¿Sabías que los orígenes de la Smart Home en España se remontan a principios de los años 90? En ese tiempo existía un gran desconocimiento de las casas inteligentes tanto en el ámbito tecnológico como en posibilidades y aplicaciones. Era poco el interés y por ello su investigación también era mínima. La domótica actual poco tiene que ver con la de esos años. Ahora casi todo es posible gracias a la amplia combinación de gadgets y apps que nos permiten, entre muchas cosas, automatizar tareas y controlar aparatos por voz.

Funcionamiento de una vivienda inteligente

Empecemos primero viendo qué es eso de casa inteligente. No es más que una vivienda que tiene ciertas funciones automatizadas gracias a la tecnología. No hace falta pensar en grandes sistemas, un ejemplo sería la conexión a Internet mediante wifi, algo con lo que contamos ya en la mayoría de los hogares. Esta tecnología aplicada al hogar recibe el nombre de domótica. El térmico proviene del nexo entre ‘domus’ (casa en el latín) y autónomo (del griego: αὐτόνομος; “que se gobierna a sí mismo”)

Todo el control es llevado a cabo mediante redes interiores y exteriores de comunicación, tanto a través de cables como de forma inalámbrica. Estos a su vez, se encuentran conectados en un panel de control central ubicado dentro de la vivienda o también a un dispositivo móvil.

Así que la domótica podría definirse como la integración de la tecnología en el diseño inteligente de una vivienda, empresa o recinto cerrado. Aunque según el tipo de recinto al que nos refiramos, usaremos distintas palabras: para el sector doméstico, domótica; para la industria y sector terciario, inmótica; y si hablamos de su uso para las ciudades (iluminación pública, semáforos, medios de pago, etc.) utilizaremos el término urbótica.

Características de una Smart Home

  1. Control remoto. Control tanto exterior como interior. Ciertas funciones como el control energético y climático se pueden integrar en una casa inteligente con domótica.
  2. A través de la interconexión de los distintos equipos de la vivienda, conseguimos controlar muchos aspectos sin la necesidad de movernos. Incluso sin tener que estar presentes dentro del hogar. Por ejemplo, existe la posibilidad de activar la iluminación desde el coche de camino a casa o encender el sistema de calefacción para que la vivienda esté a una buena temperatura cuando lleguemos. Contar con este control de la vivienda brinda al usuario una mayor seguridad y bienestar.
  3. Acceso a servicios externos: Posibilidad de poder acceder a servicios de telecompra, telebanco, de información, etc. Un aspecto interesante si pasamos la mayor parte del día fuera de casa, ya que nos supondría un gran ahorro de tiempo.
  4. Programación: el hecho de poder programar muchas de las actividades, como puede ser el poner la lavadora o encender la calefacción también nos supondría un ahorro de tiempo y a su vez de preocupaciones.

¿Qué beneficios aporta contar con una casa inteligente?

La domótica ha llegado para hacernos la vida más fácil a las personas, contribuyendo a aumentar nuestra calidad de vida. Analicemos en qué aspectos nos podemos beneficiar si contamos con una vivida inteligente.

Eficiencia energética

Con la domótica podemos programar los distintos aparatos para que se enciendan o apaguen cuando es necesario. Ello contribuye al ahorro de agua, luz y gas. Y es que una vivienda Smart Home controla el 70% del consumo energético derivado de la iluminación y climatización. Hay aparatos de domótica que a su vez supervisan los propios sistemas domóticos para conocer si las necesidades se cumplen y de si se consigue la eficiencia que el sistema exige.

Seguridad

Las casas inteligentes o Smart Home con domótica garantizan que la misma funcione perfectamente. Previenen situaciones que nos podrían poner en riesgo como incendios, inundaciones, robos, fugas de gas, etc. Todo ello es fácilmente controlable gracias a las cámaras de seguridad, videos porteros y otros elementos de seguridad. Incluso es posible simular la presencia de personas gracias al apagado o encendido de las luces a distancia.

Ahorro

Ahorro de energía, de tiempo y de dinero. Este aspecto va ligado al incremento de la eficiencia energética que hemos comentado. Una casa inteligente pagará mucho menos que una sin un sistema domótico, debido en gran parte a que el consumo de energía también es menor.

 Confort

La comodidad y la tranquilad de poder realizar muchas acciones desde una pantalla, controlando todo el hogar de forma remota, sin ni si quiera estar dentro del mismo: cierre automático de persianas o toldos en función de la luz que entré en una habitación, regulación de la temperatura, programación del encendido de la calefacción o del aire acondicionad según las condiciones climáticas, etc.

 Accesibilidad

Una Smart Home consigue adaptarse a cualquier tipo de persona, incluso a aquellas que tengan algún tipo de discapacidad o limitación. Ciertos expertos aseguran, que puede ayudar al estado de ánimo, debido a que incrementa su independencia y autonomía.

¿Son las viviendas inteligentes el futuro?

Gracias al constante desarrollo de los sistemas de inteligencia artificial, no falta mucho para que una Smart Home „piense por sí sola“. Los costes que conlleva ya no son tan altos. Gracias a su alta adaptabilidad y la cantidad de productos que ya existen en el mercado podemos permitirnos crear una casa inteligente desde cero y que vaya creciendo con los años según las necesidades cambiantes de sus habitantes. Según la consultora IDC, para 2023 se habrán alcanzado los 16,9 billones de envíos. Ya en el año 2019 las previsiones apuntaban a un crecimiento del 26,9% del mercado global de aparatos para casas inteligentes en el 2019 hasta los 832,7 millones de envíos.