La inmediatez es una de las características que más se valoran en el mundo del periodismo. Cuanto antes se cuente una noticia, mejor. Por supuesto, sin tener que perder la objetividad y la precisión típicas del periodismo. Y precisamente esa es la clave de cuando se cubre un evento en directo, ya sea una noticia de última hora, una rueda de prensa o eventos deportivos o acontecimientos culturales.
La labor del periodista aquí es la de dar información detallada de lo que está pasando, con la máxima objetividad y en base a la observación y también de las fuentes que estén relacionadas con el caso. La clave es garantizar la calidad, veracidad y objetividad de la información compartida. Los periodistas que cubren este tipo de eventos tienen que estar familiarizados con la manera en que se comparte la información y se cuenta a la audiencia o a los lectores ya que, recordemos, algunos periódicos digitales ya ponen en sus portadas la cobertura de un evento “minuto a minuto”.
Además, deben de estar preparados con antelación para así cubrir la noticia de la mejor manera posible. Por ejemplo, cuando se cuenta la ceremonia de los Goya siempre hay que estar preparado e informado sobre las películas, actores y directores nominados para así ofrecer la información conforme van apareciendo los premiados. Para ello, los periodistas tienen que revisar fuentes fiables, así como la identificación de temas clave o la creación de un marco conceptual para la cobertura.
Cuando el evento comienza, la toma de notas meticulosa cobra protagonismo. Los periodistas emplean técnicas de registro rápido para capturar los detalles esenciales, como discursos, declaraciones y acciones relevantes. El uso de dispositivos electrónicos y aplicaciones especializadas facilita esta tarea al permitir la creación de registros escritos, grabaciones de audio y capturas de imágenes en tiempo real.
Simultáneamente, el filtrado y la verificación de la información se convierten en una labor ineludible. Dado que la rapidez no debe comprometer la exactitud, los periodistas evalúan la credibilidad de las fuentes y contrastan datos con múltiples recursos antes de publicar. La lucha contra la desinformación se vuelve imperativa en este contexto, ya que la urgencia puede propiciar la propagación de información incorrecta.
La adaptación constante y la capacidad de priorizar coberturas son cualidades cruciales en esta disciplina. Los periodistas en vivo deben estar dispuestos a modificar su enfoque en función de los eventos que se desarrollan y discernir entre detalles relevantes y accesorios. Esta agilidad periodística permite una narrativa fluida y coherente que se ajusta a la evolución del evento.
Las nuevas tecnologías son herramientas que están siendo utilizadas por los periodistas para cubrir eventos en vivo. En concreto, las redes sociales y las plataformas de transmisión en vivo proporcionan canales directos para comunicar actualizaciones a la audiencia. El uso de hashtags y la interacción en tiempo real con el público crean un sentido de comunidad y participación en el proceso informativo.
Por supuesto, los periodistas cuentan con un equipo que, sin él, no sería posible cubrir los eventos en vivo. Así, se colaboran con editores y productores para refinar la información, ajustar el tono y la estructura del contenido y tomar decisiones informadas sobre cuándo y cómo publicar. La retroalimentación y la revisión entre colegas garantizan una presentación precisa y completa.
La etapa de postproducción es la fase final de la cobertura. En esta fase, los periodistas editan el material recopilado para generar un producto final que se transmita al público.
El producto final puede ser un reportaje en televisión, un artículo en un periódico o una publicación en las redes sociales.
La cobertura periodística de eventos en vivo es una tarea desafiante, pero también es una oportunidad para informar a la audiencia sobre acontecimientos relevantes. Se podría decir que es la raíz del periodismo, la de contar algo que está pasando en tiempo real y desde el punto de vista de una persona informada y objetiva. De esta manera, el lector o la audiencia está consiguiendo la información lo más veraz posible y sin subjetividad.