La Semana Santa es un período del año en el que, tradicionalmente, se producen importantes flujos de viajeros, elevando el empleo turístico y generando importantes insumos económicos. Precisamente, la pasada Semana Santa (año 2019) trajo consigo importantes repercusiones económicas, en forma de afiliados a la Seguridad Social (trabajadores relacionados con el sector turístico). Si nos ceñimos a las cifras, podemos señalar que esta categoría profesional se incrementó más de un 3% (con respecto a la temporada anterior). Así lo ha manifestado Turespaña, en las cifras e informes publicados. De hecho, desde una perspectiva comparativa, puede decirse que el empleo vinculado al turismo y a las actividades turísticas representó (en puntos porcentuales) un 13% del montante total de trabajadores afiliados a la Seguridad Social (total de la economía española). Estos datos, nuevamente hacen alusión a la gran importancia que tiene el turismo para las cuentas nacionales.
Si descendemos a un análisis más detallado de todas estas cifras y planteamos el análisis por ramas de actividad turística, observaremos que la hostelería y las actividades relacionadas con las agencias de viaje, han tenido un peso muy importante en el sector turístico y en la actividad económica nacional (fomentando el empleo -número de afiliados a la Seguridad Social- y la actividad en general). En este sentido, si cabe señalar que los trabajadores afiliados a la Seguridad Social no han traído consigo una tendencia pareja en todas las Comunidades Autónomas. Los incrementos más importantes, o más dignos de ser señalados, habrían tenido lugar en la Comunidad Valenciana y Andalucía (dos Comunidades Autónomas con amplia tradición turística).
Un factor que viene muy ligado a todas estas cuestiones, es, precisamente, la ocupación hotelera de estos períodos, que es, además, una de las cuestiones que más preocupan al sector turístico, año tras año. Cabe recordar, en este sentido, que el turismo es una actividad claramente marcada por la estacionalidad (es decir, los picos de demanda vinculados a determinados períodos). En este sentido, también es preciso señalar que, en ocasiones, el empleo turístico es también de carácter estacional (y viene ligado a estos importantes picos de demanda). Es por ello por lo que es preciso trabajar siempre en dirección a generar empleos estables y de calidad.
Cada vez en mayor medida se está poniendo en realce muchas tipologías turísticas que no están sometidas a la estacionalidad, como podría ser, por ejemplo, el turismo de salud y reposo (entre otros). Esta clase de turismo hace que las llegadas de visitantes y turistas se produzcan de manera estable durante todas las épocas del año, favoreciendo un empleo turístico sostenido y de calidad.
Como se señalaba en líneas anteriores, lo más importante es que se fomente el empleo turístico de calidad y sostenido en el tiempo. Para ello, resulta necesario fomentar todas las tipologías turísticas. Precisamente, solucionar la estacionalidad turística ha sido uno de los desvelos del sector, promoviendo actividades que permitiesen flujos de demanda sostenidos a lo largo de todos los meses del año, es decir, de toda la temporada.