El caso de Iker Jiménez se debería estudiar en las facultades de Periodismo. El ascenso desde la oscuridad de lo paranormal y lo espacial de los ovnis, hasta el éxito mediático que ha supuesto su irrupción en el periodismo de divulgación y actualidad con su programa Horizonte, su presencia en la red, incluso, la adaptación de su clásico Cuarto Milenio, ha encumbrado al periodista alavés a la categoría de un ícono de la comunicación y un gran referente para millones de fieles seguidores, también llamados “milenarios”. Un fenómeno digno de estudio que desde aquí trataremos de desgranar.
Para explicar su cambio de paradigma, o más bien de percepción entre el gran público, hay que remontarse a enero de 2020, en el que ya un mítico programa con una mesa formada por el coronel Pedro Baños, el psiquiatra José Miguel Gaonoa, el investigador Pablo Fuente y el veterano periodista del misterio Enrique de Vicente anticiparon con bastante precisión el tsunami vírico que se nos venía encima con el SARSCOV-2. Mientras, otros grandes “gurús” del periodismo, la política y, lo que es peor, la Ciencia nos decían que aquí no pasaba nada y se reían de los “asusta viejas” y los “alarmistas” reunidos en un programa de misterio.
Es precisamente ese estigma de presentador del programa de los “fantasmas y los ovnis” el que tanto ha sulfurado a sus detractores, especialmente, los que nunca vieron o han visto sus programas.
Tras ese programa, llegó la pandemia y el duro confinamiento, y Jiménez dejó de emitir tras 16 temporadas ininterrumpidas del programa en Cuatro. Se especuló que había sido objeto de censura aunque él mismo aseguró que lo hizo para preservar la salud de su equipo mientras otros programas seguían emitiendo.
Lejos de desaparecer del foco mediático, Jiménez y su inseparable Carmen Porter se echaron al monte de YouTube con su programa hermano Milenio Live (ya presente en la red) y un nuevo espacio: “La estirpe de los libres”. Sus emisiones con cientos de miles de seguidores en España e Hispanoamérica se convirtieron en una referencia informativa sobre la pandemia, pero no solo, pues cualquier acontecimiento de actualidad era objeto de emisión en directo improvisada como el asalto al Congreso en Washington o los atentados de Viena.
Uno de los aspectos más interesante de estas emisiones en directo por Youtube era la pluralidad de voces, algo cada vez más escaso en los grandes medios, en las que se daba voz a negacionistas, pero también y, sobre todo, a un ramillete de científicos de primer orden, muchos de ellos ahora habituales de gran parte de los programas y tertulias más mainstream.
Su esperado regreso a la televisión fue por todo lo alto con el lanzamiento de un nuevo programa, Horizonte, en horario de máxima audiencia y en Telecinco (canal estrella de Mediaset), con programas con la COVID aún de protagonista y, otra vez, con invitados y mesas de expertos de primer nivel nacional e internacional.
Para los misterios más insondables quedará explicar cómo un programa de actualidad con tanto éxito fue cambiando extrañamente a Cuatro (la segunda cadena en importancia de Mediaset) y de horario, hasta arrumbarlo a franjas más tardías y, sobre todo, con bloques de publicidad inusuales que hacen muy difícil su seguimiento. Pese a eso Horizonte y Cuarto Milenio siguen siendo un éxito y su figura se acrecienta, para dolor de estómago de sus furibundos detractores, muchos de ellos retratados en la hemeroteca no solo por sus injustas críticas a Iker Jiménez sino, y peor aún, por reírse de la pandemia.
Iker Jiménez podrá gustar más o menos, pero nadie podrá negar su habilidad como comunicador y, sobre todo su capacidad para reinventarse y aumentar, año a año, su ya enorme parroquia de milenarios con nuevos productos audiovisuales, tanto en televisión como en internet. Es precisamente en la red donde ha estado más hiperactivo en los dos últimos años, no solo en su canal de YouTube con contenidos en abierto y premium, también con incursiones en Twitch, redes sociales y concediendo entrevistas y aliándose con importantes youtubers, lo que le ha permitido llegar a miles de jóvenes seguidores.
Al director de Cuarto Milenio le gusta rendir homenaje al gran Félix Rodríguez de la Fuente. Salvando las distancias y los tiempos, no sería de extrañar que a este paso Iker termine convirtiéndose también en leyenda. Eso sí, en vida y que Dios le guarde muchos años.