La sangría no cesa. El sector de los medios de comunicación se desangra y nadie pone remedio a un enfermo al que sólo le han llovido promesas y promesas de ayuda por parte de las

instituciones. Algo muy distinto de lo que ha sucedido con otros sectores. Mientras, trabajadores y más trabajadores son echados a la calle sin reparos de ningún tipo. Da igual que lleven mucho en la profesión, que rezumen solera en el medio, que sean unos profesionales incuestionables. El caso es recortar y recortar y, mientras, la sangría no cesa.

Se va a cerrar el primer semestre del año y ya son casi 600 profesionales los que han sido despedidos de diversos medios. Expedientes de Regulación de Empleo (ERES), como los de PRISA, con 160 bajas, o los 250 del área audiovisual de Unidad Editorial son los más conocidos, sin embargo, no son los únicos.

La cuesta de enero

Después de las campanadas anunciando el Año Nuevo, Cuatro y el extinto CNN Plus, eran los primeros en expulsar a muchos profesionales. Tras largas negociaciones con Telecinco se acordó 89 salidas en total, aunque se llegó a hablar de 127. Después fue PRISA, quien se descolgó con la nada despreciable cifra de 783 «nominados». Menos mal que al final «sólo» fueron 120. Como no podía ser menos, Unidad Editorial regaló a 70 trabajadores un despido materializado en el mes de mayo; la mayoría de ellos de Veo7. Finalmente, y después de varios intentos por reflotar la cadena, echa el cierre en unos días y provocará un total de 250 bajas.

Otros medios ya comenzaron sus nominciones. Así en enero ABC anunció a su plantilla que durante el año en curso debían recortar al menos 40 puestos de trabajo, de los cuales ya se han despedido a unas 31 personas, todos redactores históricos de la casa. O algunos otros, como La Voz de la Calle (entrada ya publicada en  en este blog), que ni tan siquiera pudo editar su primer número.

Desgraciadamente, de cara al último semestre del año, la vida seguirá igual y medios como la Cadena Ser o La Voz de Galicia se sumarán a esta sangría que nadie para.

¡Requiem por el enfermo!