Hoy se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, una fecha que nuevamente está marcada por las agresiones, encarcelamientos y presiones que sufren los periodistas en todo el mundo y que desgarran este derecho esencial. Este año los conflictos bélicos en algunos países árabes y la «casi» guerra civil que se vive en Libia, remarcan esta lacra que padecen los profesionales de la información y, por añadidura, los ciudadanos de todo el mundo.
En España la Federación de Asociaciones de Periodistas (FAPE) ha puesto el acento en la lucha para evitar una moda que se ha instalado en instituciones públicas y privadas: las ruedas de prensa que no admiten preguntas. Desde esta asociación piden a los responsables editoriales de los medios que no envíen a su periodistas a cubrir ruedas de prensa en las que no se admitan preguntas. A su juicio, estas actuaciones constituyen uno de los atropellos más perjudiciales para la libertad de prensa. «Si cedemos, se acabará dañando la libertad de información», afirmó la presidenta Elsa González.
Por otra parte, llaman a la unidad de los periodistas y de los medios en los que trabajan para que “el plante” se haga realidad. Asimismo, han enumerado algunos de los atropellos que sufren los informadores en este sentido: «Desde la convocatoria de ruedas de prensa sin preguntas hasta la obligatoriedad de conectar con el canal oficial del partido, la clase política española se afana en ensartar cuentas a este rosario de atropellos que convierten la información política en un producto propagandístico, dirigido y de dudoso interés para las audiencias», ha añadido González.
Esperemos, por el bien de esta profesión y del derecho a la información, que esta moda, como otras tantas, sea pasajera.