estudió en la Academia de San Carlos en Valencia y más tarde en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Durante su tiempo en Madrid, Sorolla experimentó con diferentes estilos y técnicas, pero fue su fascinación por la luz y el color lo que finalmente lo definió.

Lo que más se destaca de sus obras son la capacidad de capturar la luz natural y sus efectos sobre diferentes superficies y texturas. De hecho, su enfoque meticuloso en la representación de la luz le valió el apodo de «Pintor de la Luz». Su obra trascendió las fronteras de España y se ganó el reconocimiento internacional, lo que lo llevó a exponer en las galerías más prestigiosas de Europa y América.

Asimismo, sus obras se caracterizan por su habilidad para representar la luz en diferentes momentos del día y en diversas condiciones climáticas. Su técnica suelta y enérgica aporta vitalidad y dinamismo a sus pinturas. Además, su habilidad para capturar la espontaneidad y la naturalidad en las escenas cotidianas lo convierten en un maestro del realismo y la impresión.

Entre las obras más destacadas de Sorolla se encuentra «La hora del baño», donde plasmó la luminosidad del sol en la playa y la frescura del agua sobre la piel de los bañistas. «Paseo a orillas del mar» es otra pieza maestra que resalta su habilidad para retratar el movimiento del agua y la interacción humana con la naturaleza. Sin embargo, quizás su obra más icónica sea «Visión de España», una serie monumental de paneles que capturan la diversidad y riqueza de las regiones de España.

La influencia de Sorolla se extiende mucho más allá de su tiempo. Su estilo y enfoque revolucionaron la manera en que se aborda la luz y el color en la pintura. Artistas contemporáneos y posteriores han encontrado inspiración en su habilidad para transmitir la atmósfera y la emoción a través de la paleta de colores. Su legado sigue influyendo en la pintura moderna y su nombre permanece como un faro de innovación y maestría técnica.

Por tanto, este artista siempre se recordará y se tendrá en mente cuando se hable de historia del arte, de historia de la pintura para ser más exacto. Muchos querrán hacer cosas como las que hizo él, pero su obra tan genial perdurará para siempre en nuestra memoria.

El antiguo Egipto: sus logros y su impacto en la humanidad

Cuando se habla de Egipto, del antiguo Egipto, lo primero que viene a la cabeza es la cultura ancestral que tenían, capaces de hacer obras de ingeniería tan espectaculares como las pirámides o cómo funcionaban como sociedad, que consiguió unos logros inmensos. De hecho, a día de hoy, los misterios que envuelven a la cultura egipcia siguen estando vigente y muchos son los turistas que se acercan al país y a los museos de todo el mundo para saber un poco más sobre esta civilización. 

Pero la pregunta está en quiénes eran los egipcios y cómo contribuyeron a moldear la historia que todos conocemos y el desarrollo de la humanidad actual. 

Los antiguos egipcios eran verdaderos maestros de la arquitectura. Sus imponentes pirámides, como las icónicas de Giza, son un testimonio de su genialidad constructiva. Todo el que las visita se hace la misma pregunta, cómo lograron levantar esas maravillas con enormes bloques de piedra caliza tan meticulosamente ensamblados. Está claro que fueron obras de ingenería muy importantes, utilizando a esclavos que trabajaban de sol a sol para poder transportar esos bloques de piedra. La principal teoría es que los egipcios utilizaban rampas para transportar y elevar los enormes bloques de piedra necesarios para la construcción de las pirámides. Se cree además que construían rampas de tierra o ladrillos adyacentes a la estructura, que se iban elevando a medida que avanzaba la construcción. De esta manera, los bloques podían ser arrastrados o empujados por los trabajadores a medida que subían por la rampa. 

Para levantar los bloques a grandes alturas, se utilizaban poleas, palancas y cuerdas. Estas herramientas simples pero efectivas permitían a los trabajadores elevar los bloques y colocarlos en su posición final. Se cree que la mano de obra altamente organizada y la coordinación meticulosa entre los trabajadores fueron clave para lograr estas hazañas arquitectónicas. 

Hay que recordar que los egipcios también contaban con un amplio conocimiento de geometría y matemáticas, lo que les permitía calcular las dimensiones y ángulos precisos para asegurar la estabilidad y simetría de las pirámides. También utilizaban herramientas de cobre y bronce, como cinceles y martillos, para pulir y dar forma a los bloques de piedra. 

En cuanto a los recursos, es importante destacar que tenían acceso a canteras de piedra caliza cerca del río Nilo, lo que les facilitaba el transporte de estos bloques a través de balsas o barcazas por el río. 

Pero eso no es todo. Los antiguos egipcios también nos legaron un sistema de escritura único: los jeroglíficos. Estos enigmáticos símbolos han desconcertado a investigadores durante siglos, hasta que finalmente fueron descifrados en el siglo XIX. Esta escritura, que utilizaba imágenes y símbolos para representar palabras y sonidos, fue utilizada en monumentos, papiros y tumbas. El descubrimiento y la interpretación de los jeroglíficos abrieron una ventana al pasado y permitieron a los investigadores y arqueólogos comprender mejor la cultura y la historia egipcias. 

No podemos olvidar mencionar los avances médicos y científicos de los antiguos egipcios. De hecho, eran tan avanzados que incluso hacían cirugías de cataratas y hasta trepanaciones craneales. Y es que los egipcios tenían un conocimiento considerable de anatomía humana y desarrollaron también tratamientos médicos a base de hierbas, creando además ungüentos y pomadas para el cuidado de la piel. 

Pero su genialidad no se limitaba solo a la medicina. Los antiguos egipcios también eran apasionados astrónomos. Observaban y registraban meticulosamente los movimientos de los cuerpos celestes, lo que les permitía desarrollar calendarios precisos y predecir eventos astronómicos. 

Además de su destacada arquitectura, escritura, medicina y ciencia, los antiguos egipcios dominaban el arte de la agricultura. Gracias a su ingenio, aprovechaban las inundaciones del río Nilo para crear sistemas de irrigación que les permitían cultivar tierras fértiles. Sus técnicas agrícolas avanzadas aseguraban una alimentación abundante y contribuían a su próspera sociedad.

La influencia de los antiguos egipcios en el desarrollo de la humanidad es innegable. Su legado ha trascendido el tiempo y sigue inspirándonos en la actualidad. Desde su sistema político y social hasta su enfoque en la educación y la preservación del conocimiento, su impacto es tangible en nuestra forma de vida actual. 

De hecho, los antiguos egipcios sentaron las bases para numerosos avances posteriores en la arquitectura, la escritura, la medicina, la ciencia y la agricultura. Sus logros han dejado una huella perdurable en la civilización occidental y continúan despertando admiración y curiosidad en todo el mundo.

La historia de los antiguos egipcios es una historia de ingenio humano, perseverancia y un deseo insaciable de explorar y comprender el mundo que los rodeaba. Su legado cultural y científico es una fuente inagotable de inspiración y nos recuerda la capacidad de la humanidad para lograr grandes hazañas a lo largo de la historia.

Sobre Egipto, nada mejor para conocer el origen de esta civilización que leer ‘País de Kemet. Aproximación a la civilización y la historia del antiguo Egipto‘, obra publicada por Editorial CEF.- de la mano del profesor del Grado en Historia de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, Jesús Alberto Arenas.

Desarrollan un nanomaterial de carbono para proteger monumentos de las inclemencias del tiempo

La conservación de monumentos cuando están a la intemperie no parece una tarea fácil, ya que están expuestos a las inclemencias del tiempo. Pues bien, un equipo de científicos ha desarrollado un recubrimiento a base de óxido de grafeno que será capaz de proteger superficies pétreas, como la de la Catedral de León, de estas condiciones climáticas extremas.

El equipo de científicos, formado por miembros del Instituto de Carboquímica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de León, ha desarrollado un procedimiento de recubrimiento barato, permanente y a gran escala con un nanomaterial, el óxido de grafeno, para proteger del deterioro la piedra dolomítica, compuesta por carbonato de calcio y magnesio de la catedral de León.

De acuerdo con los resultados de esta investigación científica, que se ha publicado en Advance Materials Technologies, este nanomaterial serían muy efectivo para frenar la erosión que sufre el monumento, incluso en condiciones meteorológicas extremas. 

Hay que recordar que la piedra usada para la construcción de la catedral de León, la piedra caliza y dolomía, se han empleado en multitud de monumentos y esculturas, como el Coliseo de Roma, en Italia, la catedral de Notre Dame, en Francia, o la Gran Pirámide de Giza, en Egipto. 

Pese a que estos monumentos han perdurado durante siglos de historia, la piedra utilizada es un material muy vulnerable a la contaminación, la lluvia y las temperaturas, un problema que se está viendo agravado por el cambio climático y que afecta especialmente a la catedral de León, debido al clima extremo de la zona.

José Miguel González, investigador principal del proyecto en el Instituto de Carboquímica (ICB), ha señalado en un comunicado que “esta podría ser la solución definitiva a este desgaste por la erosión al que se enfrentan estos monumentos”.

Este investigador ha resaltado que los últimos resultados que se han obtenido “han demostrado que el procedimiento protege incluso mejor de lo que creíamos inicialmente”. Ha añadido además que “al depositar el nanomaterial con un spray en una muestra de la piedra y someterla a los ensayos hemos visto que el recubrimiento llega a reducir drásticamente la erosión y se mantiene fuertemente unido a la piedra, sin cambiar su estética original”.

Los investigadores han desarrollado una metodología determinada para llegar a estas conclusiones. En concreto, se ha sometido a la piedra tratada a simulaciones que recreaban 20 años de lluvias intensas y cambios de temperatura abruptos, de entre 18 grados bajo cero a 35 grados, en intervalos de media hora con el objetivo de llevar al extremo la capacidad del recubrimiento, con resultados excelentes. 

González ha explicado que la conservación del patrimonio es todo un reto debido a la falta de recubrimientos adecuados, ya que algunos no valen ni tampoco duran más de un par de años. Eso sí, con el óxido de grafeno la cosa cambia, ya que cuenta con la particularidad de tener un color muy parecido al de la piedra caliza y dolomítica. 

Así, ha insistido en que “si pones la cantidad adecuada no se percibe al ojo, y es hidrófilo, por lo que protege del agua y de los microorganismos”. 

Del mismo modo, ha destacado que “la química superficial del óxido de grafeno permite una fuerte interacción con la piedra, lo que hace que se quede pegado a ella pase lo que pase”.

El óxido de grafeno es el derivado del grafeno más químicamente versátil y comercialmente asequible. Desde el grupo de nanoestructuras de carbono y nanotecnología del IBC-CSIC lleva muchos años trabajando con él. De hecho, González ha resaltado que “es muy interesante porque es más barato y más fácil de producir en grandes cantidades que otras variantes del grafeno”.

Los investigadores quieren que la aplicación de estos materiales también se pueda hacer en el patrimonio del mañana, para así protegerlo para el futuro.

De historia del arte forma en el Grado en Historia la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA.

El Barroco: una era de grandiosidad artística y expansión cultural

Hablar de Barroco es hablar de complejidad, de extravagancia, de sofistificación, de dramatismo, de ornamentación y ostentación. Este periodo, que floreció en Europa durante los siglos XVII y XVIII se caracterizó precisamente por eso, y causó todo un revuelo en la época, ya que los artistas rompieron algunas reglas que estaban escritas y pusieron mucho de sí mismos, expresando parte de su psicología en cuadros, esculturas y también arquitectura. La influencia del Barroco se extendió más allá del arte y abarcó la cultura y la ciencia, dejando un legado duradero en numerosas disciplinas.

El Barroco tuvo un profundo impacto en la cultura europea de la época. En el ámbito de la literatura, hay que hablar de dos genios, uno español y uno inglés, cuyas obras han dado la vuelta al mundo, han sido traducidas a decenas de idiomas y han servido como fuente para hacer películas o incluso obras de teatro o de ballet. Estamos hablando de dos genios que compartieron fecha de muerte, 1616: Cervantes y Shakespeare.

El primero, español y apodado el Manco de Lepanto, escribió una de las obras más importantes de la literatura mundial, Don Quijote de la Mancha, la historia de un hombre que, obsesionado con las novelas de caballería decide emprender aventuras a pesar de su edad en la piel de un personaje imaginario, Don Quijote, que debe lidiar entre la realidad y la fantasía que se imagina en muchas de sus aventuras. En su segunda salida del pueblo, tras volver totalmente derrotado por los infortunios que le deparó su primera salida, se le une su fiel escudero, Sancho Panza, que se convierte en el polo opuesto de su amo y señor y que adquiere una relevancia muy importante en toda la obra. 

El otro genio que convivió en tiempo, pero no en espacio físico, ya que era de Inglaterra, fue William Shakespeare, que con su drama Hamlet, ofrece una complejidad psicológica del personaje que no se había visto hasta entonces en la literatura. El personaje de esta obra, conocido por su emblemático monólogo de “ser o no ser, esa es la cuestión”, introduce a los espectadores en la condición humana, sus miedos, anhelos y pasiones, reflejando la visión trágica y pesimista que había en la época.

En el campo de la pintura, artistas renombrados como Caravaggio, Rembrandt y Velázquez destacaron por su dominio técnico y su habilidad para plasmar la intensidad emocional en sus obras. La utilización de contrastes de luz y sombra, conocido como «claroscuro», añadía un dramatismo único a sus pinturas. Obras emblemáticas como «El rapto de Europa» de Rembrandt y «Las Meninas» de Velázquez son ejemplos icónicos del estilo barroco y su capacidad para capturar la complejidad de la realidad. De hecho, el juego de perspectivas de la obra de Velázquez es impecable y con ella cuenta una historia que guarda incluso algún que otro secreto.

La influencia del Barroco se extendió también al ámbito de la arquitectura. La Basílica de San Pedro en el Vaticano, diseñada por Gian Lorenzo Bernini, es uno de los ejemplos más notables de la grandiosidad barroca. Sus formas sinuosas, la abundancia de detalles decorativos y la utilización del espacio para crear efectos teatrales cautivaron a los espectadores de la época y siguen siendo admirados en la actualidad.

El Barroco no se limitó al ámbito artístico, sino que también influyó en la ciencia y el pensamiento. Durante este período, se produjeron avances significativos en disciplinas como la astronomía, la física y las matemáticas. El científico y filósofo René Descartes, con su obra «Discurso del método», sentó las bases del racionalismo moderno y promovió la idea de un universo regido por leyes matemáticas.

Se trata de un periodo que fue todo un referente para movimientos posteriores. De hecho, en la literatura española, Góngora, uno de los escritores más importantes de la época, resurgió del olvido gracias a la labor de los poetas y escritores de la Generación del 27, que sintieron veneración por este escritor y que les sirvió de inspiración para sus poemas. 

Por todo ello, se puede decir que el Barroco es un movimiento que fue clave en el desarrollo de la historia contemporánea y que incluso hoy en día se sigue sintiendo y viviendo gracias a las aportaciones que todos estos artistas, escritores y divulgadores hicieron en su día.

Sobre historia del arte se forma en la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, por medio de su Grado en Historia.

¿Qué fue el Renacimiento y cómo influyó en la cultura, la ciencia y el arte?

Al hablar de arte, de literatura y de cultura, el periodo del Renacimiento viene a la cabeza. Fue un momento en el que la cultura estaba en boca de todos, había mecenas que protegían a los artistas que, además, podían desarrollar su creatividad y cambiaron las formas de ver el mundo. Tuvo lugar entre el siglo XIV y el siglo XVII y se caracterizó por ser una época de profundos cambios en la cultura, la ciencia y el arte que sentaron las bases de la modernidad.

Sus orígenes hay que situarlos en Italia, concretamente en la ciudad de Florencia, en el siglo XIV. Fue un movimiento cultural que buscaba recuperar la cultura clásica greco-romana que se había perdido en la Edad Media. Como todos los movimientos artísticos y culturales, en ese movimiento pendular que los caracteriza, volvían al pasado para inspirarse pero mejorándolo. Los humanistas del Renacimiento estudiaban los textos clásicos en su idioma original y los interpretaban de forma crítica, buscando una comprensión más profunda de la naturaleza humana y del mundo.

El Renacimiento tuvo una gran influencia en la ciencia. Los científicos de la época se basaron en la observación y la experimentación para entender el mundo, en contraposición a la teología y la filosofía que predominaban en la Edad Media. Galileo Galilei, por ejemplo, usó el telescopio para observar los cuerpos celestes y demostró que la Tierra no era el centro del universo, lo que desafió la teoría de la Iglesia.

Este movimiento también tuvo una gran influencia en el arte. Los artistas renacentistas se inspiraron en la antigua Grecia y Roma para crear obras de arte que mostraran la belleza ideal y la perfección del cuerpo humano. El escultor Miguel Ángel, por ejemplo, creó la famosa estatua de David que representa la figura masculina en su forma más idealizada. Este artista, que ha dejado una impronta muy importante en el arte a nivel mundial, se encargó de estudiar la anatomía humana y con un cincel y un martillo logró reproducirla de manera muy exacta en esta obra, así como en otras como La Piedad o El Moisés.

La arquitectura renacentista también reflejó la búsqueda de la perfección y la simetría. La cúpula de la Basílica de San Pedro en Roma, diseñada por el arquitecto renacentista Miguel Ángel, es un ejemplo de la belleza y la complejidad técnica de la arquitectura de la época. Este artista era el perfecto hombre renacentista, ya que tenía conocimientos de todos los saberes y artes, lo que le llevó a tener fama mundial.

La influencia del Renacimiento también se extendió a la literatura. Los escritores renacentistas, como William Shakespeare en Inglaterra, crearon obras literarias que reflejaban la complejidad y la riqueza del ser humano. Sus personajes eran más realistas y complejos que los de la Edad Media, lo que reflejaba la creciente importancia de la individualidad y la conciencia personal.

El Renacimiento español también es digno de mención, tanto es así que se conoció como el Siglo de Oro de la literatura. Entre ellos podemos encontrar a Lope de Vega, uno de los escritores más prolíficos de la literatura española ya que escribió más de 1.500 obras, todas ellas con notable éxito. Es considerado uno de los mejores dramaturgos de la historia del teatro español y una de sus obras más famosa es Fuenteovejuna, una obra que critica la opresión y la injusticia social y de la que se recuerda su famosa “Fuenteovejuna, todos a una”.

Tampoco hay que olvidar la labor que hizo Quevedo, escritor, poeta y político español cuyas obras se caracterizan por su estilo satírico y mordaz, en el que criticaba la corrupción y la decadencia de la sociedad de la época. A él debemos poemas satíricos como el de “Érase una vez un hombre a una nariz pegado”.

El Renacimiento, por tanto, es uno de los periodos más importantes culturalmente hablando de la historia de la humanidad. Fue un momento en el que se confluyeron muchos artistas, escultores, arquitectos y escritores que mostraron su genio que aún hoy está ejerciendo una gran influencia entre los artistas.  La belleza, la perfección y la simetría eran valores importantes para los artistas y arquitectos renacentistas, y sus obras todavía se consideran algunas de las más importantes de la historia del arte, una disciplina en la que el interesado puede formarse en la Universidad UDIMA.