¿Existe relación entre el cambio climático y el turismo?

La respuesta parece más que evidente. La industria del turismo, entre otras actividades, se caracteriza por los viajes, la mayor parte de estos son aéreos, con las consiguientes emisiones de Co2. Si no que se lo pregunten a la joven activista Greta Thunberg, que viajó en barco hasta Lisboa por el océano Atlántico, para evitar la emisión de los gases contaminantes del transporte aéreo en su trayecto hasta Madrid.

Por lo tanto, turismo y cambio climático son una pareja condenada a vivir de manera conjunta. Por otro lado, el turismo en ciertos lugares también está acabando con la naturaleza y/o la fauna y vegetación propias de áreas vírgenes. Así pues, el turismo necesita ser sostenible, apostar por los recursos e intentar minimizar cualquier acción humana sobre el territorio.

Pero, ¿qué es el turismo sostenible? ¿Existe el turismo “no sostenible?

Según la Organización Mundial del Turismo, se entiende por turismo sostenible aquel que «tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”. Es decir, la base del cualquier actividad o desarrollo turístico deberá ser la sostenibilidad. El turismo masivo afecta a los territorios de manera directa. Un claro ejemplo es la situación actual de la famosa Venecia y los últimos acontecimientos derivados de los aumentos de las mareas.

¿Se cumplen los objetivos de desarrollo sostenible establecidos por la ONU?

En septiembre de 2015 las Naciones Unidas establecieron los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) dentro de la Agenda 2030. El objetivo era poner fin a la pobreza, garantizar la prosperidad para todos y proteger el planeta. Objetivos ambiciosos y seguramente bastante utópicos por las dimensiones de los mismos. España, por su parte, con su apuesta hacia los destinos turísticos inteligentes establece como uno de sus ejes principales la sostenibilidad. Por lo que permite a los destinos medir qué factores impactan negativamente en el medio.

Esta métrica permite ordenar, categorizar y, en resumen, tomar medidas para aminorar estos efectos negativos de la sostenibilidad. España es el segundo país mundial en número de llegadas de turistas y en cuanto al gasto de los mismos. Además, según el Foro Económico Mundial es el país más competitivo a nivel mundial. Por lo que el crecimiento deberá ser responsable, ético y sostenible.

Hacía un modelo de desarrollo sostenible

En el panel presentación en la #COP25 “Hacía un modelo de turismo sostenible”, la Secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver indicó que “la sostenibilidad no es sólo un imperativo moral, es una necesidad que el Gobierno asume como prioridad. Por eso hemos alineado la política turística en este concepto”. Con una Cumbre con más de 20.000 asistentes España se ha convertido durante unos días en el centro de las miradas de la sostenibilidad.

Así pues, es tiempo de actuar.