La preocupación por el uso de la lengua en los medios de comunicación no es una novedad; ha generado, en el marco de la reflexión, ríos de tinta y múltiples debates, mientras que en la práctica ha motivado la elaboración de productos específicos (los «manuales» o «libros de estilo») que se han convertido en un complemento importante para el profesional de la comunicación, en cualquiera de sus facetas.

En los últimos años tal preocupación se ha ido convirtiendo en un malestar creciente ante la avalancha imparable de los nuevos medios y las redes sociales. ¿Cómo escribir en la red? ¿Precisamos de nuevos conocimientos acerca de los usos lingüísticos o requerimos, simplemente, adaptar los antiguos? La controversia está servida. Hoy ya nadie duda que el futuro pasa por el manejo de la gran plataforma digital, por lo que los antiguos saberes y destrezas deben ajustarse a este territorio, aún no del todo explorado, en permanente mutación y cambio. Nuevos productos, nuevas necesidades.

En este contexto han surgido recientemente un buen número de ensayos, monográficos y artículos de signo vario centrados en diseccionar eso que se ha denominado, un tanto genéricamente, «la escritura en Internet». Uno de los últimos y más completos es Escribir en Internet. Guía para los nuevos medios y las redes sociales, un manual de Fundéu BBVA que, bajo la dirección de Mario Tascón y la coordinación de Marga Cabrera, pretende ofrecer un amplio panorama de recomendaciones lingüísticas para diversos contextos.

Se trata de recomendaciones y no de prescripciones porque, tal como advierte la propia Fundación del Español Urgente en una advertencia inicial, en ningún caso se arrogan una labor correctora, objetivo que queda reservado , por tradición y convención, a la institución lingüística oficial, la Real Academia Española.

La originalidad de Escribir en Internet consiste en la introducción de una serie de novedades ajenas por lo común a esta clase de manuales lingüísticos. Por un lado, se trata de un producto colaborativo, en el que han participado un buen número de expertos en diversas materias relacionadas con los campos de la lingüística, la comunicación o la edición; hasta aquí, nada nuevo, puesto que los libros de estilo clásicos ya vienen siendo escritos por varios escritores desde su nacimiento en los años setenta. No obstante, en este caso el lector puede poner nombre y apellidos a quien ha coordinado cada bloque y a quien ha redactado cada apartado, por lo que la atribución (y la responsabilidad) autorial es explícita. Por otra parte, se presenta como un libro dirigido no solo a los profesionales de los medios de comunicación, sino al público en general, a todo aquel interesado en indagar acerca del uso del español en los medios, por curiosidad o por necesidad. Este principio nuclear anima el proyecto hasta el punto de justificar su esqueleto, es decir, la división en dos grandes bloques: «Uso cotidiano» (dirigido por Tascón) y «Uso profesional» (a cargo de Marga Cabrera).

Junto a las herramientas de referencia académica básicas, es decir, a los diccionarios, bases de datos y manuales de ortografía y gramática, Escribir en Internet resulta una excelente fuente para revisar cuestiones eminentemente prácticas, pero también teóricas, como los modelos de lectura en pantalla, la adaptación ortográfica en los chats o en WhatsApp, las particularidades lingüísticas propias de las redes sociales, la anatomía de un tuit, la organización de la información digital, la arquitectura de una página web o la etiqueta en la red.

Fundación del Español Urgente. Escribir en internet. Guía para los nuevos medios y las redes sociales. Mario Tascón (dir.). Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2012.