Hoy 14 de marzo, es el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, campo en el que la psicología tiene mucho que decir, dado que el núcleo principal de las acciones preventivas se centra en la modificación de hábitos, como el tipo de comportamiento alimentario, la práctica de actividad física, el consumo de alcohol y tabaco, etc. Si hay algún profesional que puede ayudar a modificar hábitos ése es el psicólogo, dado que todos sabemos que la mera información de que algo es perjudicial o saludable no modifica automáticamente un comportamiento en la dirección adecuada.

Respecto a la gravedad de las enfermedades cardiovasculares ECV podemos recordar lo que indica la Organización Mundial de la Salud (http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs317/es/):

  • «Las ECV son la principal causa de muerte en todo el mundo. Cada año mueren más personas por ECV que por cualquier otra causa.
  • Se calcula que en 2012 murieron por esta causa 17,5 millones de personas, lo cual representa un 31% de todas las muertes registradas en el mundo. De estas muertes, 7,4 millones se debieron a la cardiopatía coronaria, y 6,7 millones, a los AVC.
  • Más de tres cuartas partes de las defunciones por ECV se producen en los países de ingresos bajos y medios.
  • De los 16 millones de muertes de personas menores de 70 años atribuibles a enfermedades no transmisibles, un 82% corresponden a los países de ingresos bajos y medios y un 37% se deben a las ECV.
  • La mayoría de las ECV pueden prevenirse actuando sobre factores de riesgo comportamentales, como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física o el consumo nocivo de alcohol, utilizando estrategias que abarquen a toda la población