Viajar en verano tiene sus inconvenientes. Uno de ellos es el calor. Y es que en los últimos tiempos, no solo España sino prácticamente toda Europa e incluso el mundo está sufriendo un desajuste de las temperaturas debido a las frecuentes olas de calor que se están dando durante el verano. Tanto es así, que el turismo también se ha visto resentido y los hábitos de consumo en el sector turístico están sufriendo cambios. De hecho, siete de cada diez viajeros tendrán en cuenta el calor a la hora de planificar sus viajes.

Así lo afirma un estudio realizado por Passport Photo Online titulado “Viajar sin derretirse: cómo afecta al turismo la nueva realidad climática (2023)” en donde se ha encuestado a más de un millar de personas sobre cómo les han afectado las olas de calor a la hora de planificar sus viajes.

Este estudio revela que un 94 por ciento de los viajeros ha notado un cambio en la frecuencia o intensidad de las olas de calor en los últimos años. Y no es de extrañar, ya que solo en el verano de 2023 en España se han registrado más de 500 récords de temperatura. Pero no se ha quedado solo en este país, sino que toda Europa se ha visto afectada por estos cambios bruscos de temperatura. En concreto, Italia también ha sufrido alertas por condiciones climáticas extremas. En el ámbito internacional se puede ver que en el evento mundial de Scout Jamboree celebrado en Corea del Sur se produjeron más de 125 hospitalizaciones a causa del calor.

Los expertos aseguran que este intenso calor no es una anomalía sino un adelanto de lo que nos espera. Y eso se va a dejar ver en la forma de consumo del turismo. Según el informe, más del 77 por ciento de los viajeros tendrán en cuenta el calor a la hora de planificar sus viajes. 

De hecho, la Comisión Europea de Viajes (ETC) afirma que los planes de viajes al Mediterráneo entre junio y noviembre ya han bajado un diez por ciento en comparación con el año pasado. 

Además, países con climas más suaves, como República Checa, Dinamarca, Irlanda y Bulgaria están experimentando un aumento de turistas.

Todo parece indicar que los viajeros estarán más interesados en ir a lugares con climas más agradables durante el verano.

Pero el calor también ha modificado la manera en que se organizan los viajes durante estas olas de calor. El 27,15 por ciento de los encuestados deciden reorganizar los horarios diarios para adaptarse mejor a estas situaciones de calor. Otro de los cambios es el de priorizar los alojamientos con instalaciones climatizadas (26,56 por ciento) y la elección de medios de transportes que ayuden a evitar el calor (25,84 por ciento).

El estudio también ha revelado los problemas a los que se enfrentan los viajeros durante estas olas de calor. Casi la mitad, un 48 por ciento, han visto como real el riesgo de deshidratación o de un golpe de calor, que puede arruinar la experiencia.

A eso hay que sumar las limitaciones a la hora de hacer actividades al aire libre (34 por ciento) o los problemas con el transporte (29 por ciento).

Más de la mitad de los encuestados para este informe también se han mostrado interesados en contratar un seguro de viajes que específicamente cubra problemas causados por olas de calor.

Viajar durante las olas de calor también puede conllevar problemas de salud importantes. En concreto, el 28 por ciento de los encuestados en este estudio ha manifestado tener dolores de cabeza debido a este calor. Aunque estos síntomas pueden parecer leves, pueden combinarse y derivar en afecciones más graves. De hecho, al menos un 23 por ciento de los encuestados afirmó que tuvieron que acudir a un hospital o clínica a causa de problemas relacionados con el calor.

Ahora bien, los viajeros de este estudio saben cómo mantenerse alejados de los problemas. Para ello, un 14,71 por ciento de los encuestados deciden mantenerse hidratados y evitar las bebidas alcohólicas o con cafeína para así evitar problemas con el calor. Otra de las medidas más populares entre los encuestados es permanecer en casa durante las horas puntas de calor o reprogramar las actividades, sin olvidar el protegerse del sol y llevar ropa adecuada.