Las vacaciones son un pozo sin fondo. Cuando se viaja, hay que gastar dinero en el alojamiento pero también en las comidas, en los restaurantes e incluso en las actividades. Ahorrar dinero en estos momentos parece todo un desafío, pero se puede hacer, siempre y cuando se haga a través de una planificación concreta y contando con una serie de estrategias de las que se hablarán en este artículo, ayudando así a mantener el presupuesto bajo control.
Según el Instituto Nacional de Estadística, el gasto medio diario de los turistas aumentó considerablemente en 2023, concretamente un 11,6 por ciento con respecto al año anterior, situándose en unos 173 euros.
Ante todo, lo primero y fundamental es establecer un presupuesto claro y realista antes de emprender el viaje. Así hay que saber cuánto se puede gastar en alojamiento, transporte, comidas y actividades recreativas. Cuando ya se tiene claro este aspecto, es importante ceñirse a él y no dejarse llevar por las tentaciones que puedan surgir durante el viaje.
Al buscar alojamiento, conviene considerar opciones económicas como alquileres vacacionales, hostales o campings en lugar de hoteles de lujo. Además, es recomendable reservar con antelación, ya que esto puede permitir acceder a descuentos y tarifas más favorables. Eso sí, para ahorrar en este aspecto es imprescindible comparar precios en diferentes plataformas y leer opiniones de otros viajeros para así poder encontrar la opción más barata y que se adapte mejor a las necesidades del viajero, sin tener que sacrificar la calidad.
En cuanto al transporte, es conveniente evaluar todas las alternativas disponibles. Si el destino lo permite, el uso del transporte público puede ser una opción económica y sostenible. Además, en muchos lugares existen tarjetas turísticas o pases de transporte que ofrecen descuentos o acceso ilimitado a diferentes atracciones. Si se prefiere el coche, compartir los gastos de combustible y peajes con otros viajeros puede reducir considerablemente los costos.
La alimentación es otro aspecto en el que se puede ahorrar dinero durante las vacaciones. Optar por restaurantes locales en lugar de lugares turísticos suele ser más económico y brinda la oportunidad de probar la gastronomía local auténtica. Además, comprar alimentos en supermercados o mercados locales y preparar comidas sencillas en el alojamiento puede resultar mucho más económico que comer siempre fuera.
En lo que respecta a las actividades y atracciones turísticas, investigar previamente acerca de las opciones gratuitas o con precios reducidos puede ser muy beneficioso. Muchos destinos ofrecen museos gratuitos en determinados días u horarios, descuentos para estudiantes o grupos, o incluso actividades al aire libre que no implican gastos adicionales. Además, explorar los alrededores naturales y disfrutar de caminatas o paseos en bicicleta puede ser una experiencia económica y enriquecedora.
Una buena manera de ahorrar dinero durante las vacaciones es evitar las compras impulsivas. Antes de adquirir cualquier souvenir o artículo de recuerdo, es recomendable pensar detenidamente si realmente es necesario o si se puede encontrar a un precio más económico en otro lugar. Además, regatear o negociar los precios en mercados locales puede resultar una práctica común en algunos destinos y permitir obtener mejores ofertas.