Para no pocos candidatos a un empleo la entrevista personal que suele concertarse con el responsable de Recursos Humanos o con el que luego sería su responsable directo en la empresa supone uno de los momentos emocionalmente más delicados. Los nervios parecen apoderarse del solicitante de empleo, sin solución de continuidad.

Desde luego, hay que mantener cierta tensión, antes, durante y hasta puede que incluso en tanto que esperamos la respuesta sobre nuestra candidatura. Desde luego lo que no ha de hacerse, bajo ningún concepto, es acudir a una entrevista de trabajo como quien queda a tomar algo en el bar. La entrevista personal de trabajo es en muchas empresas la herramienta definitiva que hace decantarse por una u otra persona.

Ahí radica, precisamente, su importancia y la necesidad, en paralelo, de afrontarla en las mejores condiciones posible para hacer que lo que creemos que será una tortura suponga al final una experiencia positiva. Ya no importa que nos elijan. El candidato habrá obtenido una experiencia que le será más que útil de cara a la siguiente entrevista a la que, seguro, le convocarán en otra empresa.

Si se nos permite, siguiendo el modelo actual de que la ‘experiencia de cliente’ es lo que importa, también lo debe ser la ‘experiencia del candidato’. Lo dicho, nervios, los justos, aquellos que nos mantendrán en la alerta adecuada para responder a cuantas preguntas se nos formulen.

Pero como cada uno lo vive de una manera, al menos conozcamos algunas claves genéricas que, con toda probabilidad, servirán a casi todos.

Hay que comprender el proceso de la entrevista de trabajo. Una entrevista de trabajo suele consistir en una conversación entre uno y un posible empleador para determinar si es adecuado para el puesto. Los empleadores le harán preguntas sobre su experiencia, sus aptitudes y sus cualificaciones para determinar si tiene lo que hace falta para tener éxito en el puesto.

Es importante tener en cuenta que las entrevistas de trabajo pueden ser telefónicas, en vídeo o en persona. Cada tipo de entrevista plantea sus propios retos, por lo que es importante prepararse adecuadamente.

Convertirse en el candidato ideal. El candidato ideal es alguien que no sólo tiene las aptitudes y cualificaciones necesarias, sino que además encaja bien en la cultura de la empresa. He aquí algunos consejos sobre cómo convertirse en el candidato ideal:

Investigar la empresa

Antes de la entrevista, hay que investigar la empresa para conocer sus valores, su misión y su cultura. Esta información ayuda a adaptar las respuestas a las necesidades de la empresa y demostrar que uno encaja con ella.

Destacar las aptitudes y cualificaciones

Durante la entrevista, hay que asegurarse de destacar las aptitudes y cualificaciones. Utilizar ejemplos concretos para demostrar cómo uno ha utilizado sus habilidades en el pasado y cómo serán beneficiosas en el nuevo puesto.

Mostrar entusiasmo

Los empresarios quieren contratar a alguien que sienta entusiasmo por el trabajo y la empresa. Hay que demostrar entusiasmo haciendo preguntas atentas y expresando interés por el puesto.

Ser agradable

Aunque es importante ser profesional durante una entrevista de trabajo, también lo es ser agradable. Sonreír, establecer contacto visual y demostrar que uno es una persona amable y accesible.

Pero ¿Cómo mostrar lo mejor de cada uno? He aquí algunos consejos de los expertos:

Practicar las respuestas

Respuestas a las preguntas más habituales de la entrevista con un amigo o familiar. Esto ayudará a adquirir más seguridad durante la entrevista.

Utilice el método STAR

Cuando se responda a preguntas sobre comportamiento, úsese el método STAR, que consiste en describir la Situación, la Tarea, la Acción y el Resultado de un escenario específico para demostrar cada uno su capacidad de resolución de problemas.

Vestirse de forma profesional

El objetivo no es otro que demostrar que uno se toma en serio la entrevista. Hay que asegurarse de que la ropa está limpia, planchada y le queda bien a uno.

Ser puntual

Llegar a tiempo o unos minutos antes para demostrar que uno es puntual y fiable. Muchos candidatos no se toman esta premisa en serio.

Llevar copias del currículum

Y de cualquier otro documento pertinente como referencia tanto para uno como para el empleador.

Pero aún no sabemos contestar a la primera gran pregunta que formulamos al principio ¿Cómo templar los nervios? He aquí algunos consejos:

Prepararse con antelación

Investigando sobre la empresa y practicando sus respuestas. Esto ayudará a que uno se sienta más seguro y menos nervioso.

Respirar hondo

Si uno empieza a sentirte nervioso durante la entrevista, lo suyo será respirar hondo para calmarse. Concentrarse en la respiración e intentar relajar los músculos.

Visualizar el éxito

Hay que visualizarse triunfando en la entrevista, lo que no significa ‘ir de sobrado’. Lo excesos se pagan, en todos los ámbitos de la vida. Hay que imaginarse respondiendo a las preguntas con seguridad e impresionando al empleador con sus habilidades y cualificaciones.

Recordar el valor de uno

Uno tiene un valor que ofrecer a la empresa. El empleador le ha invitado a la entrevista porque cree que uno tiene potencial para triunfar en el puesto. Hay que tener eso en cuenta e intentar ser positivo.