Numerosas son las modalidades turísticas que han ido surgiendo en las últimas décadas y, entre ellas encontramos el Turismo Responsable. El concepto surgió en 1992, tras la celebración de la llamada «Cumbre de la Tierra» en Río de Janeiro (Conferencia de las Naciones Unidas del Medio Ambiente y Desarrollo), donde se comprendió que el desarrollo de un territorio pasaba por el respeto al medio ambiente y su preservación . Sobre esta premisa, la Organización Mundial del Turismo comenzó a trabajar en la línea del llamado turismo sostenible, que definió como «un modelo de desarrollo económico concebido para mejorar la calidad de vida de la comunidad receptora, facilitar al visitante una experiencia de alta calidad y mantener la calidad del medio ambiente del que tanto la comunidad anfitriona como los visitantes dependen» . Se trata de una modalidad, por tanto, en la que se busca que el turista a través de una experiencia única, establezca relaciones solidarias e interculturales con la población local de áreas desfavorecidas.

Este tipo de turismo consciente y responsable tiene como objetivos principales:

  • Mantener la calidad del medio ambiente, que afecta tanto a la calidad de las vacaciones del visitante como a la calidad de vida de la población local.
  • Ayudar a la preservación del patrimonio histórico y cultural.
  • Proporcionar al visitante experiencias enriquecedoras de gran calidad.
  • Incorporar una planificación que asegure un desarrollo turístico adecuado a la capacidad de carga del ecosistema.
  • Controlar y valorar los impactos provocados por el turismo, y contrarrestar sus efectos negativos.
  • Generar empleo local de manera directa en el sector turístico y en el sector servicios y estimular la rentabilidad de las industrias domésticas locales.
  • Diversificar la economía local, particularmente en áreas rurales donde el empleo agrario puede ser esporádico o insuficiente.
  • Procurar el entendimiento y la toma de decisiones entre todos los colectivos sociales para la coexistencia del turismo con otros recursos.
  • Estimular la mejora de los transportes locales, las comunicaciones y otras infraestructuras básicas.
  • Ofertar actividades que pueden ser disfrutadas tanto por la comunidad local como por los turistas nacionales e internacionales.
  • Facilitar la comprensión de los impactos que genera el turismo en el medio natural, cultural y humano.
  • El turismo en la naturaleza anima por una parte a la recuperación de usos agrarios en tierras marginales y, por otra, favorece el mantenimiento de la vegetación natural en grandes áreas.
  • El turismo cultural mejora la autoestima de la población local y la revalorización de su entorno y de sus características culturales, y ofrece la oportunidad para una mayor comunicación y entendimiento entre personas de distintas procedencias.
  • El turismo ambientalmente sostenible demuestra la importancia de los recursos naturales y culturales para el bienestar económico y social de la comunidad local, y cómo puede ayudar a preservarlos.
Fuente: AFAIJ

Fuente: AFAIJ

El cumplimiento de éstos requiere de grandes esfuerzos en materia de planificación y gestión, no sólo territorial y social, si no también turística. Tarea ardua, si tenemos en cuenta que la mayor parte de las iniciativas se desarrollan en áreas desfavorecidas, dónde aspectos tan vitales como la alimentación no siempre están asegurados. A este respecto, la labor que están desarrollando las Organizaciones No Gubernamentales (ONG’S) es de suma importancia, pues a través de numerosos programas de turismo solidario están consiguiendo que pequeñas sociedades locales subsistan.

Un ejemplo de estas iniciativas es Solidáfrica 2011, organizada por AFAIJ, con destino Mozambique. «Un viaje con el que se  pretende sensibilizar sobre las grandes desigualdades Norte-Sur existentes en el territorio, y a partir del cual, se emprenderan acciones perdurables de cooperación, in situ y futuras, con las personas de los lugares y proyectos visitados. El conocimiento adquirido durante el viaje deberá servir como herramienta de testimonio y arma de denuncia social. La comprensión de la realidad y la sensibilización adquieren mayor relevancia en el conocimiento de los casos concretos de comunidades y personas, conviviendo y trabajando conjuntamente con ellos».

Sin duda, el turismo no es la panacea del desarrollo en estos países más desfavorecidos, pero este tipo de proyectos solidarios, reporta importantes beneficios a la economía y sociedad local. Desde el primer mundo, se debe hacer una lectura correcta de esta modalidad turística, comprendiendo las especificidades territoriales, las riquezas culturales y respetando las sociedades locales y no pretendiendo trasladar hábitos y pautas de vida insostenibles en estos lugares.

Fuentes bibliográficas y digitales:

Asociación para la Formación y Actividades Interculturales para la Juventud (AFAIJ): Solidáfrica 2011. http://www.afaij.org/index.aspx

Casanova García, A (2004): Claves del turismo consciente y responsable. Curso Hostelería y Medio Ambiente. Dirección general de desarrollo sostenible. Xunta de Galicia.

Organización Naciones Unidas. http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/documents/docs_unced.htm

Organización Mundial del Turismo. http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/documents/docs_unced.htm