El pasado 27 de mayo a las 12 del mediodía la Infanta Elena inauguró en el parque del Retiro la actual edición de la Feria del Libro de Madrid, que se prolongará hasta el próximo 12 de junio. El sector editorial y librero espera remontar las ventas de los primeros meses del año, no todo lo buenas que se esperaba, pero la crisis sigue sin resultar demasiado aleccionadora al respecto.
La feria del Retiro es cita obligada para todos: lectores y paseantes, curiosos y bibliófilos, turistas y madrileños, no solo por el placer de hojear o comprar un libro, sino también porque, a su albur, nacen cada día multitud de actividades que llenan una apretada agenda cultural de tres semanas: concursos, talleres, firma de libros, lecturas, conciertos. Así al azar echo un ojo a las actividades que se ofrecen y me encuentro una mesa redonda sobre el mercado editorial en España y Alemania (es Alemania el país invitado), otra sobre literatura y periodismo, una proyección de cortometrajes para jóvenes, un cuentacuentos de Los músicos de Bremen, o el juego del Pictionary. Como se ve, opciones para todos los gustos, sin importar la edad.
Francisco Umbral decía, con es ironía algo gruñona que a menudo le caracterizaba, que en un país “donde no se lee, como este, el Retiro, un parque enorme, se llena de pronto de lectores porque lo dice el calendario”. Prefiero no darle la razón a Umbral y desear que en estos días el Retiro se llene de lectores, simplemente por el placer y el hechizo de la lectura.
http://www.ferialibromadrid.com
Doctora en Filología Hispánica. Decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades y Profesora en la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA.