Archivos de Autor: Álvaro de Diego

Un marqués con mucho (in)genio

Según recoge el Boletín Oficial del Estado, el Rey ha concedido el Marquesado de Daroca al dibujante, escritor y académico Antonio Mingote. La concesión, que expresa el «aprecio» del monarca, subraya la «destacada, aguda y creativa trayectoria profesional» del distinguido, quien en ABC, el periódico que ha recogido de modo ininterrumpido sus viñetas desde 1953, ha declarado: «Siempre que veo un pino me trae a la memoria el paisaje y los pinares de Daroca. También mi primer colegio, el de los Escolapios en la Puerta Alta, con el escaso entusiasmo, le confieso, que siempre ha despertado en mí el trance de estudiar».

Colaborador en numerosas revistas, como la mítica La Codorniz, el autor ha publicado, además, libros como la Historia de la gente (1955), Historia de Madrid (1961), Historia del traje (1963), Hombre solo, Hombre tranquilo (1976) o El mus: historia, reglamento, técnica, vocabulario (1980). El ingente genio de este creador inclasificable se ha vertido, igualmente, en escenografías y figurines teatrales, cuadros, guiones radiofónicos y televisivos e, incluso, pinturas murales en edificios públicos. Durante las obras de restauración de la Puerta de Alcalá, el emblemático monumento fue revestido por una lona en la que el ya aristócrata estampó diversas escenas castizas.
Sutil e irónico, tierno y preciso en la denuncia de la injusticia, el gran autor de viñetas español de los últimos cincuenta años pertenece a la Real Academia de la Lengua desde 1987 y está en posesión, entre otros, del Premio Nacional de Periodismo (1981).
Nadie puede negar el acierto del Rey en la distinción a este hombre bueno, en el más puramente machadiano sentido del término. Se le puede llevar la contraria, no obstante, a Mingote,  en el caso de que, recuperando su discurso de ingreso en la RAE, se atreva de nuevo a citar a Groucho Marx: «Yo no puedo entrar en un lugar en donde se admite a individuos como yo». Cualquier lugar resulta ennoblecido si se honra en acogerle.

Las elecciones, trending topic

Victoria contundente del PP y consiguiente desplome socialista, triunfo de Álvarez-Cascos en Asturias y nuevo incremento de UPyD. Estas son algunas de las claves de los comicios autonómicos y municipales. A ello se suma la controvertida irrupción de la finalmente legalizada Bildu en el País Vasco, incluyendo la victoria en San Sebastián. Las elecciones del fin del zapaterismo, se han visto marcadas por la entrada en escena del movimiento contestatario del 15-M, focalizado en la simbólica Puerta del Sol, kilómetro cero de España.
¿Qué papel han desempeñado los acampados en el desarrollo de las elecciones? ¿Han tenido alguna influencia significativa las redes sociales en el proceso?

Los miembros de las diferentes comisiones de Sol han defendido ya mantener la acampada «al menos» durante una semana,  pues el abandono podría suponer la pérdida de su notoriedad y objetivos. No obstante, aún es muy pronto para calibrar los efectos del movimiento 15-M. Puede apuntarse que la participación electoral ha resultado un 2,26% mayor que la de 2007, si bien los votos blancos y nulos emitidos superan en más de un punto a los de los comicios anteriores.
Algunos de los medios de comunicación, que han reverberado la convocatoria ciudadana sin llegar a explicar con claridad su naturaleza, han valorado que, en caso de ser una fuerza política, la coalición blancos y nulos hubiera sido la cuarta más votada, por delante de CiU y por detrás de Izquierda Unida. En todo caso y tratándose de porcentajes tan bajos, nadie se atreve a atribuir con rotundidad estas cifras a la movilización impulsada desde las redes sociales. Además, la categorización unitaria de esta tendencia supondría calificar a todos los indignados con una misma propuesta ideológica, al margen de la conjunta contestación a la casta política.
Falta perspectiva, pero es posible especular con el componente interclasista, intergeneracional (aun primando la gente joven) y heterogéneo en lo ideológico de esta expresión de hartazgo. Hay dos detalles llamativos. Primero: el diario El Mundo identifica a un joven abogado de ICADE, elitista universidad de los jesuitas, con el hombre que «prendió la mecha del 15-M». Segundo: la participación fue más elevada en las comunidades que han adquirido mayor peso simbólico, arrojan menor renta per cápita y han experimentado mayor transvase de votos; Castilla-La Mancha y Extremadura han congregado en las urnas a un 76 por ciento del censo.
Durante la noche electoral las redes sociales, en especial Twitter, fueron un hervidero de sensaciones y presagios. Expresaron, sin duda, una alternativa, difícil de medir, al instalado bipartidismo nacional. El silencio inicial acerca de los buenos resultados de UPyD, sin apenas atención informativa en titulares de los medios electrónicos, contrastaba con los datos de escrutinio, donde iban colándose numerosos concejales electos. Es muy llamativo que la palabra Bildu inundara las cabezas informativas, mientras había que extraer la crecida de UPyD de la consulta desglosada de los distintos escrutinios. En las redes el hashtag del partido de Rosa Díez permaneció, sin embargo, toda la jornada electoral entre los trending topics del día.
Barack Obama ganó las elecciones presidenciales estadounidenses, entre otras cosas, por la movilización del voto a través de las redes sociales, las mismas que hicieron florecer la «primavera árabe» norteafricana. Ahora éstas han irrumpido en los comicios españoles. Aún es demasiado pronto para extraer conclusiones generales, pero sin duda nada volverá ser igual que antes en las relaciones entre los políticos y sus electores.
Precisamente, el próximo día 9 de junio el autor de este post acudirá a Marruecos, invitado por el Instituto Cervantes y el Centro Marroquí de Estudios Hispánicos de Larache, para disertar en torno a las redes sociales y la prensa electrónica en el acercamiento informativo hispano-alauita. A ambos lados del Mediterráneo las redes pueden tender puentes.

Naufraga un diario con fecha de salida

El proceso de cierre de La Voz de la Calle sigue adelante. Ante la imposibilidad de salir a la calle por falta de avales bancarios,  la dimisión de la cúpula directiva ha llevado a los trabajadores a organizarse en asamblea dotada de poderes de representación colectiva en la negociación de la disolución.

El nuevo diario en soporte papel, La Voz de la Calle, había anunciado su salida a la venta en toda España para el pasado 1 de abril. Se había nombrado un director, Lorenzo Contreras y, fijando su sede en Madrid, contaría con ediciones para la zona norte, Cataluña y Andalucía. Obedecía así al impulso de un grupo de intelectuales y periodistas, a cuya cabeza se situaba su promotor y consejero delegado, el veterano abogado Teodulfo Lagunero.
Lagunero, histórico militante del PCE que facilitó la entrada clandestina de Santiago Carrillo en España, afirmó en su momento que iba a tratarse de una publicación «de izquierdas, objetiva, imparcial, no vinculada a ningún grupo económico ni político». Y añadió que su objetivo sería el de recoger la «voz» de los parados, trabajadores, jubilados, estudiantes, homosexuales y ecologistas. A su juicio, la cabecera iba a situarse «entre» el periódico El País y Público, aunque «quizá un poco a la izquierda de los dos».
Interpelado ante la dificultad de ubicar un nuevo diario en el estrecho -y estancado- mercado de la prensa tradicional en papel, Lagunero subrayó que, a diferencia de otros diarios de izquierdas, La Voz de la Calle no estaría «vinculado a ningún grupo económico ni político», por lo que encontraría presuntamente la diferenciación en su independencia. Lo cierto es que la apuesta parecía arriesgada en un momento en que se suceden constantemente los reajustes en las plantillas de los medios. El consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, señaló hace unos meses que en 2043 habrán desaparecido los periódicos impresos al extinguirse para entonces sus lectores. En parecida línea, el director de El País, Javier Moreno, aludía hace escasos días a la sustitución del formato papel por el electrónico y barajaba la reconversión global del fenómeno periodístico ante la irrupción de las redes sociales y blogs.
En todo caso, La Voz de la Calle funciona interinamente como  versión digital en pruebas.

Memoria periodística de Italia

Indro Montanelli (1909-2001) dejó una serie de cuadernos manuscritos a modo de diario. Ahora La Esfera de los Libros los publica bajo el título Cuentas conmigo mismo. El probablemente más grande periodista italiano del siglo XX lega así su particular visión de Fellini, Agnelli, Kissinger, Borges o Berlusconi, entre otros muchos. Estas páginas apasionantes contienen una biografía que, con las de de Curzio Malaparte (1898-1957) y Oriana Fallaci (1929-2006), representa, por sí sola, la sinopsis en quintaesencia de la historia más reciente de Italia.
“Desde que empecé a pensar, estuve convencido de que iba a ser periodista. No había otra elección. Yo no he decidido nada. El periodismo decidió por mí”. Con esta declaración de intenciones se abren unas memorias que nos llevan desde Fucecchio, su localidad natal, a Eritrea, España, Alemania, Finlandia, las repúblicas bálticas y un rimero de corresponsalías sin más hilo conductor que el peligro y la cobertura de los hechos decisivos.
Fundador de Il Giornale y La Voce, así como firma imprescindible en el Corriere della Sera, Montanelli fue, a diferencia del “archiitaliano” Malaparte, un caso atípico en su país. Lejos del arquetipo de italiano, “siempre en auxilio del vencedor” -son sus palabras-, el reportero desechó las prebendas de un fascismo al que se sumó con entusiasmo y que le acabó brindando la cárcel.
Nunca renegó de su hoja de servicios. Octogenario ya, confió haberse enrolado en la campaña “civilizadora” de Abisinia “al igual que hizo toda la juventud [italiana] que sentía algo en el cuerpo”; de buscarse algún culpable, éste no hubiera sido otro que Kipling. Mucho después, rehusaría dos cargos especialmente golosos en un país que le hace escasos ascos a la confitería pública: el nombramiento de senador vitalicio y el de director de Il Corriere Della Sera.


La defensa de la libertad de prensa le gratificó con cuatro balazos de las Brigadas Rojas y un Premio Príncipe de Asturias como “un ejemplo y un espejo permanente de ética profesional, independencia de criterio, defensa de la libertad y servicio a la convivencia democrática a través de la comunicación”. El primer hecho tuvo lugar en Milán, el 2 de junio de 1977. Es alcanzado en las piernas, por la espalda, por varias balas de revólver. “¡Tengo que morir de pie!”, se dijo a sí mismo, en reflejo inconsciente de las baladronadas del veintenio fascista. Y ello le salva la vida. De haber caído, probablemente hubiera recibido el último disparo en el abdomen.
Pero Montanelli ha legado mucho más que eso. Confeccionó el guión de una obra maestra del cine, El general della Rovere, y enamorado de la historia desde el instituto, donde destacó también en lengua italiana, latín y griego, redactó más de cincuenta libros. Algunos de ellos constituyen monografías valiosas como Italia en camisa negra o La Italia lictoria. Por otro lado, sus historias de griegos y romanos deberían ser lecturas obligadas en este nuestro bachillerato tan ayuno de clásicos. Una década después de su desaparición, ajusta cuentas con la historia más reciente de Italia.