Recientemente se ha publicado un interesante estudio titulado Sex beyond the genitalia: The human brain mosaic en la revista Proceedings of the National Academy Sciences que contradice la teoría de que los cerebros de los hombres y de las mujeres se pueden clasificar en dos categorías diferentes. El estudio ha sido realizado por un grupo de investigación de la Universidad de Tel-Aviv en colaboración con la Universidad de Zurich y el Instituto Max Planck.

Los autores parten de la siguiente premisa: para poder considerar que existen dos categorías diferentes en los cerebros en función del sexo, entonces tiene que haber un alto dimorfismo cerebral (es decir, poco solapamiento entre los cerebros de los hombres y los cerebros de las mujeres) y una alta consistencia interna (esto es, que los cerebros presenten únicamente caracteres femeninos o masculinos).

La investigación consistió en analizar las semejanzas y diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres, así como el grado de consistencia interna versus variabilidad de los mismos. Concretamente, examinaron más de 1400 cerebros humanos procedentes de cuatro bases de datos diferentes, obtenidos a través de diferentes métodos de resonancia mágnetica (tensor de difusión, morfometría basada en vóxel) y analizados con diferentes técnicas de análisis de datos con el objetivo de asegurarse de que los resultados no se viesen condicionados por ninguno de estos factores. Este análisis fue complementado con otro basado en el estudio de las semejanzas y diferencias en rasgos de personalidad, actitudes, intereses y comportamientos de más de 5500 individuos.

Los resultados han revelado que el dimorfismo sexual no es tan acusado como se pensaba dado que existe un gran solapamiento entre los cerebros de hombres y mujeres (tanto en sustancia blanca, como en sustancia gris, como en conexiones). También han puesto de manifiesto que la consistencia interna es muy baja, con un porcentaje muy pequeño de cerebros que presentan únicamente caracteres femeninos o masculinos y un porcentaje mucho mayor de cerebros que presentan caracteres tanto femeninos como masculinos. Esta variabilidad también la han observado al analizar los rasgos de personalidad, las actitudes, los intereses y los comportamientos de los individuos.

Teniendo en cuenta estos resultados, los autores concluyen que los cerebros de hombres y mujeres no pueden ser clasificados en dos categorías diferentes sino que cada uno de ellos se localiza en un punto dentro del continuo cerebro mujer-cerebro hombre. Dicho de otro modo, los cerebros son como mosaicos de caracteres, algunos más frecuentes en los cerebros femeninos y otros más frecuentes en los masculinos. Este mosaico también se produce a nivel comportamental.

El resumen de dicho artículo se puede consultar en: http://www.pnas.org/content/early/2015/11/24/1509654112

Referencias:

Joel, D., Berman, Z., Tavor, I., Wexler, N., Gaber, O., Stein, Y., Shefi, N., … Assaf, Y. (2015). Sex beyond the genitalia: The human brain mosaic. Proceedings of the National Academy of Science. Advance online publication.