La República Dominicana es un tesoro en el corazón del Caribe y su relevancia es tal que representa un destino de ensueño para los amantes de la playa, la cultura vibrante y la belleza natural.
Este país, ubicado en la isla de La Española, ofrece una experiencia de viaje única que combina historia, tradición, y unas playas de aguas cristalinas. En esta guía de viajes, te llevaremos a un recorrido por esta joya caribeña, compartiendo curiosidades fascinantes, lugares imperdibles y recomendaciones para hacer de tu visita una experiencia inolvidable.
Tal es así que La industria hotelera es el motor de la economía de esa nación que “aporta el 15% del PIB dominicano y genera 899.000 empleos directos e indirectos”
El béisbol es el deporte nacional, y el merengue es el ritmo que hace latir el corazón del país. Por lo que si tienes la oportunidad no dejes de disfrutar de una noche de baile al ritmo de esta contagiosa música.
Sugerimos que pruebes platos locales como el sancocho (un guiso tradicional), el mofongo y el pescado con coco, así como no olvides protector solar, repelente de insectos y ropa ligera.
Desde playas de arena blanca en Punta Cana hasta montañas cubiertas de exuberante vegetación en Jarabacoa tiene una sorprendente diversidad geográfica que invita al visitante a disfrutar del turismo de sol y playa.
Es por esa razón que «es posible hacer que el turista que llegue por Punta Cana, que se queda siete días en promedio, permanezca por 12 días, presentándole una ruta que le permita conocer el interior del país, que tiene múltiples bondades. Que conozcan la gastronomía, la cultura y al pueblo de este país”.
¿Qué lugares visitar?
- Punta Cana: Con sus resorts de lujo, playas de ensueño y deportes acuáticos es un paraíso caribeño que no puedes perderte.
- Santo Domingo: Una oportunidad única para que explores la capital y su casco antiguo, la Zona Colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
- Parque Nacional Los Haitises: Descubre este parque nacional con sus impresionantes formaciones de manglares y cuevas llenas de pictogramas taínos.