Asociarse es una necesidad tan antigua como productiva. Los gremios profesionales permiten que quienes pertenecen a ellos se encuentren con otros colegas en una suerte de bucle que, lejos de ser necesariamente endogámico y castrante, supone un espacio de encuentro y de debate, como también de formación y de actualización de intereses compartidos.
Y si hay un gremio gremial por naturaleza, pero, aunque parezca contradictorio, al mismo tiempo individualista ese es el que conforman los periodistas. En la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, se enseña a los estudiantes de Periodismo en los conocimientos esenciales que necesitarán aplicar en el ejercicio de la profesión. Pero la asociación, y la asociación compartimental entre periodistas que operan en un mismo ámbito les permitirá cruzar puntos de vista, así como fijar nuevos contactos, que les serán muy útiles en su desarrollo como profesionales.
Es el caso la Asociación de Comunicadores e Informadores Jurídicos, ACIJUR, una Asociación profesional, sin ánimo de lucro, constituida para la defensa de los intereses de los asociados y que agrupa a los periodistas dedicados, primordialmente a la información jurídica, tanto a través de medios informativos como de actividades de comunicación.
El autor de este artículo es miembro de ACIJUR, en su doble condición de periodista, y de periodista que cubrió en su día información jurídica en los ámbitos local, regional y, finalmente, nacional, y como profesor de Periodismo Judicial, asignatura optativa del Grado en Periodismo de la UDIMA.
En este sentido, animo a los futuros periodistas, hoy estudiantes, a asociarse con otros que ejercerán su misma disciplina. Hay asociaciones de periodistas económicos, como la APIE, o de la salud, como ANIS, y muchas otras, pero el caso que nos ocupa es el de ACIJUR, una asociación al que pueden pertenecer aquellas personas físicas, mayores de edad y con capacidad de obrar, que desarrollen su actividad como informadores sobre temas relacionados con el área de la información jurídica, en cualquier medio o entidad de comunicación o que tengan interés en el desarrollo de los fines de la Asociación, que puedan demostrar una experiencia profesional de al menos dos años, y que así lo soliciten a la Junta Directiva a través del aval de, al menos, dos asociados. Eso reza en su web.
Además, la Asociación de Comunicadores e Informadores Jurídicos no es una isla en sí misma; forma parte de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), que junto con las 48 asociaciones federadas conforma la mayor organización de periodistas de España.
Son objetivos de ACIJUR la defensa de la libertad en el ejercicio profesional de sus asociados, velar por la independencia y objetividad de los contenidos informativos, facilitar el diálogo y acceso a las fuentes informativas, representar a sus asociados en cuestiones y temas de índole profesional, desarrollar actividades susceptibles de perfeccionar los conocimientos técnicos y la capacitación de sus asociados, y dar a conocer las características y especificaciones de la información jurídica.
También convoca anualmente los populares Premios ACIJUR, adjudicados por las votaciones de los miembros de la Asociación. Las categorías de los Premios son Puñetas de Oro, Puñetas de Plata, Puñetas de Bronce y Vete a Hacer Puñetas. Los tres primeros Premios distinguen a las personas o instituciones que más se han distinguido en el año en su actividad por la Justicia. El último pretende ser una llamada de atención crítica, pero no ofensiva, sobre aquellos aspectos de la Justicia o de sus instituciones que, en opinión de los votantes, merezcan ser desterrados de la vida pública.
Por último, es destacable que ACIJUR convoca encuentros estrictamente off the record con los agentes que componen el universo jurídico español. Uno de los últimos fue con el exministro de Justicia y actual magistrado de la Audiencia Nacional, Juan Carlos Campo, con quien aparece en la imagen que ilustra este artículo su autor.