«Sólo con buena formación los jóvenes seremos libres» y la Formación Profesional (FP) es una formación «real, pegada al terreno». Y además, ligada a sectores «de referencia» como el vinícola. Algo que en Aranda de Duero (Burgos), conocen bien. Desde allí la presidenta de las Nuevas Generaciones del Partido Popular, Beatriz Fanjul, abría este viernes la jornada de reflexión sobre este camino formativo tan necesario. Una sesión online de debate organizada por el Colegio San Gabriel en la región, en colaboración con la Universidad UDIMA.

Al acto acudió también la alcaldesa de la localidad burgalesa, Raquel González, quien ya avanzó la buena aceptación que tiene la FP en la región y el municipio. Concretamente, algunos de los 29 ciclos formativos tienen una inserción laboral de entre el «84% y el 100%» para sus alumnos. Fanjul también se acordó de los alumnos de la UDIMA, a quienes recordó que sólo ellos son «dueños de su futuro» y que sólo lo lograrán con «esfuerzo y mérito».

El debate planteó algunas de las claves de la Formación Profesional y su aplicación en los territorios rurales. Cómo incentivarlo en los jóvenes desde la Administración, cómo puede ayudar a la despoblación rural o las ventajas del nuevo modelo y la FP Dual, entre otros. En ello se centraron José Antonio Antón (director provincial de Educación), José Enrique García (director gerente de Gabrielistas Aranda) y Ángel Ibáñez (consejero de presidencia de la Junta de Castilla y León).

Opción «ágil» y de futuro

Lo principal es que las nuevas generaciones del entorno rural vean esta opción formativa como la «primera opción». Para ello hay que asegurarse de que todos los implicados conozcan bien la oferta global que hay en la región en materia de FP, defendían Antón e Ibáñez. Hacer que sea «una oportunidad más que una exigencia» y convencer a las familias del cambio de paradigma: es una vía adaptada a las necesidades del sistema productivo.

Si se hace así, está demostrado que «genera más oportunidades», la «seguridad» de conseguir un empleo, y desarrollar un proyecto personal vinculado al mismo, abundaba Ibáñez. Y si tenemos en cuenta que muchos de los empleos de los jóvenes estudiantes de hoy, todavía no existen, la capacidad de adaptación de la FP es muy útil. Además, apunta García, «es más fácil montar un grado superior en ciudades intermedias que uno universitario».

La nueva ley es «mucho más flexible», y establecer los certificados se ha vuelto más sencillo y ágil. Ahí es donde se debe avanzar, según Antón. Y tampoco obviar los centros privados, con los que la Administración debe plantear conciertos educativos especializados, para que los jóvenes puedan acceder de forma rápida al empleo. «Y con muy buenas condiciones y salario además», apostilló. La FP es «fundamental» contra la despoblación.

Si no se ha visto así siempre, es por «falta de liderazgo político», arguyó García, quien acusaba el exceso de protagonismo de la tecnocracia, que aplicó una estrategia errónea: «¿Ahora quién se atreve a cuestionar la rentabilidad de una escuela con tres alumnos?», defendió. Además de asegurar inserción laboral total, la FP generará un talento que servirá no sólo para no deslocalizar empresas, sino para atraer «nuevas iniciativas».

Nuevos modelos; FP Dual

«Las cifras son contundentes», recapituló Ibáñez: el 85% de alumnos de FP tiene trabajo asegurado en su provincia. Y 9 de cada 10 en su comunidad. El consejero de Castilla y León abogó por «dar un paso adelante» y potenciar una política fiscal favorable para empresarios y autónomos. Se trata de crear «un ecosistema de impuestos más bajos y mejor formación, vinculado al valor del medio rural, frente a los parámetros de técnicos».

Además, el nuevo modelo de cinco grados ascendentes hace este sistema formativo más «flexible, más inmediato» para satisfacer las necesidades del tejido empresarial, comentó Antón. La idea es que la FP, una vez se tiene clara la «vocación», sea una alternativa real a grado universitario. O ni siquiera una alternativa, sino un «complemento». Así lo ven García e Ibáñez, recordando que se puede hacer FP para luego pasar a la universidad.

Eso, sin olvidar que la Formación Profesional, y en especial la FP Dual, tiene una bondad especialmente reseñable: su nivel de conocimientos prácticos. Habilidades «transversales» que se adquieren tanto en el centro formativo como en las empresas, y que van desde el trabajo en equipo a la toma de decisiones, jerarquías…

El nuevo modelo flexibiliza aspectos como las condiciones para establecer centros formativos (donde García ve un «guiño» al medio rural). Aunque también habrá que ver qué capacidad tienen estos territorios para adaptarse a esa refundición, advirtió Ibáñez. Sobre todo allí donde más impacta la despoblación. Hay que «fomentar la vocación», subrayó, pues la inserción laboral ya no garantiza el lleno del curso.

Pero claro, en muchos casos los alumnos «prefieren más la bata que el buzo de trabajo» y no ven que un profesional de fontanería o un albañil pueden tener mejor calidad de vida e ingresos que en muchos otros casos… Pero es muy importante lograr buenos formadores y buenos profesionales, «porque sino los tendremos que importar».