La seguridad en el trabajo, y de ahí las simpatías que cosecha en todas las generaciones la oposición a funcionario público, es una de las mayores preocupaciones de los empleados. Pero eso podría cambiar si se consolidan las tendencias que apuntan al interés creciente de los más jóvenes por tener una buena vida sin estar tan estrechamente ligada al trabajo como la de sus predecesores.

En este nuevo escenario, la figura del freelance empieza a jugar un rol a tener en cuenta. Según un estudio realizado por la plataforma Shakers, del que informa en un comunicado, a su red de más de 2.500 trabajadores freelance, el 95% valora sentirse alineado con el proyecto antes de trabajar en él y de este porcentaje, el 72% confirma que no trabajaría en un proyecto que no encaje en sus valores.

A eso se suma el precio, porque, como se verá, no cobra menos el freelance que el trabajo por cuenta ajena. Es más, este último cobra menos, aunque se sienta, en apariencia, más seguro en su puesto.

Porque sí, la mayoría de perfiles freelance tienen una remuneración superior al salario medio en una empresa por el mismo puesto. Pueden llegar a percibir hasta un 50% más de lo que percibirían trabajando por cuenta ajena.

Prosigue el estudio: el 84% estaría dispuesto a trabajar con empresas más grandes si estas trabajasen con profesionales freelance. También que los freelance valoran la movilidad geográfica y, de media, pasan al menos un mes fuera de su localidad habitual de residencia trabajando.

La mayoría tiene experiencia previa en empresas, con una media de 5 años. Así que emprenden su aventura profesional en solitario habiendo probado lo que es el trabajo por cuenta ajena.

Los perfiles más repetidos como freelance trabajan los sectores de diseño y creatividad (diseñadores UX/UI, gráficos), marketing digital (growth hackers, especialistas paid media, CRM, SEO, SEM, community manager), desarrolladores web y profesionales del Data (programadores back, front, full stack, data analyst, consultoría digital, project management, tecnologías inmersivas (AR, VR, XR), comunicación y consultoría de negocio, entre otros.

La conciliación es una preocupación para muchos. Mujeres y hombres con hijos en edades tempranas, fanáticos deportistas o emprendedores noveles encuentran en este modelo laboral una forma de trabajar qué les permite compaginar y conciliar su vida personal o hobbies con su profesión.

Por otro lado, de acuerdo con este estudio, crece la preferencia por las ciudades medianas como lugar de residencia. Aunque Madrid y Barcelona siguen siendo el foco de concentración de profesionales digitales, desde la pandemia han tomado mayor relevancia ciudades medianas con buen clima y precio medio como Málaga, Valencia o Sevilla, qué están recibiendo a cada vez más nómadas digitales. También en las islas Canarias o Ibiza.

El 92% de los profesionales autónomos se siente satisfecho con su trabajo y con el impacto que tiene. Típicamente trabajan en proyectos que consideran que tienen un impacto positivo, pudiendo elegir los proyectos con los que se involucran.

Y a la hora de conseguir los proyectos, estos se valen de las recomendaciones de otros clientes o los obtienen gracias a su pertenencia o afiliación a una comunidad. Un 95% cree que es útil formar parte de una comunidad.

Para cerrar, los contras: Entre los problemas más repetidos está la falta de estabilidad. De media, los proyectos freelance duran entre 3 y 6 meses, y aunque el índice de recurrencia es alto, no está asegurado. La captación de nuevos clientes puede quitar tiempo ejecutor y los pagos pueden ser irregulares. Es el precio de ¿la libertad?