En el Puente de la Constitución 2010, muchos fueron los viajes que se truncaron debido a la «huelga» de los controladores aéreos de los aeropuertos españoles. Lo que parecía una jornada tranquila se tornó en caótica, miles de viajeros veían como sus vuelos eran cancelados, entremezcándose sentimientos de estupefacción, indignación e impotencia.
El pasado 4 de diciembre, según Eurocontrol (Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea), el tráfico aéreo español cayó un 72%, operando 1.036 vuelos, frente a los 3.704 que lo hicieron el sábado anterior en la red de aeropuertos españoles. Uno de los aeropuertos más afectados fue el de Madrid-Barajas, con una reducción del 40,7% de su actividad, de los 1.009 vuelos planificados, tan sólo despegaron 598 (Hosteltur, 2010). Esta situación ha repercutido negativamente en la dinámica turística de la ciudad, de hecho, Alberto Ruiz Galladón, Alcalde de la capital, cifró las pérdidas en más de 17 millones de € en el sector. Habrá que esperar a analizar los datos de ocupación para conocer el verdadero alcance. La Asociación Empresarial Hotelera de Madrid, tras un primer balance indicó caídas del 70% en los niveles de ocupación en los establecimientos del centro de la ciudad y de un 60% en los ubicados en la periferia. Datos preocupantes si tenemos en cuenta que la actividad turística de Madrid supone aproximadamente el 7% del PIB (Exceltur, 2008). Sin duda, esta es una pequeña muestra de una situación generalizada en toda la geografía aeroportuaria española. No muy lejana a la realidad madrileña nos encontramos con la experincia en El Prat, con una disminución de los vuelos del 34,7%, del 17,9% en Pablo Picasso de Málaga, y del 15,3% en el de Son Sant Joan de Palma de Mallorca.
Lo que es innegable es que la repercusión va más allá de los miles de afectados por la «huelga», afecta a la imagen exterior del país, el propio Secretario General de Turismo y Comercio Interior, Joan Mesquida, declaró que «la actuación de los controladores que ha cerrado el espacio aéreo español ha sido un golpe durísimo para el turismo,un sector que dada la coyuntura económica de nuestro país, estaba demostrando fortaleza y claros síntomas de recuperación tras los malos resultados de 2008 y 2009, y que con un hecho de estas características ha supuesto una «pérdida de credibilidad» a nivel internacional».
Bibliografía:
http://www.hosteltur.com/