Está claro que un o una CEO ha de marcar el rumbo de la empresa para que alcance sus objetivos y hacer que su equipo crezca y se supere. Además de estas funciones estratégicas y de supervisión de la gestión empresarial está claro que un CEO es en realidad el principal Relaciones Públicas de la empresa.
Sus declaraciones, intervenciones, presentaciones y su día a día van a lanzar mensajes sobre la situación de la empresa, sobre sus valores, cultura e incluso sobre su relevancia. ¿Cuáles serían las principales funciones de un/a CEO en el ámbito de la comunicación? Montserrat Arias, CEO de BeMyPartner, comparte su expertise en la materia.
Tener una marca personal alineada con la empresa. Un CEO debe tener trabajada una marca personal que vaya alineada con la empresa. Por lo tanto, sus valores personales y profesionales han de coincidir en buena medida con los de la empresa en la que está. A partir de ahí, conocer sus puntos fuertes y débiles es fundamental para trabajar de forma adecuada toda su comunicación. Esta labor de autoconocimiento será fundamental para gestionar su comunicación de una forma auténtica y creíble.
Tener presencia en redes sociales (y cuidarla). Ya no es posible vivir al margen de las redes sociales y es indispensable tener unos mínimos de presencia para conocer a las personas que están detrás de las compañías. El lado humano es fundamental en las relaciones sociales y muchos contactos e investigación sobre las empresas se realizan de forma online. Dependiendo del sector, se potenciará unas plataformas u otras, pero todo debe responder a una estrategia previa de comunicación y un posicionamiento alineado con los intereses de la empresa. Esto debe incluir aquellas redes y contenidos personales ya que un error habitual es pensar que en Twitter o en Facebook se puede publicar de forma libre. Error.
Transmitir adecuadamente, la misión, visión y objetivos de la empresa. Una de las funciones principales de los máximos directivos es hacer llegar con claridad cual es la misión, visión y objetivos de la empresa para que todo el equipo sepa hacia donde se dirige la empresa. Para generar el compromiso es importante que el CEO, con ayuda de su equipo trabaje la estrategia de difusión de los mensajes de la empresa entre todos los públicos, adaptando formatos, argumentarios y vías de comunicación.
Estudiar su imagen personal. Muchos directivos y directivas han trabajado durante años duramente, su punto fuerte es el intelectual y descuidan su imagen e incluso su salud. Hillary Clinton dijo en un discurso “La cosa más importante que tengo que deciros hoy es que el pelo importa”. Y es que, aunque a algunos les pueda parecer superficial, tu imagen lanza mensajes muy potentes sobre ti y tu empresa. Si vas descuidado con aspecto de dormir poco y no vigilar tu salud posiblemente el mensaje que leerá la audiencia es que no estás capacitado para hacerte cargo de una empresa o un país. Si te equivocas con lo que llevas a un evento público, esto puede contradecir tu mensaje o incluso convertirse en el tema principal del que se hable. La imagen, es postura, tono de voz, actitud, vestuario, pelo… y puede ser un gran aliado para reforzar nuestro mensaje y sentirnos poderosos y seguros.
Preparar sus intervenciones. Muchas crisis de comunicación se han iniciado por intervenciones de directivos que no habían sido preparadas y se cometieron errores. Ya sea por desvelar información confidencial o por comentarios inapropiados o incorrectos. Muchos directivos y/o directivas piensan que tienen “tablas suficientes” para una rueda de prensa o una intervención y sin embargo hasta los líderes políticos más consagrados ensayan, practican y planifican cada una de sus intervenciones.
Participar en foros sectoriales, empresariales y sociales. Es fundamental proyectar la imagen de la compañía en los foros adecuados. Mediante un plan de visibilización se estudia en qué foros es necesario que un o una CEO esté presente y de qué formas. Una empresa que no es visible a nivel de networking parecerá como menos relevante a los ojos de su sector. Además, como las conexiones se construyen con el tiempo, es importante ser consciente de que esto es un proyecto a largo plazo.
Cuidar sus relaciones institucionales. Toda compañía ha de tener preparada un plan de relaciones institucionales que incluya las administraciones, instituciones privadas y tejido asociativo. En este sentido es importante qué parte de estas relaciones han de contar con representación del CEO. Definir su papel frente a otros directivos o directivas es importante para preservar su papel estratégico y darle la relevancia que requiere.
Desarrollar una agenda de responsabilidad social y ecológica. La responsabilidad social debe formar parte de los valores fundamentales de la empresa y es importante que se visualice la implicación directa y visible del máximo representante de la empresa. Humanizarlo/a y mostrar su implicación es importante para mostrar estos valores. Deben ser auténticos y responder a un verdadero compromiso ya que, de lo contrario, el público percibirá que responde a un tema publicitario y no real.
Poner la comunicación con sus empleados en primer término. La comunicación interna ha sido durante mucho tiempo la gran olvidada de las relaciones públicas. Esto por suerte ha cambiado. Desde nuestra experiencia podemos asegurar que es la que tiene un mayor retorno ya que pequeños cambios y acciones tienen un impacto directo e inmediato en la actividad de la empresa. Simples mejoras del flujo de la información que hagan que todos los empleados se sientan tenidos en cuenta pueden repercutir significativamente en su desempeño y en el ambiente laboral.
Planificar y prepararse para las crisis. 7 de cada 10 directivos incluso desconoce si su empresa tiene manual de crisis. En las crisis de máximo nivel es posible que la cara visible vaya a ser el o la CEO, por este motivo debemos asegurarnos de que ha seguido las formaciones adecuadas en portavocía y las prácticas de comunicación de crisis. El entrenamiento y la preparación deben ser permanentes para el/la máximo directivo/a de la empresa.